Menos pesca y más contaminación se evidencia en las costas de Carabobo tras derrame en El Palito (II)

Derrame El Palito

Entre 2010 y 2018 Pdvsa derramó al medio ambiente 866.722,85 barriles de petróleo entre playas y campo, la cifra de derrames pudo duplicarse hasta hoy, según un informe de Provea.

Valencia. Al menos 25 kilómetros de la costa de Puerto Cabello están comprometidos por los derrames petroleros ocurridos el 26 de diciembre de 2023. Y ya hay registros de residuos en playas aragüeñas, lo que se traduce en aproximadamente 56 kilómetros afectados.

Autoridades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y el Ministerio de Ecosocialismo aseguran que todo está controlado, pero en las playas el escenario es otro.

Aunque el Estado indicó que 80 % del hidrocarburo fue recogido en Playa Blanca, una zona pesquera a 420 metros de la avenida, en varios peñeros aún se ven rastros de un color entre negruzco y marrón (hidrocarburos). En el lugar hay un puesto de seguridad y al menos 10 kioscos en los que los pescadores venden su mercancía.

Derrame El Palito
Fotografía: Armando Díaz.

En Playa Blanca el tema de los derrames petroleros parece una costumbre y le restan importancia.

Eso solo afecta la parte de arriba, tú quitas eso y todo vuelve a la normalidad, dice Héctor Petit, quien además afirma que en la zona no se vieron tan afectados, porque no están tan cerca de El Palito.

A diferencia de Petit, Ricardo Guédez, quien pesca desde hace más de 20 años en la zona, dice lo contrario.

Sí nos hemos visto afectados, ahora hay que ir más adentro en el mar para encontrar pesca. Regularmente viajan entre 5 y 10 millas náuticas mar abierto, ahora le agregan 12 millas más para pescar.

Desde el 26 de diciembre de 2023 se detectaron en las playas grandes cantidades de pescados, erizos de mar, cangrejos e incluso aves que murieron por el efecto de los químicos.

Derrame
Fotografía: Armando Díaz.

Pero la cosa no termina ahí. Para la bióloga Carmen Rodríguez, los derrames no pueden ser vistos como costumbre ni mucho menos. Ella se sustenta en que Venezuela, por su posición geográfica presenta una amplia zona costera.

“Aquí se encuentran ecosistemas marinos como playas, arrecifes de coral, manglares y praderas de fanerógamas (plantas con semillas) altamente susceptibles a la presencia de derrames petroleros que están asociados con esta actividad económica. Pueden ocurrir tanto por fallas o accidentes en el sistema de transporte del crudo o por materiales asociados en los buques; en el sistema de trasvaso o llenado de estos buques como en el sistema de distribución de estos materiales, a través de las tuberías respectivas entre las torres de producción, las refinerías o hacia los puertos o centros de distribución ubicados tanto en tierra como bajo el mar”.

Los peces se fueron

Una semana después los pescadores creyeron que todo volvió a la normalidad. Pero para Ronald Vargas, quien almuerza entre unos peñeros, no es así. De los 40 a 80 kilos que suelen conseguir los pescadores por día, en la actualidad solo consigue unos nueve kilos. Seis kilos de pargo y apenas tres kilos de carite. Eso desploma por encima del 80 % la obtención de pesca.

De esta manera el porcentaje de ventas se desploma, porque estos pescadores venden el kilo en 4 dólares, por lo que antes con 80 kilos percibían aproximadamente $320. Este último peso es una cantidad poco habitual, pero posible.

Fotografía: Armando Díaz.

Las aguas porteñas están llenas de una buena variedad de peces: pargo, carite, bonito, jurel, raya, cachicato, atún, dorado, lebranche, cojinúa y carachana, entre otras. Para las fechas la zafra es de canaleta, cojinúa y dorado.

Esta disminución de la pesca, derivada de los derrames petroleros, no solo afecta a Playa Blanca, sino a las otras cinco comunidades pesqueras: Boca Yaracuy, Palma Sola, Playa El Palito, Patanemo y Gañango.

Además de la pérdida de la pesca hay que destacar el daño a los cordeles, a las redes, a las boyas y a los peñeros que quedan teñidos de hidrocarburos.

Fotografía: Armando Díaz.
Veneno negro

Carmen Rodríguez, quien es profesora del Departamento de Biología de la Universidad de Carabobo, explica que los derrames sofocan los cuerpos de los animales, específicamente sus estructuras respiratorias. En esto hay que recordar que no se habla solo de peces y moluscos, organismos diminutos como el zooplancton también perecen.

Se dañan las mucosas y, en el caso de las aves, sus alas se ensucian y no pueden volar; sus pieles también sufren daños”.

La experta añade que todo concluye con el envenenamiento de las especies, lo que salpica también a organismos sésiles: corales, pastos marinos y raíces de plantas como los manglares.

