El desplome en la vía principal y las grietas ocasionadas a la carretera causaron que el transporte público no transite por la zona.
Maturín. Por más de dos años los habitantes de las comunidades de El Silencio y Sabana Grande han denunciado la cantidad de huecos que se han formado en una de las calles más transitadas. Las aguas servidas comenzaron a filtrarse e hicieron colapsar una tanquilla de la zona, que con el paso del tiempo fue agrietando la carretera hasta llegar al punto en que se hundió y ocasionó un desplome de la vía que mantiene en peligro a quienes habitan cerca de esta calle.
No solo el hundimiento de la vía representa un problema para los vecinos de estas comunidades, sino también el hedor que se desprende por el desborde de aguas negras. Los vecinos comentan que las enfermedades se han hecho frecuentes y afecciones como diarrea, vómito e incluso fiebre se han vuelto comunes.
Informan que por lo menos 15 personas están enfermas como consecuencia del desborde de aguas negras que no ha sido atendido por las autoridades.
Este hueco representa un problema muy grave para esta comunidad. Ha ocasionado un sinfín de enfermedades por las cloacas desbordadas. Y los cráteres en las calles nos mantienen prácticamente incomunicados. Ahí han caído como tres carros en este último mes, porque ni siquiera hay una señalización que indique esto”, enfatizó Julio César Valdivieso.
El desplome de la calle ha ocasionado que el tráfico de vehículos disminuya, incluso los peatones evitan circular por esta vía por temor. Ante esta situación, el transporte público es nulo, caminar hasta la entrada de la parroquia se ha vuelto rutina para quienes habitan en los sectores antes mencionados.
Mi llamado es a la gobernadora del estado Monagas. Aquí han ocurrido accidentes entre carros y motos. De hecho, hace días se cayó una patrulla aquí. Se han caído niños viniendo del colegio. Estos huecos representan un riesgo para nosotros. Necesitamos que solucionen este problema. Ya basta de promesas y promesas”, precisó Jannelys Ramos.
“Mi casa está siendo afectada por este hueco”
Inés Millán es una de las más afectadas por el desplome. Su casa está ubicada muy cerca de los huecos y, en una visita realizada por los entes gubernamentales, se advirtió que, de no corregirse el problema a tiempo, la vivienda podía hundirse.
“Aquí estuvieron visitándome de la alcaldía, porque mi casa es una de las más vulnerables, y ellos me informaron que estaba peligrando. Prometieron que nos iban a ayudar por las consecuencias que esto podía tener, pero todavía estoy esperando”, indicó.
No solo los huecos afectan de manera directa a Millán. Los malos olores de las cloacas desbordadas han ocasionado que varios miembros de su familia contraigan enfermedades.
Aquí hay una epidemia de fiebre, diarrea y vómito. Tengo a mi sobrino y a mi esposo enfermos. Esto es un problema grave y no se puede decir que el Gobierno no sabe de esto, porque la gobernadora está al tanto de esto. Ella vino para acá y dijo que en el transcurso de la semana lo arreglaría, y ya han pasado casi dos años”, detalló Inés Millán.
Los habitantes de estas comunidades aseguran que varias autoridades han visitado el sector y han prometido arreglar la calle conocida como la principal, pero hasta ahora ninguna propuesta se ha concretado. Mientras tanto, los vecinos han hecho ya parte de su rutina caminar un kilómetro para conseguir transporte público y evitar lo más posible transitar por esta vía colapsada.
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