Agua sucia de Hidrolago desata enfermedades en marabinos

Hepatitis A y erupciones en la piel presentan los usuarios de Hidrolago luego de consumir el agua marrón que llega a sus casas.

Maracaibo. Luego de pasar por el filtro, el agua de los grifos de los hogares zulianos aún muestra un color amarillento que pone a dudar sobre su consumo a los usuarios; que se resignan y buscan otras alternativas para su reserva y para calmar la sed sin poder escapar de las repercusiones que acarrea el turbio líquido que bombea Hidrolago.

“Mi hermano tiene hepatitis A por el agua”, asegura Oliviana Colombo, analista de seguro colectivo, quien reside en el sector 18 de octubre. Luego de que su familiar utilizara el agua que llega a su casa para cepillarse los dientes periódicamente, la enfermedad arribó. Explica que la doctora que lo atendió afirma que se trata de un caso muy común por el mal procesamiento del agua.

“Cuando el agua se asienta el fondo del tanque queda horrible. Los baños se ven como si estuvieran sucios, porque es como agua con barro”, describe. Anteriormente el servicio le llegaba una vez a la semana, pero desde hace dos meses el bombeo se volvió irregular.

Esther Róquez, psicóloga, vive una situación similar en la zona Milagro Norte. De enero a mayo, el agua llegó solo en tres ocasiones a su casa. Se sustentaban con un camión cada dos semanas, cuyo precio asciende a 15.000 bolívares. Las cosas mejoraron y ahora recibe el servicio una vez a la semana.

“A veces sale negra, demasiado sucia, con restos de hojas, palitos. Cuando pasa por los filtros sale de un color más claro, puede salir amarilla. Si la hierves sigue quedando amarilla y debajo de la olla quedan la arena y las piedritas”. Su novio —que habita en Zapara— sufre de erupciones en la piel: “Fue al dermatólogo y le dijeron que eso no era más nada que el agua con la que se estaba bañando, que también sale igual que acá, marrón con arena”.

Comprar botellones de agua tampoco representa una opción para la psicóloga. “Tú ves en la calle cómo los llenan de agua de tubo”. Sin embargo, continúa enfrentándose a las amenazas, pues recurre a casa de su hermano donde el fluido llega “con menos arena”.

Además de este problema, los zulianos añaden a su rutina intentar llenar sus almacenes de agua. En casa de Colombo hay un tanque de 10 mil litros que, desde que inició el racionamiento, no se ha podido llenar. Ejemplifica con el caso de la semana pasada, cuando el servicio llegó a las 3 de la tarde y 6 horas después ya le habían interrumpido el servicio.