La más reciente película del cineasta estadounidense está actualmente en cartelera. Es una historia de descubrimientos entre un viejo vaquero y un rebelde adolescente

Caracas. Clint Eastwood es siempre una buena ocasión para volver a las pantallas. Sus historias no generan indiferencia, siempre potenciadas de una fuerza humana, de respeto y admiración por las decisiones personales, así como de comprensión por las consecuencia de cada acto del individuo.

Esta vez el cineasta estadounidense firma Cry Macho, que dirige y protagoniza. Una historia ambientada en los años setenta, y ubicada en zona fronteriza entre Estados Unidos y México. 

Interpreta a Mike Milo, quien fue una ex estrella del rodeo, habilidoso hombre sobre el caballo, que ahora enfrenta sus últimos días sano, pero en el tedio de quien no se halla en el retiro. Criador de caballos con mil historias en mente, y con una deuda de vida, de esas que se mantienen en cada página que se pasa.

Cry Macho cuenta cómo el antiguo jefe de Mike le pide al viejo vaquero que viaje a México. El otrora patrón desea de vuelta a su hijo, Rafael “Rafo” Polk (Eduardo Minett), quien vive en otro país con su madre. Considera que allá corre peligro, pues su mamá se mueve en un círculo de matones y corrupción.

Cry Macho
Rafael «Rafo» Polk es interpretado por el joven actor mexicano Eduardo Minett

El protagonista ve con extrañeza el encargo. Al principio no acepta, pero le recuerdan que en la vida hay que saldar, que hay compromisos que se adquieren antes de que surjan como retos. Y Mike Milo estuvo a punto del abismo, entre vicios y otras malas decisiones.

Emprende el viaje, en este western, esta road movie, sobre una camioneta que se convierte en lugar de lecciones. Llega a Ciudad de México, donde se encuentra la opulencia de la señora preparada a las estrategias de su expareja.

Conoce al muchacho, que vive una vida paralela a los lujos de casa. No está en la pobreza, pero las ínfulas de su edad lo llevan al límite en una vida de apuestas y demás peligros. Figura del mundo de las peleas clandestinas de gallos, y él tiene el suyo: Macho, único apego que se vislumbra en su necesidad de mucho más.

Mike Milo llega a él, renuente al principio, pero luego entusiasmado por la promesa de ir a Texas con el padre. Entonces, comienza el camino de regreso, hacia el futuro prometido.

Cry Macho
La película fue filmada entre los meses de noviembre y diciembre del año 2020

Cry Macho es así una aventura en la que Mike y el joven se van conociendo en el trayecto, para nada fácil además, pues son perseguidos por matones y policías impulsados por la madre del adolescente. 

La aridez de esa zona de México es el escenario para que estas dos personas reinterpreten sus convicciones, sus maneras y anhelos. En el camino hay sorpresas que vigorizan sus personalidades, a la vez que replantean rumbos.

El viejo cowboy se reencuentra con el ímpetu de sus años anteriores, aquellos en los que en el rodeo dominaba a la bestia. Solo que esta vez, la bestia es domada de otra forma. Se encuentra en él, pero también en el joven, que trata de encontrar la paz entre tanta incertidumbre a tan corta edad.

En Cry Macho hay un claro subrayado en la relación con cada animal de la trama. Por ejemplo, el gallo se convierte en figura relevante no solo para la resolución de conflictos, sino como objeto de reflexión ante las circunstancias durante el trayecto. 

Mientras, las enseñanzas de Mike para que el joven aprenda a cabalgar no son más que el guiño a ese enfrentamiento de emociones que cada uno vive desde su punto de vista, momentos previos a las decisiones trascendentes que cada uno debe tomar.

Cry Macho
En Cry Macho podemos ver nuevamente a Clint Eastwood de regreso a los caballos

Está basada en una novela de N. Richard Nash, quien también escribió el guion junto con Nick Schenk, guionista que ha trabajado con Clint Eastwood, de 91 años de edad, en La mula (2019) y Gran Torino (2008). Fue filmada durante la pandemia, a finales de 2019. Actualmente, está en la cartelera venezolana, distribuida por Blancica. 

Cry Macho no es una de las películas de Clint Eastwood para un listado de las cinco mejores. No es lo que llaman una obra maestra, pero el largometraje posee una cálida sencillez en sus pretensiones, con la finura de un gran cineasta, que en su experiencia se convierte en una película poderosa desde la simplicidad.


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