Hasta 150 dólares en cementerios abandonados y desmantelados por chatarreros pueden gastar sucrenses por una fosa

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En una entidad empobrecida como Sucre, en el que la dependencia de las subvenciones del Estado cada día es mayor, los ciudadanos buscan alternativas para pagar el servicio funerario en cuotas y amortiguar las tarifas establecidas en divisas, incluso, en cementerios públicos.

Cumaná. “El cementerio de Cumaná está abandonado, hay fosas destapadas, los chatarreros se han llevado hasta las tapas de las alcantarillas y lo que queda son escombros”. Así detalla María Pineda, nombre ficticio de una trabajadora de las cuadrillas de mantenimiento dispuestas por la Alcaldía del municipio Sucre, el panorama del Cementerio General de Cumaná, previo a la conmemoración este 2 de noviembre del Día de los Fieles Difuntos. 

Pineda prefiere permanecer en el anonimato para evitar represalias en su contra, pues forma parte de los adultos mayores que llegaron desde el sector La Trinidad en la capital sucrense, para limpiar el Cementerio General de Cumaná sin apoyo logístico, ni herramientas de trabajo.

Por ese motivo, a mitad de la jornada, abandonó el lugar junto con sus compañeros; “porque así no se puede trabajar, no nos dieron ni agua”, dijo.

“Es que el cementerio solo lo limpian por el día de los alumbrados (difuntos)”, dice Ismelda Benítez, quien permanece en la entrada del camposanto para prestar su servicio de abrir las fosas al momento del sepelio o limpiarlas, según sean los requerimientos de los familiares de los difuntos. 

Benítez asegura que los domingos son más concurridos, visitantes y vendedores con paquetes de flores, que van desde un dólar o su equivalente en bolívares, colman el lugar pero entre semana, son pocas las personas que se acercan al sitio, a menos que se realice algún sepelio.

El Cementerio General de Cumaná luce desolado y la sensación de inseguridad es evidente, trabajadores advierten que hay zonas en las que no se puede transitar por el temor a ser víctimas de un robo, aunque un representante de las oficinas de dirección, asegura que “la inseguridad está controlada y hasta presos se han llevado a los chatarreros”.

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Trabajadores indicaron que el cementerio de Cumaná solo es tomado en cuenta cuando se celebra el Día de los Difuntos. Foto: Cortesía

Mientras un cerro de maleza es amontonado en los pasillos, los empleados arrastran sus escobas desgastadas, para curiosear una osamenta de un difunto del año 1970 y cuyas placas fueron levantadas por los amigos de lo ajeno.

Mira, lo que se ven son puros huesos y también hay otros envueltos en bolsas blancas bien apretados pero esos no pueden ser los muertos de COVID- 19, porque son viejos pero les están robando todo. Yo tengo a mi mamá ahí y ni sé dónde estarán sus huesos”, agregó María, mientras caminaba cuesta abajo por todo el barrio San Francisco.

El panorama del Cementerio Municipal de Cumaná no es distinto al de los camposantos ubicados en sectores como: El Peñón, Caigüire y la parroquia San Juan que además, han sido afectados por las lluvias y la saturación de suelos. 

A la par de ello, el Parque Cementerio de Cantarrana, que tenía una figura semiprivada, extraoficialmente se conoció que ahora está bajo pleno control gubernamental. 

Atrás quedaron proyectos como la creación de un crematorio en Cumaná, debido a las quejas comunitarias en contra de la contaminación ambiental y las afectaciones que provocaría en los vecindarios adyacentes. Actualmente, solo se puede observar una estructura de cemento frente al cementerio general y el proyecto fue trasladado al municipio Ribero, en el que también fue rechazado por las comunidades.

Desde entonces, las autoridades municipales y estatales no mencionaron el tema y los sucrenses interesados en los servicios crematorios deben trasladar el cuerpo hasta Maturín, estado Monagas. 

Previsión funeraria en divisas

Luego de la pandemia por coronavirus, aunado a la crisis que atraviesa el país, pagar los servicios de previsión funeraria dejó de ser una opción para la población sucrense, que destaca entre las más pobres del territorio nacional.

En el estado Sucre, más de 50.000 trabajadores dependen de la administración pública y la inmensa mayoría no solo ha perdido la garantía de servicios médicos, sino los funerarios que, además, abarcaban hasta nueve miembros de un núcleo familiar.

Ramón Gómez, secretario general del Sindicato Único de Empleados Públicos del estado Sucre (Suepples), advierte que el beneficio es garantizado para aquellos trabajadores que tienen contratos con los gremios a través de empresas privadas, porque el patrono incumple ese beneficio. 

Es así como los empleados y contratados pagan mensualmente una cuota de al menos dos dólares, o su equivalente al cambio en bolívares, para obtener el beneficio contratado en convenios establecidos por las instituciones gremiales que les permita garantizar la adquisición de una urna y la preparación del difunto en caso de ser necesario y, de esa manera, completar el monto total de la cobertura que puede superar los 300 dólares.

La situación no es distinta para el magisterio sucrense, cuya cláusula de gastos funerarios no ha sido discutida con el patrono en la contratación colectiva; sin embargo, les descuentan 15 bolívares mensuales que son entregados a la Federación de Trabajadores del Magisterio (Fetramagisterio), para cumplir con la empresa contratada por una cobertura de 2000 bolívares o su equivalente en divisas.

El gremio espera elevar la cobertura a 4000 bolívares en noviembre para garantizar un servicio básico, según Jesús Malavé, presidente del Sindicato Unitario del Magisterio (SUMA), Sucre.

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A quienes encargaron de la limpieza del camposanto no les dieron ni escobas. Foto: Cortesía

Pero el gasto no queda allí y los precios se pueden elevar para cubrir el costo de la fosa, que puede superar los 200 dólares en el cementerio municipal y 600 dólares en el Parque Cementerio, ubicado en el sector Cantarrana. 

Solo la preparación del difunto puede alcanzar los 30 dólares y el traslado puede superar los 80 dólares –todo dependerá de la distancia del trayecto-.

Lo cierto es que al momento de perder a un ser querido, los familiares buscan la manera de resolver un sepelio digno y contratar por lo menos los servicios funerarios básicos, aunque para ello tengan que endeudarse.


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