Cifras epidemiológicas en Venezuela se guardan tanto como las joyas de la corona

cifras epidemiológicas

“Hay casos ‘comunitarios’ [de COVID-19] en Venezuela”, dijo Maduro en cadena nacional, palabra que usó en sustitución de la empleada por los técnicos en el mundo entero: autóctonos, que son los transmitidos de persona a persona.

Caracas. El conteo de las cifras epidemiológicas respecto a la pandemia de la COVID-19 en Venezuela se ha dado por cuentagotas y se guarda más que las joyas de la corona:

  • El 13 de marzo, el Gobierno da cuenta de dos contagios positivos, que aumentan 400 % el día siguiente, para un total de 10 enfermos.
  • Del día 15 en adelante las variaciones en porcentaje, salvo el 18 de marzo cuando no se movió el reporte, las alzas de personas con el virus han estado por debajo del 100 %.
  • Solo del 15 al 16 se dobló la cifra. Para el 25 de marzo se tenía oficialmente 91 casos. Hasta el 23 de marzo Nicolás Maduro mantuvo la tesis de que todos eran importados.

De la noche a la mañana, el mandatario sale en cadena nacional diciendo que hay casos “comunitarios”, palabra que usó en sustitución de la empleada por los técnicos en el mundo entero: autóctonos, que son los transmitidos de persona a persona. No discriminó esas cifras epidemiológicas por zonas geográfica, tampoco por edades, ni sexo.

Desde que se conocieron los dos primeros casos, las estadísticas actualizadas del comportamiento de la pandemia en Venezuela nunca han venido por boca del ministro de Salud, Carlos Alvarado, ni han sido respaldadas por un cuerpo colegiado. Son la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, y sus ministros de Comunicaciones, Jorge Rodríguez y de la Defensa, Vladimir Padrino López, quienes han llevado la batuta en la materia, lo que ha dejado una montaña de dudas.

Las cuentas no dan

Tomando referencias de Monitor ProDavinci, los epidemiólogos explican que el número de casos confirmados tiene una relación directa con el número de pruebas de diagnóstico que se realizan. Es decir, mientras más pruebas se hacen en proporción a una población, hay una mayor probabilidad de que más casos sean detectados. 

En la actualización presentada el 24 de marzo, Nicolás Maduro informó que se han detectado 91 casos confirmados de COVID-19 en Venezuela. Sin embargo, el reporte por estados que leyó de la cifra de casos confirmados sumaba  92. También Jorge Rodríguez el día 22 de marzo hablaba de 77 contagios y en el gráfico que proyectaba se leía 76. 

Se pudiera pensar que son errores válidos en una alocución en vivo. Sin embargo, Rodríguez ratificó el número en vez de corregir, situación que pone aún más en entredicho la curva y comportamiento del virus desde la perspectiva gubernamental.

Otro dato que no ha sido aclarado es el número de recuperados, 15 en total. No se sabe dónde están localizados, las edades, si eran casos leves, cuál tratamiento se aplicó, y si cuando dieron positivo tenían días con la enfermedad.

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Hasta este 26 de marzo van 10 días de la cuarentena nacional.

En el gráfico que presentó en aquella oportunidad también se lee que la incidencia en el Distrito Capital para el 24 de marzo era de menos seis casos. La cuenta de 19 contagios que había hasta el día 22 de marzo terminó totalizando 14. 

¿Qué ocurrió con esos seis casos? No lo explicaron. El doctor José Félix Oletta sostiene que es posible que el cambio en la cifra sucediera a causa de la reubicación de casos por sitio de residencia, razón por la que el dato fue corregido. “Pero eso no explica que la suma total esté equivocada. Es 92 y no 91”, añadió.

Los epidemiólogos dicen que la fecha en que se confirma cada caso es posterior a la fecha de contagio, en consecuencia, el inicio de la confirmación de casos no coincide con el inicio de la epidemia. Para ellos es necesario que se explique la trayectoria de los casos porque eso dará un panorama más claro, estadísticamente hablando, del comportamiento del virus.

El impacto de las cifras

La COVID-19 ha infectado más de 462.000 personas en todo el mundo, en 187 países (más de 81.600 en China, donde se han registrado más de 3500 muertes). 

La cifra de decesos en todo el planeta supera los 21.000 y la de los recuperados, los 113.000. 

Fuera de China, Italia es el país con más casos y España el cuarto más perjudicado, con casi 50.000 positivos. Eso también lo ha dicho Maduro en sus cadenas. 

Italia y España ya superan a China con los fallecidos, 10.900 este mes de mazo.

Las doctora infectóloga Ana Carvajal, integrante de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional y de la Alianza Venezolana por la Salud, aclara que la transparencia de las cifras es muy importante, pues habla del impacto que se está teniendo en grupos que están siendo infectados, quiénes están muriendo, edades, enfermedad de base. 

