El paso de Álvaro Pérez Miranda por escuelas de Fe y Alegría, así como otras instituciones educativas como la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Metropolitana, forma parte de un plan para mostrar a los estudiantes todos los obstáculos que superó para lograr sus objetivos.
Caracas. “Por distintos factores los adolescentes estamos en una situación muy difícil que nos ha llenado de desmotivación, pero esta charla, más allá de educativa, nos impulsa a pensar en que hay posibilidades de salir adelante”, contó Isabel Rojas, estudiante de 17 años de edad, tras escuchar a Álvaro Pérez Miranda, el primer venezolano y latino ganador de una estrella Michelin 2024, en Miami.
El chef asistió al Colegio Eugenio Andrés Mendoza, en Brisas de Propatria, para contarles a los alumnos cómo la decisión de dejar su casa, en el barrio San Blas de Valencia –estado Carabobo–, y migrar a los 17 años para abandonar el contexto de violencia en el que vivía, lo llevó a lograr el triunfo.
Los estudiantes manifestaron que, por las circunstancias económicas del país, los pensamientos negativos muchas veces invaden sus mentes y escuchar a personas que salieron adelante, a pesar de vivir condiciones similares a las suyas, les ayuda mucho.
“Me voy de aquí con un gran pensamiento porque su experiencia nos ayuda a aprender y ver lo mejor de nuestros errores”, afirmó Juan, un estudiante que tiene como meta ser ingeniero informático.
Al igual que Juan, aproximadamente 10 adolescentes se levantaron a expresar distintos comentarios en agradecimiento. Preguntaron sobre la forma en la que el chef logró crecer en el extranjero.
Por su parte, las docentes de la institución educativa de Fe y Alegría contaron en que en las comunidades hay muchos jóvenes con ganas de emprender, pero que necesitan ser guiados y motivados por otros.
Motivar para crecer
La actividad, que arrancó al ritmo de los tambores y el repiqueteo de zapatos del joropo, afianzó el concepto de Pérez Miranda, quien resaltó que parte de su éxito se lo atribuye al carisma particular que tienen los venezolanos.
“Mucha gente me pregunta cuál es la clave de mi éxito y les digo que me he formado, he estudiado, pero lo que más me ha ayudado es ser venezolano. Nosotros tenemos algo que es súper especial, una hospitalidad innata, un encanto súper especial. Eso es primordial”.
El chef contó cómo fue su viaje a Italia, donde inicialmente trabajó como payaso y animaba fiestas infantiles. Su gusto por el arte también lo hizo dedicarse a la pintura por un tiempo, un hobbie que le ayudó a “resolver” durante su estadía en el país europeo. Ese mismo gusto por el arte, le ayudó e inspiró a crear lo que califica como una fusión entre el arte y gastronomía, que se muestra en sus 33 restaurantes.
La actitud descrita por el chef, lo llevó a conocer a quienes le enseñaron todo sobre el mundo de la cocina, un mundo que le permitió llegar lejos, no solo en su oficio, sino como ser humano.
Aunque la cocina de manera profesional la conoció en Europa, los momentos junto con su madre le permitieron “refinar” su paladar y conocer un mundo de sabores criollos, en donde preparaciones como arepas y las hallacas eran las protagonistas.
Pérez Miranda le reveló a los alumnos sus principios fundamentales, que lleva “como una Biblia” para obtener su triunfo: “Omotenashi, que significa la hospitalidad del corazón, hacerte sentir como en casa; komakai, que es atención al detalle. Eso es importantísimo; y sensai, la sensibilidad de lo que hacemos”.
Como demostración de ellos, antes del evento, el chef de 59 años repartió cachitos rellenos de jamón, una comida “muy venezolana”, para mostrar a los asistentes la hospitalidad, uno de sus principios.
Pese a que la mayoría de las anécdotas fueron positivas, también describió cómo a sus 50 años, en uno de sus puntos más altos de su éxito, se perdió a sí mismo, lo que lo llevó a reencontrarse a sí mismo.
Venezolanos que sueñan
El paso de Álvaro Pérez Miranda por escuelas de Fe y Alegría, así como otras instituciones educativas como la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Metropolitana forma parte de un plan para mostrar a los jóvenes todos los obstáculos que superó para lograr sus objetivos.
“Esto viene de donde vengo yo, de cómo crecí yo, que nunca tuve la oportunidad de escuchar a alguien que me diera un consejo para surgir y que me diera una oportunidad. Cuando empecé a escribir mi libro me dije que quería llevar eso a las escuelas”, manifestó en referencia a Un camino a Japón, un libro en el que detalla cómo logró cumplir sus sueños.
En referencia a los estudiantes que estudian bajo el horario mosaico, una modalidad en la que los estudiantes asisten a clases dos, tres y hasta un día a la semana, en el peor de los casos, con el propósito de que los educadores se dediquen a otras actividades que les permitan obtener mayores ingresos de los que les proporciona su profesión, el chef recalcó que las comunidades deben buscar formas para motivar a los estudiantes que viven esta realidad, y a su vez, ellos motivarse a sí mismos.
“Las oportunidades se construyen”, expresó.
Entre las metas del primer latino en ganar la estrella Michelin –una valoración en los restaurantes del mundo para destacar la calidad y comida– como reconocimiento a la calidad de su comida en su restaurante japonés Ogawa, ubicado en Miami, está traer el concepto a su país, siendo el primer lugar, Caracas.
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