La muerte es inmediata. Con el paso del tiempo estos hidrocarburos si bien no se ven flotando sobre el agua, por su peso sedimentan y se acumulan en los fondos marinos, ya sean rocas o arrecifes o en la misma arena, y alcanza profundidades mayores.

Al contaminarse las aguas y los organismos vivos, hay una alta probabilidad de daño al ser humano cuando ingiere los productos provenientes del mar.

La extensión del derrame dependerá de las características del material. Así lo detalla Rodríguez:

Si son volátiles, tipo gasolina, se evaporarán mas rápido, aunque su mancha de dispersión pueda ser mayor por los aceites que permanecen sobre la superficie del agua. Mientras que el crudo más pesado tenderá a ir rápidamente hacia el fondo, lo que provocará un daño mucho mayor si no es atendido a tiempo.

A esto le añade que una vez que llegan a la costa son más difíciles de retirar.

Que el mismo ministro de Ecosocialismo haya destacado que aún hay 20 % del derrame sin recoger activa las alarmas cuando se cumple un mes del derrame.

Lo que importa es la gasolina

Lo único que le importa a los pescadores es la gasolina. Les cuesta encontrar el combustible y por eso le ruegan al Gobierno que se lo facilite, pero por ahí nadie se acerca y al otro lado del rompeolas, la playa está atestada de gente.

En Gañango, donde está uno de los muelles que llevan a Isla Larga, el Gobierno –dicen pescadores– sí regala gasolina. Afirman que es un secreto a voces, pero los trabajadores explican que les dan el combustible a cambio de que ayuden a limpiar la isla, centro turístico porteño.

La playa está mejor, pero no nos permiten llegar a ciertas zonas, solo estamos yendo a la parte de los muelles, porque en otras zonas eso está feo. Nos regalan la gasolina y así colaboramos; aquí todos tienen que ayudarse, pero la cantidad de turistas no ha bajado, dicen.

Derrame El Palito
Fotografía: Armando Díaz.
La normalidad del Estado

Son las 3:00 p. m. del 3 de enero de 2024 y salen y llegan lanchas con muchos bañistas en Isla Larga, pero en el muelle hay un elemento “novedoso”.

Un toldo largo con varios trabajadores del Ministerio de Ecosocialismo, una ambulancia del 0-800 Bigote, al menos cuatro vehículos rústicos de la Guardia Nacional Bolivariana y su división de Fiscalización y Control de Impactos Ambientales están ubicados en la isla.

No muy lejos de ahí se divisa un convoy de la Dirección de Contrainteligencia Militar. Cuando Crónica.Uno le preguntó a un trabajador del Ministerio de Ecosocialismo sobre la calidad del agua y la situación de los derrames dijeron que las playas estaban 100 % operativas.

Esta presencia de funcionarios también resulta un mecanismo de censura para evitar que la prensa opere en las zonas afectadas, como ocurrió con tres periodistas carabobeños tras el derrame en El Palito.

Ahí está la prueba, la gente sigue yendo, aprovecha de ir que ya no quedan muchas horas de sol, sugiere el funcionario.

Derrame El Palito
Fotografía: Armando Díaz

Es poco probable que el desastre se haya controlado al 100 % conociendo la crisis de personal y presupuestaria de Pdvsa, lo que ralentiza su capacidad de respuesta. Hay que recordar que en la playa de El Palito pobladores reportaron un derrame de gasoil una semana antes del 26 de diciembre.

Con los pies negros

Walid Majluf, quien llegaba de Isla Larga junto con su novia en los primeros días de enero, comentó a Crónica Uno que vio a muchas personas salir con manchas de color negro en las piernas.

Si te ibas para lo profundo era peor.

Yen Pinzón también se encontraba en las playas, pero no en Gañango, sino en cayo Boca Seca en Tucacas (Falcón). Ahí Pinzón observó a varias personas que salían con sus trajes de baño manchados.

Yo soy diseñadora y tengo puesto trajes nuevos. Me muero si se me dañaba alguno. Esto es muy preocupante y uno está expuesto a todo esto. ¡Qué desgracia!

Fotografía: Armando Díaz

Esto demuestra que aunque el derrame en El Palito viajó en dirección al Parque Nacional San Esteban (este), también alcanzó las costas falconianas (oeste) específicamente el Parque Nacional Morrocoy. Esto descarta lo que un superintendente que estuvo en la recolección de desechos en El Palito, del 26 al 31 de diciembre, le dijo a una trabajadora de esa playa: “Las playas estarán al 100 %, solo es cuestión de fe”.

Según un informe de Provea, entre 2010 y 2018, Pdvsa derramó al medio ambiente 866.722,85 barriles de petróleo. De 2010 a 2016, la petrolera ya había acumulado un total de 46.820 derrames de crudo y otras sustancias contaminantes del ambiente.

Fotografía: Armando Díaz.

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