Este 9 de agosto se cumplieron seis años del último cierre de este patrimonio arquitectónico y cultural de la Nación, objeto de varias intervenciones que comenzaron en 2013 cuando Tareck El Aissami era gobernador de Aragua.
Maracay. “Gómez lo construyó en tres años y nosotros llevamos seis con el Ateneo cerrado. Es demasiado tiempo. Queremos además contraloría social para saber en qué se han gastado al menos cinco presupuestos en el Teatro Ateneo de Maracay (TAM). Es un derecho de los aragüeños y maracayeros”, señaló Nelson Escalona, cineasta aragüeño.
Este es solo uno de los tantos reclamos que se escucharon el pasado 9 de agosto frente a la sede del Teatro Ateneo de Maracay (TAM), fecha en la que se cumplieron seis años del último cierre de esta obra, patrimonio arquitectónico y cultural de la Nación y que desde 2013 ha sido objeto de varias intervenciones, hoy inconclusas.
Para la ocasión, un grupo de cultores de Aragua realizó una toma simbólica frente al TAM, para exigir del Gobierno Regional, no solo la reapertura del teatro, sino también para saber en qué se ha gastado la ingesta de recursos que se ha invertido en este icónico teatro, construido por órdenes de Juan Vicente Gómez e inaugurado el 24 de junio de 1926.
“Es inaudito- refiere Escalona- que mientras Gómez tardó cuatro años en ver la obra concluida, los maracayeros tienen 6 años con el teatro cerrado y que hoy está vacío”.
De esto da cuenta el fotógrafo y también cineasta, Daniel “Hippie” Peña, quien asegura que dentro del TAM no hay nada.
Allí solo están el escenario y dos vigas que se pusieron de lado y lado. El resto está peor que antes de que lo desarmaran”, asegura sin tapujos.
Peña señala que las butacas originales desaparecieron. Inclusive asegura que, algunas fueron regaladas y el resto, están pérdidas y arrumadas en otros espacios en los que un incendio de vegetación terminó por destruirlas.
“Lo que estamos peleando es la reapertura del teatro, en el cual muchos de nosotros nos formamos como artistas, como creadores. Todo eso se ha perdido allí. Seis años cerrado y solo maquillaje”, señala.
Y es que, en 2021, cuando el TAM cumplió 95 años de fundado y luego de una extensa investigación periodística publicada por Crónica.Uno, en la que se daba cuenta del deterioro de la obra y de las innumerables intervenciones, el teatro fue objeto de una nueva reparación, que apenas consistió de una nueva capa de pintura solo de su fachada.
La inclemencia del tiempo y del olvido, ya habían agrietado la parte externa, diluido la pintura, y oxidado la sempiterna cerca con la que encerraron el Teatro.
Otra de las voces que se alzó para exigir la reapertura del teatro, es la del artista plástico, Antonio Cabezas, autor de La Corte de los Milagros, un mural que por años dio la bienvenida en la entrada del TAM.
“Se ha gastado una gran cantidad de dinero en elementos menores y se ha utilizado la palabra restauración cuando en realidad lo que se ha hecho es una intervención, que por cierto nunca fue consultada a nadie”, señala el muralista español radicado en Aragua desde muy joven.
Cabezas denunció, que las ventanas originales hechas en hierro, fueron sustituidas por unas de chapa de madera que, con el tiempo, también van a requerir mantenimiento.
De biblioteca a café
Los cultores de Aragua, no solo están pidiendo respuesta sobre el destino del TAM. También exigen de las autoridades regionales, información detallada sobre otra serie de obras que forman parte del patrimonio cultural de la región.
María Colmenares, enumera parte de la infraestructura arquitectónica patrimonial de la región, que ha sido intervenida por el Estado, sin que se haya dado cuenta de qué se ha hecho y cómo se ha hecho.
“Estamos pidiéndole a la gobernadora, a través de una audiencia, que nos diga cuáles son las políticas culturales para el patrimonio del estado, para la protección social de los cultores y para las manifestaciones populares”, anunció.
Entre las obras arquitectónicas y patrimoniales que han sido o son objeto de intervención, Colmenares menciona, por ejemplo, la Plaza de Toros de Maracay, el Centro cultural Higuaraya Capanaparo, La Casa Los Andes, la Concha Acústica, La escuela de Danza “Andrés Oropeza” y la cinemateca de Aragua, que fue cerrada cuando Rafael Isea fue Gobernador de Aragua.
También denunció, cómo se pretende convertir la biblioteca pública “Augusto Padrón”, en un café: “En ningún país del mundo, destruyen y botan los libros”, dice con estupor.
Una tragicomedia de recursos
“Sube el telón. Nuestro Teatro Ateneo de Maracay reabre sus puertas al pueblo. Aragua potencia cultural”, escribió el entonces gobernador Tareck El Aissami en agosto de 2014, en su cuenta Twitter @TareckPSUV, cuando daba por reinaugurado el TAM, después de casi un año de su primera intervención durante el periodo chavista.
Esa primera fase, implicó la erogación de 351.116.000 bolívares, cuyos recursos fueron ejecutados por la secretaria sectorial para la Infraestructura y Desarrollo Urbanístico de Aragua, a cargo en aquel entonces, de Adnan El Maaz, presidente además de Construcciones Aragua (Construaragua S.A.), y tío de Riada Rudy Aamer, esposa de Tareck El Aissami.
Las obras en su totalidad requerían una inversión de 5,6 millones de bolívares e incluían la repotenciación del sistema de aire acondicionado, sustitución de butacas y alfombras, pintura interna y externa, emplomado del piso y la reconstrucción de los baños y camerinos, entre otros trabajos de envergadura.
