Damnificados por desborde del Neverí esperan no llegar a Navidad habitando en refugios de Barcelona 

desborde del Neverí

A casi un mes del desborde del río Neverí en Barcelona, las más de 500 familias que se encuentran en los refugios del gimnasio vertical de Las Casitas y comedor popular de Tronconal III agradecen a quienes les han brindado una mano, tras la salida de su cauce del afluente capitalino. Sin embargo, esperan que las autoridades les repongan los enseres que perdieron para poder regresar a sus hogares.

Barcelona. Ha transcurrido casi un mes desde que el río Neverí se desbordó en las zonas rural y periférica de Barcelona y el drama para más de 500 familias, que prácticamente lo perdieron todo, continúa al mantenerse en los refugios habilitados por la Alcaldía de Barcelona y Corpoanzoátegui.

El gimnasio vertical de la urbanización Brisas del Mar y el antiguo comedor popular del sector Tronconal III han servido de techo para los afectados tras los embates que el Neverí causó en sus viviendas, ubicadas, la mayoría, en los sectores Mayorquín II, III y el barrio La Burra de la capital anzoatiguense. 

Aunque reconocen que en esta oportunidad se ha organizado la atención por parte de las autoridades, los damnificados que permanecen en los refugios también agradecen a todas aquellas personas de la sociedad civil que, de manera constante, colaboran en mitigar la debacle que significó para ellos quedarse solo con la ropa que llevaban puesta el día del desborde. 

Aquí cada día vienen personas de fundaciones y por cuenta propia a traernos fórmulas para los niños, comida y ropa, han realizado jornadas médicas y eso lo agradecemos, aunque no la estamos pasando tan mal, pero nada es igual a como estar en la casa de uno, bajo su techo, dice María Granados,” habitante de Mayorquín II.

Granados asegura que prefiere estar en su casa lo más pronto posible. A juicio del jefe del Sistema Integrado de Gestión de Riesgo y Administración de Emergencias del estado Anzoátegui, José Alberto Morales Morales, la estadía de Granados y el resto de los damnificados podría prolongarse en el refugio por tiempo indefinido. 

Granados forma parte de las más de 400 personas que están en el gimnasio vertical o base de misiones Hugo Chávez de Las Casitas, y el jefe Morales indicó que aún no se sabe cuándo estas personas retornarán a sus hogares. 

Estas personas perdieron todo lo que tenían y ahí el apoyo debe ser mayor, la inundación en esa comunidad fue de mayores proporciones que la ocurrida en el área urbana, no sabemos a ciencia cierta cuándo estas personas podrán retornar a sus casas”, sostuvo.

Al igual que Morales Morales, el llamado protector de Anzoátegui, Luis José Marcano, refirió que las personas damnificadas que se encuentran en el refugio habilitado del sector Las Casitas reciben un trato digno y que se mantendrán en el lugar el tiempo que sea necesario hasta que puedan retornar a sus residencias. 

desborde del Neverí
Quienes están en los refugios esperan que su estadía no sea eterna / Foto: Cortesía

A principios de septiembre, Nicolás Maduro dijo en un contacto telefónico que era de suma importancia el brindar atención integral a las familias y hacer énfasis en reponer los enseres afectados por las fuertes precipitaciones. 

“El equipo está presto, bien organizado, en tiempo real, atendiendo las necesidades del pueblo, Anzoátegui cuenta con todo el apoyo del Gobierno Nacional en esta contingencia”, sostuvo Maduro.

Y aunque los comentarios del mandatario se escucharon como una orden militar, aún las familias afectadas siguen habitando los refugios sin la reposición de sus enseres. 

Morales Morales asegura que lo peor de la contingencia ya pasó y los niveles del Neverí bajaron, sobre todo en la zona rural del municipio Bolívar, específicamente en Naricual, comunidad donde se encontró el cuerpo de una niña, una de las dos víctimas que dejó el desborde del río Neverí. 

“La mayor parte de la temporada de lluvias ya pasó y el año próximo esperamos estar mejor en cuento a este tipo de situaciones, aunque hay partes de sembradíos que quedaron inundados, el área residencial de Naricual está con total normalidad”, señaló el funcionario. 

Daños sin responsables

Yaritza Farías fue una de las residentes que en carne propia sufrió los efectos del desborde del Neverí en la parroquia Naricual de Barcelona. Para Farías, el momento no fue fácil pues el agua que entró a su casa llegó mezclada con petróleo, a raíz de un derrame que se produjo hace más de un mes en la zona y el cual Pdvsa no atendió. 

Mi casa terminó con una gran mancha negra de petróleo producto de la ineficiencia de Pdvsa, nosotros denunciamos ese derrame pero no nos pararon. Todos mis electrodomésticos quedaron inservibles porque más allá de que fuesen afectados por el agua, el petróleo se les pegó y los dañó”, sostuvo Farías.

En una visita a la comunidad, el dirigente de Primero Justicia y exparlamentario por Anzoátegui a la Asamblea Nacional, Carlos Andrés Michellangeli, denunció la situación y acompañó el reclamo de Farías, al calificar a Pdvsa de irresponsable. 

“Los derrames de petróleo pasaron, de ser algo alarmante en el país, a convertirse en el día a día de los venezolanos. Pdvsa pasó de producir miles de millones de dólares y barriles de petróleo, a robos, derrames y contaminación. Quienes pagan esta desidia son los venezolanos”, agregó Michellangeli.

Los damnificados que se encuentran en el gimnasio vertical de Las Casitas y el antiguo comedor de Tronconal III aseguran que no quieren llegar a Navidad habitando en esas instalaciones, e instan a las autoridades a reponerles los enseres que el río se llevó para retornar a sus hogares. 


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