Según una fuente cercana a los grupos armados de esta parroquia, los negocios con armas son una de las principales fuentes de financiamiento y los presos unos de sus clientes.
Caracas. La compra y venta de armas legales o ilegales es el sustento de los colectivos del 23 de Enero. Un fusil, a lo que más le dan valor, presuntamente pueden venderlo entre 2 y 3 millones de bolívares.
También ofertan granadas en 80 mil bolívares y las armas cortas entre 500 y 600 mil bolívares. Todo depende de la forma en que se obtengan: si son legales, con porte de arma o carnet de funcionarios “hay que bajarse de la mula”; pero si son ilegales baja un poco el precio, pues son seriales “sucios”.
Según la información suministrada por un miembro de estos grupos armados, presuntamente la venta suele realizarse a cárceles o fuentes externas con las cuales hacen negocios. Sostuvo que en la parroquia hay gran arsenal, incluyendo dos supuestas tanquetas dentro del territorio de La Piedrita, hacia la zona de La Libertad de El Observatorio.
“Aquí hay de todo, bazucas, tanquetas, fusiles, armas de todo tipo y color. Los colectivos se nutren de la compra y venta de armas. A veces venden una de algún caído, recogen esa pistola y después la venden”, soltó, sin querer identificarse por estrictas medidas de seguridad.
Detalló que en muchas ocasiones funcionarios con altos rangos, de los diferentes cuerpos de seguridad e inteligencia del país, están involucrados con estos negocios. Sin embargo, aseguró que también hay políticos relacionados con ellos.
Vacuna como ingreso fijo
Diariamente los comerciantes que se ubican cerca de la estación del Metro Agua Salud, a partir de las 5:00 am, deben cancelar 500 bolívares a los grupos armados, a cambio de seguridad.
“Se está pendiente de que no haya ninguna irregularidad. Este pago por el cuidado va a un fondo social y se ayuda en la comunidad, arreglar calles, casas o si algún vecino necesita dinero para una operación”, explicó, y dejó claro que no era por ayuda gubernamental que le metían mano al barrio.
Dentro de este control que ejercen también con los comerciantes, hay una medida para los bachaqueros que pretenden vender artículos regulados con exceso valor.
“No puede bachaquear, no pueden ponerle tan cara la comida al pueblo. Bachaquero que se vea por el Metro vendiendo se le decomisa la mercancía, está prohibido sacarle los ojos a los vecinos de la parroquia”, enfatizó.
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Fotos: Angeliana Escalona
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