Y señala: es el ministro de Salud y no los políticos los que deberían estar dando las cifras epidemiológicas.

Por otra parte, el plan de respuesta a la pandemia debería estar en manos de los expertos venezolanos y de las sociedades científicas. En Venezuela contamos con excelente profesionales. No debería estar dirigida por los cubanos.

Carvajal, quien se suma a la exigencia antes hecha por el doctor Julio Castro, sostiene que el Gobierno debería empezar a publicar el boletín de las cifras epidemiológicas, que no presenta desde hace cuatro años.

“Con la transparencia de la data se evalúa el verdadero impacto de la pandemia y se establecen acciones de salud pública en la población”, insiste.

El patrón informativo aplicado hasta ahora es inestable: los números que se ofrecen en transmisión televisiva se hacen unos días en la tarde y otros en la noche, se desconoce si es porque el Gobierno espera el corte de los resultados enviados por el Instituto Nacional de Higiene o si es debido a que analizan las estrategias preventivas a seguir para evitar la propagación del virus.

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Algunos estados imponen penas de cárcel de hasta 48 horas para las personas que violen la cuarentena.
Dime de qué alardeas y te diré de qué cojeas

Lo cierto del caso es que hay mucho que aclarar después de 13 días de declarados los dos primeros casos y tras dos semanas en cuarentena. Uno de los puntos a discutir, por ejemplo, es la infraestructura hospitalaria con la que se cuenta. 

A principios de febrero, cuando la epidemia estaba en aproximadamente 18 países, el doctor Alejandro Rísquez había dicho que los pacientes con la enfermedad (cerca de 8 a 15 %) van a necesitar terapia intensiva

Además, indicó que se necesitan salas aisladas para su proceso hospitalario, “y aquí si acaso llegamos en todo el país a 80 camas de terapia intensiva. En el J. M. de Los Ríos, por ejemplo, de 11 solo están disponibles dos, además no tienen Rayos X ni resonador”.

Maduro, por su parte, habla repetidamente de los “centros centinelas” y ha dicho que dispone de 23.762 camas de hospitalización: 11.000 pediátricas, 4003 en los Barrio Adentro, 4759 de la red privada y 4000 de hoteles.

Ahora bien, de la camas de cuidados intensivos, en el sistema público dispone de 450, en Barrio Adentro (es de suponer que se refiere a los CDI) 573 y en la red privada cuenta con 190, para un total de 1213 camas.

No obstante lo anterior, al comparar esas cifras con el resultado que salió de la reciente encuesta realizada por la asociación civil Médicos Unidos de Venezuela (MUV) en 128 hospitales, 279 clínicas privadas y 65 ambulatorios y consultorios, entre el 27 de febrero y el 1° de marzo de este año, el panorama no es nada alentador:

  • El sistema público en Venezuela tiene 145 hospitales tipo I; 51 tipo II; 39 tipo III y 26 tipo IV, todos pertenecientes al Ministerio de Salud. Del Seguro Social son 36 entre I, II, III y IV y militares disponen de nuevo. Todo esto da 306.
  • De ese total, el Gobierno seleccionó a principios de marzo a 46 como centros centinelas, en los cuales tienen disponibles 206 camas UCI, de acuerdo con el plan de acción del Ministerio de Salud, para ese momento. En dos semanas aumentó 1076 camas UCI.
  • La consulta hecha por MUV a 1014 médicos especialistas, residentes y generales reveló, además, que en los centros hospitalarios de la red pública no están operativas las unidades de terapia intensiva (35 %); que en 46,6 % no funciona el servicio de Rayos X; que en 94,2 % están dañados los equipos de tomografía o resonancia y que en 51 % no tienen insumos como guantes, tapabocas, jabón, lentes de seguridad, batas descartables.
  • Se contaron además las deficiencias en los servicios de agua y luz, esenciales en todas las áreas hospitalarias, en especial las de cuidados críticos.

Con las cuentas así no es difícil adivinar que el sistema de salud con la programación que presentó el Gobierno cojea de una pata.

Venezuela vive una crisis humanitaria compleja, que comenzó con la escasez de medicinas y el colapso de los hospitales. Incluso los módulos de Barrio Adentro no se escaparon de esa realidad. Hay unos que están cerrados, como el de La Rinconada y el de la calle La Floresta en Prado de María, en el municipio Libertador

Hay un déficit de médicos, muchos de ellos intensivistas. Lo que deja a continuación otra duda: ¿Con cuántos médicos y enfermeras cuenta el Gobierno para atender esas camas? 

Esta es la semana dos de la epidemia. Más adelante se verá cómo se comporta la curva de infección, teniendo en cuenta que para el 25 de marzo había 106 casos confirmados y 1830 pruebas en despistaje.


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