La ONG Gente para Servir-Caroní contabiliza 70 cárcavas en Ciudad Guayana. El último estudio formal lo presentó Protección Civil en 2015. Para entonces había 65, cinco de ellas activas.
Ciudad Guayana. Cada día surgen nuevos cráteres en Ciudad Guayana que con el tiempo se convierten en cárcavas o fallas geológicas en estos terrenos. La ONG Gente para Servir Caroní calcula que a la fecha hay más de 70 de estas formaciones en todo el municipio.
Lo preocupante es la mirada indolente de los gobernantes. Ni el gobierno municipal ni regional incluyen su atención en sus presupuestos. Tampoco lo hace la Corporación Venezolana de Guayana. El último estudio formal lo presentó Protección Civil Caroní en 2015. Hasta ese año eran 65 cárcavas en Ciudad Guayana, cinco de ellas activas.
Simón Yegres, miembro de la mencionada ONG y exconcejal, señaló que erróneamente se ha creído que la ciudad tiene una solidez por estar ubicada en los límites del Macizo Guayanés. No obstante, destaca que con los años surgieron nuevos procesos de formación de la tierra.
Aquí tenemos tierras arenosas, arcillosas, con granitos y ha habido procesos que se han dado con las aguas también. No nos hemos dado cuenta de la vulnerabilidad, y las autoridades que hemos tenido no han asumido la responsabilidad de la situación. Llegamos al punto que ya no sabemos cuántas cárcavas hay. Nosotros teníamos registro de 70 y ya perdimos la cuenta”, señaló Yegres.
Las declaraciones de prensa las dio en el Paseo Rotario de Puerto Ordaz. Justo a la entrada de la urbanización Campo C se formó una cárcava que prácticamente tomó una acera aledaña a una iglesia mormón en la zona.
Urgente atención
Yegres advirtió que la cantidad de cárcavas más la inversión y la técnica que requiere cada una llegó a tal punto que, intervenirlas “se traga” las finanzas de la Gobernación y la Alcaldía. “Ahora es monumental el monto económico”, sostiene.
Una propuesta de Gente para servir Caroní es la creación de un organismo propio dedicado exclusivamente a la atención de las cárcavas en Ciudad Guayana.
Entre las más de 70 cárcavas que ya existen en Ciudad Guayana, Yegres considera que una de urgente atención es la del sector Los Alacranes, en San Félix.
Ese espacio lo desalojaron en 2002 por el peligro para las viviendas. Aunque la zanja se intervino con trabajos de embaulamiento, con los años el área fue nuevamente habitada ilegalmente.
Con cada temporada de lluvia, esta se ensancha y toma cada vez más espacio de la Calle 7 de Los Alacranes. El 22 de diciembre un fuerte aguacero terminó por derrumbar una vivienda ubicada a escasos centímetros. Fue la tercera vivienda, de unas seis en riesgo, afectada en un lapso de tres meses.
Aunque reubicaron a la familia y prometieron una solución para este mes, aún se desconoce un plan específico para la atención de las cárcavas en Ciudad Guayana.
Además de esta, vecinos de Campo A3 también claman por atención urgente de los organismos. La rotura de dos tuberías, una de ellas de 16 pulgadas, socavó el terreno a tal punto que cada vez más socava el terreno y llega a un canal de la Vía Venezuela.
Lo mismo sucede en la avenida Atlántico de Puerto Ordaz. Una cárcava adyacente a la residencia Isla Dorada, tiene más de cinco años sin atención, y ya tomó la acera de dicha arteria vial.
Inversiones sin seguimiento
El ingeniero Simón Yegres recordó que el tema de las cárcavas en Ciudad Guayana se incluyó en la creación del Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL).
De allí surgieron siete planes especiales. En esos se menciona el sector Castillito y Santa Rosa, y las afluencias del Caroní. Allí se indica que hay que atender algunas fallas geológicas en los terrenos para darle mayor estabilidad. Es inconcebible que en la actualidad no aparecen ni en el presupuesto de Gobernación, Alcaldía o la CVG. Es como que no existiera”, cuestionó.
Entre 2012 y 2014 hubo una serie de inversiones de la Gobernación de Bolívar, la Alcaldía de Caroní y créditos adicionales aprobados por el Consejo Legislativo, para la atención de las cárcavas. Solo una la repararon por la presión que generaron las protestas de vecinos. Esta fue la de Churúm Merú, en Puerto Ordaz.
Los otros créditos fueron para las cárcavas de La Victoria y Cañón del Diablo, y de esta última apenas se reparó la mitad del embaulamiento. Para la otra no hay registro del más mínimo trabajo. Incluso hay viviendas a orillas de ese gran cañón convertido en un basurero, pero también de la fuente donde los vecinos recogen agua de una tubería.
El diputado del Consejo Legislativo en Bolívar, José Villarroel, se comprometió a presentar nuevamente el caso para hacer un seguimiento de los créditos que se aprobaron, sin que se realizaran los trabajos previstos.
El sitio web agriculturers.com define a las cárcavas como “la forma producida por la socavación repetida sobre el terreno, debido al flujo incontrolado de los escurrimientos superficiales. Son zanjas más o menos profundas, provocadas pro la erosión laminar”.
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