Aunque la región goza de bondades naturales para la agricultura, la pesca, el cacao y el turismo, su vialidad presenta un sostenido y grave deterioro que no ha sido contenido durante tres gobiernos oficialistas. El municipio capital cuenta con su propia planta de asfaltado, pero las calles y avenidas de Maracay están llenas de huecos, mientras que el tramo de la ARC correspondiente a Aragua es una guillotina para los conductores.

Aragua. El estado Aragua posee un área de 7.014 km² que representa 0,76 % del territorio venezolano. Su vialidad urbana, constituida por autopistas, avenidas y carreteras interurbanas, supera los 3.000 km, mientras que la vialidad rural, importante para el transporte de la producción agrícola, cubre 1.156 km, aproximadamente.

En 2007, la Cámara Venezolana de la Construcción señaló en un informe que apenas 1.041,40 km de vialidad estaban pavimentados, 662,70 km eran de granzón y 447,60 km eran de tierra.

Un informe de 2017 del Colegio de Ingenieros de Venezuela refleja que apenas 30 % de la vialidad rural de Aragua está pavimentada, aunque el presidente del organismo gremial en el estado, ingeniero Marino Azcárate, teme que ese porcentaje haya disminuido, debido a la falta de mantenimiento de las vías, particularmente las del sur de la entidad. Estas áreas son de profunda vocación agrícola y sus productores padecen serias dificultades para transportar las cosechas que históricamente se siembran allí, como las de pimentón, tomate, auyama, naranja, yuca dulce, ñame, maíz amarillo, entre otros rubros.

La carretera de Barbacoas hasta Camatagua –explica el ingeniero Azcárate– es terreno arcilloso y su deterioro es rápido, mientras que un tramo entre San Juan a San Sebastián permanecen desde hace años en mal estado. A los municipios del sur les urge una rehabilitación importante de su vialidad.

En abril de 2019, el gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres, anunció una inversión de 670 millones de bolívares para los trabajos de construcción y rehabilitación de la vialidad en el sur del estado. De esos recursos, 300 millones de bolívares serían utilizados para la construcción de brocales y vialidad de concreto en el casco central de Barbacoa, municipio Urdaneta, e igual cifra para la refracción de las carreteras en Camatagua, de acuerdo con lo prometido por el mandatario regional.

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El gobernador de Aragua prometió mejoras en Barbacoa. Foto: Gregoria Díaz.

Algunos expertos en materia de vialidad sostienen que esos recursos resultarán insuficientes, debido a la “vejez” que experimenta el asfaltado y a la falta de mantenimiento adecuado en más de 20 años.

“Venezuela logró en el período de la democracia y hacia el principio de los años setenta que nuestro sistema de carreteras fuera la envidia de toda América Latina”, dice Celia Herrera, miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Transporte y Vialidad, Sotravial. Pero el Colegio de Ingenieros calcula que el eje vial del país ha retrocedido 60 años, debido al envejecimiento de la vialidad y la falta de mantenimiento adecuado.

Aragua posee municipios que otrora exhibían una pujante actividad turística. En los últimos años, la afluencia de turistas propios y extranjeros ha disminuido ante las fallas en los servicios públicos y la pésima vialidad.

En la Colonia Tovar, el abandono y deterioro que evidencian las carreteras les impide a los productores de duraznos, manzanas, fresas, moras y hortalizas el traslado y comercialización de sus cosechas, y restringen el acceso de visitantes que desean disfrutar de las bondades turísticas del municipio.

Han sido los propios productores y campesinos quienes han asumido los costos del mantenimiento de la vialidad, ante la imposibilidad presupuestaria de la municipalidad, para afrontar la rehabilitación de la vialidad de la Colonia Tovar, abandonada por más de 12 años en los que gobernó el PSUV.

La vialidad de la Colonia Tovar, en su mayoría, fue construida hace 30 o 40 años y se hizo en concreto, porque es el material más resistente al clima y la topografía de la zona. Su vialidad es imprescindible”, manifestó el presidente del Colegio de Ingenieros de Aragua.

Cuando el gobernador del estado hizo el anuncio de invertir en vialidad, ofreció 70 millones de bolívares para el movimiento de tierra y la adecuación de la vialidad rural del municipio Tovar.

La carretera que conduce a Ocumare de la Costa fue inaugurada en 1916 por Juan Vicente Gómez. La vía, de casi 50 km desde Maracay, está rodeada de montañas, muchas de ellas rocosas, que ceden por la humedad y las lluvias. Tales derrumbes han dejado incomunicado al municipio Costa de Oro en incontables ocasiones.

Así que las obstrucciones y el deterioro de la vía han convertido esta carretera de 103 años en un constante riesgo para los conductores y han obligado a las autoridades regionales y locales a permanentes inversiones para su mantenimiento, casi siempre, paños calientes.

En julio de este año, finalmente la centenaria carretera fue rehabilitada en su totalidad, luego de que el gobierno regional, a través de la empresa oficial Vías de Aragua, colocara 5.295 toneladas de asfalto en toda su extensión.

Sin embargo, los usuarios siguen quejándose del mal estado que evidencian las calles del pueblo de Ocumare de la Costa y de las vías internas que comunican a la capital del municipio con zonas playeras como Cuyagua o Cata.

