El pabellón desapareció de las mesas de los pobres, mientras la FAO premia a Venezuela

quesos | de leche

Según la Encuesta de Condiciones de Vida de los Venezolanos 2014, ya existía 11,2% de personas que realizaban menos de dos platos de comida al día

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. Maritza Landaeta, coordinadora de Investigación y Docencia de la Fundación Bengoa, dijo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en sus siglas en inglés) le dio un premio a Venezuela por sus esfuerzo en la reducción del hambre, pero no se dio a la tarea de revisar otros indicadores locales que demuestran todo lo contrario. “Solo se basó en los datos aportados por el INE”, dijo.

La investigadora criticó que la FAO no tomó en cuenta que desde 2007 no se publican los datos nacionales en materia de nutrición y explicó que cuando en 2013 premió a Chávez, lo hizo porque en esa época el Gobierno compró comida y trabajó en la reducción -a la mitad- de los casos de desnutrición.

“Pero en los últimos años el consumo disminuyó y el problema de la alimentación  se agravó”, dijo la investigadora.

¿Qué pasó con los indicadores?

Landaeta explicó que a la FAO llevaron indicadores internacionales que no se aplican en el ámbito local, pues en Venezuela existe 13% de desnutrición crónica.

Indicó que en el estudio presentado el año pasado por la Ucab, la UCV y la USB (una encuesta realizada a una población de 1.459 personas), se demostró que 11% de los encuestados está en situación de hambre; y 39% de ese grupo dijo que come de dos veces al día.

Pero además 89% de los entrevistados manifestó estar angustiado porque el sueldo no le alcanza para comprar comida.

“Estamos en un círculo perverso del hambre que tiene que ver con inflación, especulación y desabastecimiento. Los productos tradicionales de la mesa del venezolano, como el pabellón, desaparecieron y en estos momentos los alimentos que compran los pobres son más densos en calorías, más baratos, regulados y los venden en las redes de mercados manejadas por el gobierno. Tenemos una población restringida a los nutrientes básicos, que no consume carnes, pollo, pescado, vegetales ni frutas”.

Aseguró que esto genera unas deficiencias específicas en la salud y ejemplificó su teoría con el caso Cuba, donde existe un número importante de personas con cardiopatía en la vista, por no consumir vitaminas y nutrientes durante un período largo de tiempo.

En el caso nuestro, señaló con preocupación, si una mujer embarazada no come alimentos con ácidos grasos, hierro y ácido fólico puede traer un bebé con labio leporino.

“Si el venezolano no se alimenta bien su sistema inmunológico se debilita y está propenso a enfermedades. De allí que una buena opción es volver a servir el tradicional sancocho así sea con verduras y vegetales que  tienen muchos nutrientes”.

El doble discurso

El Estado venezolano afirmó que “hoy en Venezuela 95,4% de las personas comen tres y más veces al día”.

Ese dato contrasta con el Informe Alternativo elaborado de manera conjunta por el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), la Fundación Bengoa y el Centro de investigaciones Agroalimentarias de la Universidad de los Andes (Ciaal), que fue presentado ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, con motivo del examen realizado al Estado venezolano recientemente,

Allí se expresa que el Estado es el responsable del  desabastecimiento de muchos de los alimentos necesarios para la adecuada alimentación del país. Mencionan el caso de la industria de lácteos Los Andes, la cual en el pasado era parte del sector privado, y hoy en día estatizada, disminuyó su capacidad de producción, convirtiéndose en parte de la causa del desabastecimiento de lácteos en el país.

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Foto: Cristian Hernández

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