Antes de su reapertura en 2014, El Aissami anunciaba un nuevo crédito adicional de 2,4 millones de bolívares, pues el TAM aún presentaba daños y deterioro en las fachadas y paredes.
Dos años después de esta restauración, el Teatro Ateneo de Maracay fue cerrado nuevamente, para continuar con los trabajos de rehabilitación y modernización. Previamente, en octubre de 2015, Nicolás Maduro aprobó 850.000.000 de bolívares.
El gobernador de Aragua aseguraba un avance de las obras en 55%; y prometía su culminación para diciembre de 2016, año en el que el TAM cumplía 90 años de fundado.
En aquel momento, el arquitecto José Pulido, coordinador de los trabajos de restauración, anunciaba el aumento del aforo de 280 a 360 butacas, además de trabajos a mano para la pintura de las molduras y los plafones del techo, así como la ampliación de los baños del teatro, rehabilitación en los sistemas de drenaje de aguas, la modificación de las áreas exteriores y el remozamiento de las fachadas y del bulevar como una extensión de este centro cultural.
“Habrá una serie de módulos con las mismas características arquitectónicas del Ateneo, donde se van a distribuir mesas y la gente va a poder compartir, va a haber café concert, van a tener unas tarimas externas para que los espectáculos vayan a la calle”, informaba entonces el arquitecto.
Pero en septiembre de 2017, el TAM aún se mantenía cerrado, y El Aissami, quien para ese momento ya ocupaba el cargo de vicepresidente ejecutivo, repetiría su promesa; esta vez la de reabrir el teatro en diciembre de ese año.
Entonces, más recursos fueron aprobados para la culminación de las obras.
Estos recursos, 1.363.000.000 de bolívares, nos van a permitir acelerar la construcción y culminación del TAM. Estamos culminando las obras civiles, terminando de instalar los componentes tecnológicos para la parte final que es el mobiliario, butacas, sonido e iluminación”, dijo el vicepresidente en aquel momento.
En 2017, Caryl Berto, la sustituta de Tareck El Aissami, luego de su designación como vicepresidente de la República, anunciaba un avance del 80 % de las obras en el teatro.
El arquitecto José Pulido, había prometido en julio de 2017 que “en el último trimestre de este año, le estamos entregando a la gobernadora Caryl Bertho y al pueblo aragüeño esta hermosa estructura patrimonial”.
Otra promesa incumplida. Como la que hizo Rodolfo Marco Torres cuatro días después de resultar electo como gobernador de Aragua en octubre de 2017.
Inaugurar los parques de agua, Codazzi, el parque Santos Michelena, el Zoológico y obras iniciadas por nuestro vicepresidente Tareck El Aissami; y el Teatro Ateneo de Maracay”, dijo Marco Torres durante su alocución.
Es así, como en agosto de 2018, el Consejo Legislativo de Aragua, con absoluta mayoría oficialista, aprobó un crédito adicional de 170.000.000.000,00 de bolívares, con el fin de cubrir la “adecuación de las instalaciones mecánicas, acabados y puesta en marcha del Teatro Ateneo de Maracay, ubicado en el municipio Girardot”, según reseña del departamento de Prensa del Cleba.
Los aportes fueron refrendados según decreto N.º 6635 de la Gaceta extraordinaria N.º 342.
En enero de 2018, otro crédito adicional es aprobado por los legisladores aragüeños, por un monto de 11.200.000,00 de bolívares, para la instalación de mobiliario y central de incendio.
Puro teatro
Sin embargo, nada evidenciaba la reapertura del TAM. El 24 de junio de 2018, dos días después de que el teatro cumpliera 92 años, el entonces gobernador anunciaba a través de una publicación en el portal de noticias oficialista Ciudad Maracay, que los trabajos de recuperación garantizarían el funcionamiento de este espacio cultural.
“Las labores para restaurar este espacio se siguen ejecutando, así como la reposición de sus condiciones arquitectónicas, artísticas y funcionales originales. Existe una mística necesaria para conservar el origen de sus ambientes, los cuales contarán con todo el esplendor de sus inicios”, prometía Marco Torres.
El Teatro Ateneo de Maracay, recién cumplió el pasado 24 de junio, 96 años. Lo hizo, cerrado y cercado, escenificando una obra de desmantelamiento, corrupción y olvido.
El Teatro Ateneo de Maracay, fue declarado monumento histórico de la Nación, el 15 de abril de 1990, según gaceta oficial Nº 35441. Forma parte del inventario de sitios de interés artístico y/o arquitectónico que constituyen el patrimonio cultural del estado Aragua, según el Artículo Nº 31 de la Gaceta Oficial del Edo. Aragua Nº 610 de fecha 21 de noviembre de 1997.
Además, el TAM fue incluido en el catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004 – 2007, como un Bien de Interés Cultural (BIC) según Resolución Nº 003-05 de fecha 20 de febrero de 2006. Tres años después, fue declarado patrimonio del estado Aragua, según decreto Nº 4711, publicado en la Gaceta Oficial del Estado Aragua.
Fue diseñado, por órdenes de Juan Vicente Gómez, por el ingeniero Ricardo Razetti, y supervisado por el merideño Epifanio Balsa Dávila
La inversión de entonces fue de 24.000 bolívares. Incluía, entre otros elementos, 54 ventanales, 700 butacas y 24 lámparas de bronce que se idearon para dar luz y calidez en el interior, dos de las cuales representaban las artes escénicas griegas: la comedia y la tragedia.
Las mismas que a lo largo de ocho años de supuesta restauración, han sido las únicas manifestaciones artísticas que se han representado en el Teatro Ateneo de Maracay.
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