Marco Torres también anunció la colocación de 300 toneladas de asfalto en la carretera a Choroní, parroquia del municipio Girardot, durante agosto. La carretera fue construida durante la década de los años veinte, la vialidad es de hormigón asfáltico y cemento, padece el desgaste causado por daños del clima, los deslaves y derrumbes sobre la vía, en especial durante la temporada de lluvias.

De hecho, este martes 6 de agosto de 2019, un nuevo derrumbe en la carretera a Choroní obstruyó totalmente el paso.

Aragua no debería tener ni un solo hueco

“La ciudad de Maracay y todo el estado no debería tener ni un solo hueco, pues cuenta con su propia planta de asfalto”, sentencia Azcárate.

Sin embargo, la vialidad de la otrora Ciudad Jardín luce en muy mal estado. Sus calles y avenidas, sobre todo las de las zonas periféricas, evidencian un progresivo deterioro, aunque la municipalidad cuente con una planta de asfalto adquirida por el gobierno local en Brasil, con una inversión de 1,2 millones de dólares.

Con tecnología alemana, la empresa Asfaltadora, Mantenimiento y Construcción Vial de Girardot fue inaugurada en 2012 y es la primera que se tiene en el estado.

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Más de un millón de dólares fue la inversión para la planta de asfalto. Foto: Gregoria Díaz.

En su momento, el alcalde de Maracay, Pedro Bastidas, del PSUV, anunció una producción de por lo menos 300 toneladas de asfalto diarias y convenios con la empresa Aragüeña de Minas Minarsa, creada durante la gestión de Rafael Isea y sustituida por Tareck El Aissami por Aramica, encargada de la exploración y explotación y de los minerales no metálicos.

En febrero de 2019, el alcalde de Maracay realizó una inspección a la empresa y prometió: “Con recursos propios de la recaudación vamos a producir unas cuantas toneladas de asfalto para comenzar a tapar huecos muy puntuales”.

Pero no ha sido así. Por ejemplo, el corredor vial de 8 km que va desde Tapa-Tapa hasta San Jacinto, construido en 2014 para el servicio de TransMaracay, ya está inhabilitado por el grave deterioro del asfaltado, pese a los trabajos de reparación inconclusos desde 2017.

Los maracayeros siguen reclamando una mejor vialidad para el municipio, mientras que la ciudad crece e impone nuevas obras que no han sido construidas ni por el tres veces reelecto alcalde de Maracay y ni por los tres gobernadores del PSUV.

El riesgo de la ARC

La Autopista Regional del Centro es una de las arterias viales más peligrosas del país, de acuerdo con las estadísticas que presentó durante el primer trimestre de 2017, el Colegio de Ingenieros. Es la autopista más transitada de Venezuela y principal vía entre el occidente, centro y oriente del país. Los 66 km que comprenden el tramo Aragua, que van desde el km 54 hasta el 122, han presentado por décadas, problemas en el asfaltado, demarcación y alumbrado, lo que convierte a esta arteria vial en una guillotina.

A raíz del desplome del viaducto Caracas-La Guaira, el Colegio de Ingenieros realizó una inspección de todos los puentes ubicados en la ARC, en el tramo Aragua y en los límites con Miranda, así como de la Carretera Panamericana. “En los 56 puentes, evidenciamos un gran deterioro”, recuerda Azcárate.

En la ARC, se encuentra el viaducto de La Cabrera construido en 1957. Consta de 307 pilotes que soportan los 3 kilómetros de longitud que posee y que fueron instalados a 15 metros de profundidad en las aguas del lago de Valencia. Durante 62 años, el nivel de las aguas ha crecido y con ello, la preocupación de los expertos en vialidad, quienes sugirieron reforzar los pilotes, las fundaciones, columnas y vigas de carga a 30 metros de profundidad.

El proyecto solo se ejecutó –recuerda el presidente del CIV Aragua– en 14 %, por lo que mientras no se concrete esa obra, cualquier trabajo de repavimentación que se realice en el viaducto solo será un paño caliente.

En el viaducto de La Cabrera, ubicado entre los kilómetros 121 y 124 de la Autopista Regional del Centro, entre los estados Aragua y Carabobo, circulan diariamente más de 70.000 vehículos, por lo que el deterioro es evidente y constituye un riesgo mortal para los conductores. De hecho, las vibraciones que soporta esa estructura producen las grietas en la capa de rodamiento

Las denuncias reiteradas sobre el mal estado de esta vía obligaron finalmente al Ministerio de Transporte a realizar trabajos de rehabilitación que se iniciaron en octubre de 2017. Esos trabajos incluían reparar las losas estructurales y carpeta de rodamiento, así como también la continuidad de las obras de reforzamiento estructural de la pista norte y sur del viaducto, a los fines de reducir la vulnerabilidad de la estructura.

Jesús García Toussaintt, titular del ministerio para entonces, prometió la culminación de los trabajos en dos meses aproximadamente, aunque para el presidente del Colegio de Ingenieros del estado Aragua esta estructura vial requiere un reforzamiento total y no reparaciones menores.

“Es urgente que se incremente la sección de las columnas y de las vigas de carga, de lo contrario, ningún trabajo sobre la superficie de rodamiento va a durar”, advierte Azcárate.


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