Agricultores afirman que actualmente en el estado Lara son muy pocas las hectáreas destinadas a la producción de alimentos, debido al poco financiamiento por parte del Estado venezolano, además de la falta de combustible, que ha incidido en el bajo uso de las maquinarias utilizadas para cosecha, mantenimiento y traslado de los alimentos a distintas ciudades del país.

Barquisimeto. Productores agrícolas del estado Lara mostraron preocupación ya que aseguran que, a pesar de que los gobiernos nacional y regional conocen los problemas de la producción del país, han hecho caso omiso de los planteamientos y llamados de auxilio que los agricultores han realizado para que se busque una solución que favorezca a todas las partes, puesto que está en juego la seguridad alimentaria de todo el país.

Ya la excusa de las sanciones no es más que un parapeto. El gobierno desde el año 1999 comenzó a atacar al productor; en 2008, cuando iniciaron las expropiaciones de haciendas y empresas ligadas al campo, fue cuando vino el descalabro total de la producción agroalimentaria venezolana”, señaló Lorenzo Monasterios, representante del sector agroalimentario en la región.

En vista de la nula atención por parte del Estado venezolano, los productores agrícolas larenses extendieron un llamado a la comunidad internacional para que continúe con el apoyo mostrado, y para que se respeten los acuerdos suscritos en cuanto a derechos humanos, libertad de producción, derecho a la propiedad, derecho a la libertad y también el derecho de todo ciudadano al trabajo.

Javier Oropeza, productor de ganado en el municipio Torres, señaló que sobre cada finca existe una amenaza latente de robos, invasiones a unidades de producción, y lo poco rentable que se ha tornado la inversión ante los altos índices de inflación, controles irreales del gobierno, falta de combustible, prácticamente tienen en cierre y quiebra a quienes aún apuestan por la producción nacional.

Aparte de todos los problemas económicos que enfrentamos los productores agrícolas, ahora se le suma la falta de combustible, no tenemos gasoil, tuvimos que paralizar las máquinas y no podemos movilizar los alimentos que producimos. El diésel es fundamental para seguir cultivando nuestras tierras, y ahora con esta nueva ola de invasiones en haciendas y fundos se pierde todo el trabajo y la inversión realizada”, lamentó.

Asimismo, un grupo de profesionales especializados en la materia, encabezado por los ingenieros Néstor Galíndez y Rodrigo Lander, informó que el área de investigación se perdió desde hace varios años; los rubros de exportación, como sorgo, maíz y arroz, dejaron de salir del país y el apoyo en cuanto a financiamiento ya no es materia del Estado. 

En Lara, de 1.900.000 hectáreas de tierras fértiles, se usaban 500.000 para el trabajo de agricultura; hoy en día esa cifra bajó a 60.000 hectáreas. Los afectados aseguran que con esto el gobierno llevó los niveles de producción a conucos o pequeñas unidades de alimentación que no satisfacen la demanda del mercado larense.


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