Yennifer Mora tenía 18 años de edad cuando desapareció el 20 de noviembre de 2016 en el balneario Mi Bohío, en Puerto Ordaz. El caso quedó en investigaciones y su pasaporte se extravió en el Cicpc.
Ciudad Guayana. La desaparición de Yennifer Mora hace casi cinco años es otro caso aún sin resolver entre las autoridades policiales y judiciales. El domingo 20 de noviembre de 2016, a eso de las 2:30 p. m., la joven de 18 años de edad se marchó junto con su hermana y otros amigos al balneario Mi Bohío, en Puerto Ordaz. Fue la última vez que su madre la vio.
“Mi corazón de madre me dice que ella está viva, que ella respira. No sé con quién está, qué está pasando. Es terrible, mi mente no descansa”, manifestó Yennys Sánchez, madre de Yennifer Mora.
Era la primera vez que la dejaba ir a ese balneario. En total eran cuatro muchachos y cuatro muchachas los que asistieron en el mismo grupo. Yennifer Paola y su hermana mayor se fueron en la camioneta de su madre, que para entonces tenía siete meses de embarazo de unas gemelas.
Recuerdo que a eso de las 3:00 p. m. llamo a mi hija mayor para que me lleve la camioneta, porque tenía que ir a Villa Betania, a casa de mi sobrina que es médico, a ponerme una inyección para la maduración de los pulmones de las gemelas. Ella se devuelve al balneario y cuando yo terminara las pasaba buscando”, recuerda Yennys Sánchez.
Ya eran las 5:30 p. m. cuando llega al balneario. La mayoría de la gente ya venía saliendo del lugar. Su hija mayor la vio de lejos, se acercó y le dio la noticia: “Mamá, no te quería llamar porque no encuentro a Paola”.
“Pegué un grito, eso fue horrible, no te imaginas mi desesperación”, relató la madre.
El comienzo de una pesadilla
Desde entonces comenzó la búsqueda. Lo que sabe antes de su desaparición es que Yennifer Paola Mora Sánchez estaba menstruando ese día y acudía frecuentemente al baño para asearse.
En una de esas idas le pidió a su hermana que la acompañara. Esta le dijo que se esperara un momento mientras se servía un trago, pero Yennifer no esperó y se fue sola. Todos notaron su tardanza, pero cuando la fueron a buscar no apareció por ningún lado.
Yennys Sánchez pidió el apoyo a una comisión de Patrulleros de Caroní, pero no le prestaron atención. Fueron dos funcionarios de un puesto de la Guardia Nacional los que la atendieron y estuvieron al menos hasta las 12:00 de la noche buscándola por el río, en el monte y alrededores del balneario.
Al otro día continuó la búsqueda, incluso hubo gente que la apoyó con lanchas en caso de que, por alguna razón, Yennifer se hubiese ahogado. Pero no hubo ni un rastro de ella.
Denuncia sin avance
Sánchez se dirigió hasta la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), en San Félix. Al principio se dio todo el procedimiento de rigor. Citaron a los jóvenes que estuvieron con ella compartiendo en el balneario, rindieron declaraciones y les decomisaron los teléfonos para las investigaciones.
Pasaron los días y no había avances. El caso llegó a cambiar de inspector, le prometieron que le pondrían empeño en las averiguaciones, pero fue todo lo contrario.
En una de las tantas idas a Cicpc, me entreviste con el comisario Teresén que estaba en ese momento. Me informan que el comisario Carlos Vargas era el que ahora estaba encargado de la denuncia porque habían cambiado a la inspectora que me la recibió inicialmente. Les hice hincapié en que ese día estaba una niña que era conocida de mi hija mayor y ellas quedaron enemistadas por problemas que tuvieron. Como madre sentí una corazonada de que tenía que ver con la desaparición de Paola”, comentó.
Presuntamente, la joven de quien sospecha estuvo implicada hace unos años en un caso de un robo a un taxista.
Pasaporte extraviado
Los días continuaron pasaron y Yennys acudió al Ministerio Público, cuya denuncia la pasaron a la Fiscalía 11, la cual solicitó el expediente al Cicpc, el cual fue entregado sin el documento de identidad de la desaparecida, su pasaporte.
Cuando presentó la denuncia en Cicpc, Yennys no tenía la cédula de Yennifer Paola Mora Sánchez, estaba en el trámite para emitir el documento.
“El pasaporte lo entrego porque la inspectora que me recibió la denuncia me pide la documentación de Yennifer. Como no tenía la cédula, entregué confiada el pasaporte. En ese momento no se me ocurrió sacarle copia. No pensé que se iba a extraviar dentro de las instalaciones del Cicpc”, lamentó.
Desde entonces el caso quedó solo en averiguaciones sin resultados.
Esperanza viva
Mientras, Yennys Sánchez hace presión en redes sociales, junto con el apoyo de otras madres que perdieron a sus hijas o pasan por una situación similar. Una de ellas es Manuela Pérez, madre de Adriana Urquiola, asesinada el 23 de marzo de 2014 en Los Nuevos Teques, estado Miranda.
Yo sigo haciendo bulla y con la esperanza de que se pongan una mano en el corazón y me digan dónde está mi hija”.
Yennifer Paola Mora Sánchez tenía 18 años de edad cuando desapareció. Estudiaba tercer semestre de Comunicación Social en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), núcleo San Félix, con proyecto de estudiar también Psicología.
Es la segunda de cinco hermanos, entre ellos unas gemelas que nacieron poco después de su desaparición.
De acuerdo con el monitoreo realizado por las ONG Éxodo A. C. y Uopix, en 2020 se registraron al menos 126 casos de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas en Venezuela.
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