El 6D el PSUV competirá con partidos pequeños sin representación ni estructura para disputarle el poder

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De cero a cuatro diputados, cero gobernadores, menos de 15 alcaldes, menos de 20 legisladores y menos de 140 concejales es el común de los 104 partidos políticos con los que el PSUV se medirá en las elecciones parlamentarias. El sistema de adjudicación de cargos diseñado por el CNE reforzará la sobrerrepresentación del partido rojo, advierte el experto en materia electoral Eugenio Martínez.

Caracas. El tamaño de un partido político puede medirse por la cantidad de representantes electos que tiene (diputados nacionales, regionales y locales, gobernadores y alcaldes), su presencia territorial y estructura (sedes y directivas nacionales, regionales, municipales, parroquiales y comunitarias), su fuerza sectorial (gremios, sindicatos, movimientos sociales) y el número de militantes inscritos y activos.

Basados en esos parámetros, en Venezuela el partido más grande actualmente es el Partido Socialista Unido de Venezuela, pero no solo es el más grande por tener más diputados, alcaldes, gobernadores, legisladores, concejales, sedes regionales y militantes activos, sino que, comparado con los otros 104 partidos políticos que han sido reconocidos para participar en el acto electoral del 6D, el PSUV es el hegemón que encabeza el sistema de partido hegemónico que comienza a consolidarse en el país.

Sin entrar en la materia del acceso a fondos públicos –donde el PSUV es privilegiado pese a la prohibición constitucional del financiamiento de los partidos–, y apenas mencionar el hecho de que la votación para el 6D fue convocada por una directiva designada a contrapelo de la Constitución, fuera de la Asamblea Nacional y que además modificó la Ley Electoral y la Constitución sin tener competencia para ello, es pertinente destacar las diferencias abismales entre el PSUV y sus pequeños contendores en materia de representación.

Hegemonía de representación

De las 28 organizaciones políticas nacionales admitidas por el CNE para competir en la votación parlamentaria, el PSUV es el único que tiene representantes en todos los niveles de elección antes señalados, con 47 diputados de 167; 19 gobernadores de 23; 300 alcaldes de 335; 227 legisladores estadales de 251, y más de 2300 concejales de un total de 2459.

Las 27 organizaciones políticas nacionales restantes con las que el PSUV competirá, incluidos los nuevos AD y PJ, tienen una representación marginal. Como se sabe, mientras el AD legítimo tiene 23 diputados y cuatro gobernadores, el AD secuestrado en manos de Bernabé Gutiérrez por decisión del TSJ no tiene ningún representante electo. En el caso del PJ legítimo, este cuenta con 28 diputados principales; mientras la tarjeta secuestrada en manos de José Brito tiene cuatro diputados disidentes.

El partido UNT legítimo, pese a ser reconocido por el CNE como una de las organizaciones con derecho a participar, está hoy amenazado por un recurso interpuesto en junio por uno de sus disidentes. Mientras ese UNT tiene 13 diputados principales, siete alcaldes y cinco concejales, si pasara a manos de Chaím Bucarán solo tendría dos diputados principales.

El partido que más alcaldes tiene después del PSUV es Copei, con 13. El partido que más legisladores estadales y concejales tiene, luego del hegemón, es el PCV, con 19 y 78, respectivamente.

Además, de las 28 organizaciones nacionales llamadas a inscribir nombres para la votación parlamentaria, 14 (incluidos AD y PJ secuestrados) no tienen ni siquiera una página web activa.

Partidos regionales débiles

La situación con los partidos regionales no es diferente. Aunque el CNE nombrado por el TSJ reconoció que 53 partidos regionales pueden participar el 6D, el PSUV competirá con partidos regionales muy pequeños: tan solo seis de los 53 (11,3 %) ganaron entre una y tres alcaldías en los comicios de 2017, y apenas un partido regional (Camina) tiene un diputado.

Los partidos regionales que han participado en las votaciones recientes convocadas por la constituyente –aunque ese ente no tiene competencia para convocar elecciones– y han ganado una alcaldía son: PAP en Miranda, Tupaz en Amazonas, Con Enzo en Carabobo, PMI en Mérida y MRA en Nueva Esparta. El IPP obtuvo tres alcaldías, una en Anzoátegui, otra en Bolívar y la tercera en Miranda.

Indígenas a un lado
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Indígenas de la etnia wayuu. Foto: Cortesía. Archivo

El CNE también anunció en los últimos días que seis partidos indígenas nacionales y 18 partidos indígenas regionales podrán participar en la elección del 6D. Sin embargo, de todas esas organizaciones, apenas dos (Parlinve y Coiba) obtuvieron diputados en 2015.

Paradójicamente, el anuncio de la participación indígena lo hizo la semana pasada la flamante presidenta del CNE, la magistrada y expresidenta de la Sala Electoral del TSJ, Indira Alfonzo.

Fue Alfonzo quien firmó la sentencia del 30 de diciembre de 2015 que descabezó la representación indígena del sur y dejó al estado Amazonas sin diputados, al revocarles las credenciales y la victoria al diputado indígena de oposición Romel Guzamana y a dos diputados de la extinta MUD-Amazonas (Julio Ygarza y Nirma Guarulla), además de a un diputado del PSUV, para con ello impedir que la oposición pudiera usar su mayoría de dos tercios para controlar al Ejecutivo y al resto de los poderes.

Alfonzo engavetó ese expediente durante toda la legislatura y a la fecha de hoy, a seis meses de extinguirse el mandato de la AN elegida en 2015, ni los indígenas del sur ni del estado Amazonas tienen una representación parlamentaria reconocida por los poderes Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral, todos controlados por el PSUV.

Un dato relevante es que mientras Alfonzo anunció el aumento de los diputados de 167 a 277, la representación indígena se mantiene en tres diputados. Es decir, que el nuevo CNE aprobó una reducción real de la presencia indígena en la AN de 1,8 % de la cámara a tan solo 1,1 %.

Fortalecer al hegemón

A lo anterior, es necesario sumar el nuevo sistema de representación impuesto sin debate público por la directiva del CNE impuesta a su vez por el TSJ.

El referido sistema establece: primero, un aumento no justificado hasta la fecha del número de diputados (de 167 a 277); segundo, una reducción de 20 % de los diputados nominales; tercero, un aumento de los diputados lista de 22 %, y cuarto, la creación de una lista de diputados nacionales que serían adjudicados por el Método D’Hondt.

De acuerdo con el periodista especializado en la materia electoral Eugenio Martínez, en una entrevista vía Periscope con el medio digital Efecto Cocuyo, estas modificaciones no garantizan que los partidos más pequeños puedan tener poder real o peso específico dentro del Parlamento que se elegiría en diciembre próximo.

Señaló el experto que, por el contrario, el sistema en su conjunto solo servirá para reforzar la sobrerrepresentación del PSUV en la cámara.


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