Tres días sin información de su familiar, que fue ingresada al hospital Juan Daza Pereyra del IVSS de Barquisimeto, tuvieron los familiares de Julia Brito, hasta que les avisaron que había fallecido. No tienen conocimiento de dónde está el cadáver y tienen la incertidumbre de si les van a entregar las cenizas de alguien que no es su pariente.

Barquisimeto. Familiares de Julia Brito, de 58 años de edad, paciente ingresada al hospital Juan Daza Pereira del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS, en Barquisimeto tras dar positivo a la prueba rápida de COVID-19, denuncian la desaparición de su cadáver. Aseguraron que luego de informarle que había fallecido, intentaron entregar un cuerpo que no correspondía a la difunta.

Jessica Brito, sobrina de la fallecida, informó a Crónica.Uno que luego de rodar y ser rechazada en varios centros asistenciales por no tener oxígeno, Julia fue ingresada el viernes 27 de junio en ese centro de salud, y les informaron que su evolución iba a estar publicada en una cartelera dispuesta para tal fin. El día sábado 28 en horas de la mañana no tenían información de su familiar; sin embargo, los resultados obtenidos de unos exámenes que le habían realizado reflejaban una mejoría en la paciente.

Nos dijeron que en horas de la tarde la iban a sacar para hacerle una tomografía, después nos dijeron que no, que para el día siguiente o el lunes. Nos quedamos tranquilas.

Dijo Brito que cuando se disponían a salir el domingo 29 de noviembre en la mañana para el hospital, les avisaron por teléfono que la señora Julia Brito había fallecido a las 6:00 a. m. de ese domingo. “Cuando llegamos allá nos dicen que murió el sábado a las 10:00 de la noche. No nos dijeron más nada”. Indicó además que les indicaron que el cadáver se encontraba a la espera de un coche para trasladarlo hasta el lugar de la cremación y se dieron cuenta de que no era Julia.

Uno conoce a su familiar. Cuando le vimos los pies dijimos: ‘Esa no es ella’, porque era una persona flaca y ella (su tía) era chiquita y gorda”.

Asegura que le preguntaron a los médicos, quienes se cansaron de buscar y no les dieron respuesta. Se dirigieron a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y a la Dirección Regional de Salud.

“Ni siquiera nos han dado el acta de defunción, la sacaron sin identificación, sin nada, porque ni siquiera cédula tenía allá, su cédula la cargábamos nosotros”.


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