En el estado Bolívar se detectaron al menos seis casos de niños con síndrome de Kawasaki relacionado con COVID-19. ¿De qué se trata esta enfermedad y qué peligro supone para los niños?
Ciudad Guayana. El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera Pietri, informó el pasado 30 de junio sobre la detección de seis casos de niños con el síndrome de Kawasaki. La noticia la confirmó el presidente del Instituto de Salud Pública (ISP) en la entidad, Franklin Franchi.
Este síndrome se asoció a las complicaciones por COVID-19 en los niños. Esto trajo más dudas que respuestas para los padres y madres en el contexto de la pandemia. Todavía más cuando el tratamiento requiere inmunoglobulina humana, un medicamento muy difícil de conseguir en Venezuela. En las pocas farmacias donde llega a encontrarse, puede tener un precio de más de 500 dólares. Así lo constató Crónica.Uno al consultar en farmacias de Puerto Ordaz.
La cantidad de ampollas a suministrar dependerá de cada paciente. Recientemente, se conoció el caso de una niña hospitalizada por COVID-19, cuyos padres solicitaron apoyo económico para su tratamiento y exámenes. En el récipe médico se indica que requiere de 16 ampollas de inmunoglobulina humana.
A propósito de las dudas sobre la enfermedad de Kawasaki, el infectólogo pediatra y miembro de la Sociedad Venezolana de Infectología, Rafael Wong, en entrevista para Crónica.Uno, respondió algunas preguntas que surgen en relación con este síndrome.
¿Qué es la enfermedad de Kawasaki?
—Es una enfermedad que está asociada a procesos infecciosos previos. Puede estar asociada a medicamentos, procesos inmunológicos en el paciente. No es un requisito obligatorio que haya un proceso infeccioso para que se presente.
Su patología es un trastorno de los mecanismos inmunoreguladores del individuo. Es decir, nuestro sistema inmunológico, producto de ese estímulo previo, llámese infeccioso, medicamentos o trastorno inmunitario, genera una liberación de unos componentes inflamatorios que se depositan en las paredes de los vasos sanguíneos y producen una vasculitis, inflama los vasos sanguíneos.
La principal repercusión que tiene en los niños que adquieren esta enfermedad es alteración a nivel de las coronarias, que es nuestra gran preocupación en estos casos.
¿Cuáles son los síntomas?
—Hay dos tipos de manifestaciones de esta enfermedad. La que llaman Kawasaki típico, que reúne ciertas características, como las conjuntivas se ponen rojas, la piel se enrojece, induración e inflamación de las manos y pies, puede haber adenopatía. Esas serían las manifestaciones típicas, siempre acompañada de fiebre, súper elevada, que no responde bien a los antipiréticos. Ahí es donde debemos estar muy pendientes de que podamos estar ante la presencia de la enfermedad de Kawasaki.
Pero los síntomas son la etapa inicial. Después puede haber una descamación a nivel de los dedos de las manos y pies, puede haber fisura en los labios.
En la etapa inicial también se manifiesta la lengua aframbuesada, como si el niño se hubiese comido una chupeta de fresa o mora, y le queda esa boca roja. Ese síntoma es muy importante y el más llamativo. También puede estar presente dolor articular.
Pero hay unas presentaciones que son atípicas, que no reúnen todas esas características. Puede haber los síntomas de forma incompleta. Son pacientes que hay que evaluar de manera completa, porque a veces solo hay alteraciones desde el punto de vista renal.
Al haber estas variaciones de síntomas entre un paciente y otro, ¿cómo se determina que realmente se trata del síndrome de Kawasaki y no otra enfermedad con sintomatología similar?
—El mensaje sería que un paciente pediátrico, con 48 horas de fiebre, debería acudir a una evaluación médica. Es súper importante que lo evalúe un médico de confianza, el médico de ambulatorio en una comunidad necesitada, de ser posible evaluado por un infectólogo pediatra para uno ir viendo.
Estos son procesos que se instaura de manera progresiva y uno tiene que ir llevando el seguimiento para llegar a ese diagnóstico. La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad de descarte. Primero se descartan todas las enfermedades comunes y después llegamos a la conclusión, de la manera más oportuna posible, de la enfermedad de Kawasaki.
¿Solo afecta a los niños o se puede presentar también en adultos?
—¿Qué pasa ahorita en el contexto del COVID-19? Incluso se ha optado por una subclasificación de síndrome multisistémico inflamatorio asociado a covid o SARS-COV-2. La edad pico en la que se presentaba era, generalmente, hasta los dos años, casi todos los pacientes antes de los cinco años presentaban este tipo de cuadro clínico.
Ahora con la COVID-19 eso ha ido cambiando. Se está viendo pacientes de 10, 11 y 13 años con este síndrome. El predominio de sexo era masculino, ahora se está viendo también más en pacientes femeninas.
¿Sí se relaciona esta enfermedad con la COVID-19?
—Por supuesto, y ya tiene su propia nomenclatura, pero no solo con covid. Debemos recordar que hay una cantidad de virus presentes a nivel ambiental, estamos en un pico importante de casos de influenza, no debemos olvidar eso. Ahí viene un mensaje de por favor estimular la vacunación contra influenza, que es una vacuna que existe, que tenemos circulando de manera anual cada dosis, que tenemos que cumplir tanto en niños como adultos.
Este virus también es importante y si uno se descuida puede llevar a la muerte del paciente. Igual con las enfermedades bacterianas, incluso con medicamentos, de allí la importancia de no automedicarse ni con plantas medicinales, que también pueden estar asociadas a este tipo de síndrome.
¿Cuál es el tratamiento y cuidado que debe tener el paciente?
—El detalle es que esta enfermedad como tratamiento específico es hospitalizado, es intrahospitalario. El tratamiento es un medicamento que se llama inmunoglobulina humana, que tiene como objetivo tratar de sellar o barrer esos depósitos de esos complejos inmunes que se depositan en los vasos sanguíneos, para evitar alteraciones a nivel de las coronarias y que el paciente desarrolle cardiopatías adquiridas que puede dejar secuelas o la muerte.
¿Qué recomienda a los padres?
—Lo que debemos aprender es sacar lo positivo de lo negativo en este contexto pandemia. Una cosa es, por favor, en contexto de enfermedad de pacientes pediátricos, no hacer caso a abuelita, vecino, cuñada, el famoso chat de WhatsApp. Por favor, acudir al médico, es lo más importante. No automedicarse y no ingerir infusiones de plantas, las plantas son peligrosas para los niños.
Estamos hablando del contexto Kawasaki o COVID-19, donde se produce un proceso inflamatorio de todos los aparatos, todos los órganos y sistemas. Si sumado a ese proceso inflamatorio, nosotros tomamos plantas que no conocemos la dosis, que no conocemos si de verdad tienen un efecto benéfico o no, le causamos un daño extra a los niños en el hígado y los riñones. Incluso, el niño puede morir por intoxicación por planta.
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