Al menos 43 derrames petroleros se han registrado en el estuario zuliano, según la organización Clima 21, mientras los pescadores que hacen vida en el lago más grande de Suramérica temen morir de mengua.
Maracaibo. El panorama no es alentador en las zonas pesqueras del estado Zulia, pues San Francisco, Barranquitas, La Cañada de Urdaneta y Santa Rita siguen en una situación crítica. Los derrames petroleros no cesan a pesar del compromiso adquirido por el gobierno nacional de sanear el lago de Maracaibo para que más de 10.000 pescadores puedan continuar con sus faenas diarias.
“Desde que mamá nos echó al mundo estamos pescando”, dice María Flores de 68 años de edad, habitante del sector pesquero El Hueco de Machiques de Perijá. La mujer, que representa el consejo comunal de su zona, explica que hace 14 años no se limpian las playas que otrora fueron zona turística.
Ella, al igual que sus más de 2000 compañeros, han tenido que vender embarcaciones, cerrar playas e ir cada vez más lejos a pescar.
Hace nueve meses que estamos peor que nunca, medio comiendo, haciendo sacrificios. Yo perdí todos mis chinchorros, solo me quedó una playa en Barranquitas para medio sostenerme y dos botes que se van todos los días para El Hueco y Laguneta a pescar, porque aquí ya no hay donde, los pescados salen llenos de petróleo”, cuenta Flores.
Para María el agua cristalina donde aprendió a pescar desde niña es solo un buen recuerdo, ahora describe: “El agua está negra”.
Pesca en baja
En Barranquita la pesca ha bajado más del 90 %, según los pescadores de la zona. Gastan hasta 120 litros de gasolina para trasladarse desde Machiques de Perijá al municipio San Francisco, donde solo a veces pueden pescar algunas cangrejas o camarones. Eso apenas les alcanza para pagar el combustible y sustentar por un día a su familia.
“Hay mucho chinchorro perdido, las cangrejas salen llenas de petróleo y es duro porque en Barranquitas no hay otra fuente de trabajo que no sea la pesca. Cuando no cogemos cangreja, pescamos camarón y agarramos un poquito de ahí para sustento. Casi siempre vamos hasta Laguneta a pescar, que son un poco más de dos horas de viaje porque allá está más limpio el pescado”, explicó Flores.
De los 2000 pescadores que han sobrevivido en Barranquitas a la crisis del petróleo regado por todo el lago de Maracaibo, ya quedan muy pocos. La ruina teñida de negro no les ha permitido a más de la mitad levantar cabeza, como dice María.
Muchos han perdido lo poco que tienen y los que quedamos no estamos para seguir perdiendo inversión en gasolina, viáticos y todo lo que se necesita para cubrir una faena. Aquí no hay nada”, lamenta.
Mientras los pescadores de las zonas más alejadas de la capital zuliana esperan que la estatal petrolera cumpla su palabra de hacer una limpieza de las costas, los lancheros deben comprar gasolina a un dólar.
“La suerte de nosotros son los yukpas que traen de cinco a siete camiones para vender gasolina aquí. Para cubrir un día de pesca en Laguneta se gastan hasta dos pipotes de 70 litros cada uno y si no se agarra nada se pierde esa inversión y el gobierno lo sabe, pero no hacen nada”, dijo uno de los pescadores.
María asegura que los derrames y el desinterés del gobierno nacional ha traído ruina y hambre para sus iguales, dice que hasta ahora han logrado sobrevivir porque son un pueblo unido. “El que agarra un poquito de pescado, le da al que no agarra nada para que le haga comida a sus hijos y así vamos”, concluyó.
Altos niveles de contaminación
El pasado 19 de enero un grupo de representantes de los consejos de pescadores de los municipios San Francisco, La Cañada y Santa Rita presentaron ante el Ministerio Público pruebas que indican que el lago de Maracaibo mantiene altos niveles de contaminación.
Los pescadores entregaron un estudio científico que demuestra, a su juicio, que no hay mejoría en el estuario con relación a los derrames de crudo.
“Se llevó a cabo este estudio pues de manera constante dicen que no hay derrames petroleros y ya desde el punto científico técnico se comprueba que existe un alto punto de contaminación producto de los constantes derrames”, expresó Vileana Meleán, abogada y miembro de los consejos de pescadores de Barranquita.
Según la organización ambientalista Mapache Ecoaventura, el año 2023 cerró con un total de 22 animales afectados por derrames petroleros en el Lago de Maracaibo. Las especies van desde animales domésticos y tortugas hasta aves, de las cuales lograron salvar la vida de al menos 11 y devolverlas a sus espacios.
Pero 2024 parece no tener ningún cambio, pues esta semana Mapache recibió la segunda tortuga petrolizada del año. José Sandoval, presidente de la organización, dijo que el animal tenía el 100 % de su cuerpo petrolizado y que afortunadamente lograron retirar el hidrocarburo.
Lejos de la realidad
En julio de 2023, Nicolás Maduro anunció un plan de recuperación y descontaminación del Lago de Maracaibo. En noviembre del mismo año las autoridades de Ecosocialismo anunciaron que 1200 metros de costas estaban limpias y sin desechos petrolizados.
Este martes el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, informó a través del canal del Estado que se han extraído más de 140.000 toneladas de residuos del Lago de Maracaibo desde julio pasado.
“Parte de las toneladas recolectadas están impregnadas de petróleo, por lo que, con la ayuda de la estatal de hidrocarburos Pdvsa, han sido enviadas a centros de manejo en los que se desechan bajo los parámetros ambientales de rigor”, declaró.
Lorca ofreció detalles de las inspecciones a 150 plantas y zonas industriales cercanas al lago para evitar descargas en el agua que puedan favorecer el crecimiento de bacterias o cualquier tipo de algas.
Sin embargo, la organización Clima 21, a través de su coordinador Alejandro Álvarez, aseguró que no ha visto mejoras en el manejo de los derrames de petróleo por parte de Pdvsa.
“Tenemos dos años midiendo los derrames petroleros. ¿Y qué encontramos? Que no ha cambiado gran cosa. No hay mejoría en el desempeño ambiental de la industria petrolera venezolana”, dijo Álvarez en entrevista con Radio Fe y Alegría.
El especialista resaltó los “importantes daños en el Lago de Maracaibo y la costa occidental de Falcón, particularmente en los alrededores del golfete de Coro y el complejo refinador de Paraguaná. En estas zonas, pescadores locales exigen que Pdvsa aborde las fugas y derrames en curso”. Indicó que en los últimos seis meses se han registrado 43 derrames de petróleo, una cifra que se ha mantenido relativamente sin cambios.
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