En once meses de este año el desplazamiento de venezolanos se calculó en 1.418.345 personas. Solo en el primer cuatrimestre emigraron casi 500.000 personas. Los venezolanos también buscaron refugio. En este mismo tiempo se generaron 291.732 solicitudes de asilo. A principios de 2019 ya la Acnur alertaba que los flujos migratorios eran constantes.
Caracas. En cada mes de 2019 la huida de venezolanos fue masiva. El flujo migratorio se mantuvo durante todo el año en los pasos fronterizos y, en promedio, más de 100.000 personas salieron por mes.
En estos once meses el desplazamiento se calculó en 1.418.345 personas. A la fecha la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) no ha actualizado la data de diciembre.
La primera cifra que la Acnur dio este año fue en febrero cuando, en un comunicado, aseguró que la migración de venezolanos alcanzó los 3,4 millones. “Los flujos continúan constantes”, se leía. El movimiento migratorio de 2018 había cerrado en un poco más de 3 millones.
Ya para abril, de acuerdo con la actualización de la Acnur, la cifra se estimó en 3.706.624 personas.
Es decir, entre enero, febrero y marzo salieron más de 300.000 venezolanos. Las salidas que se registraron en abril (184.529) sumaron a casi 500.000 nuevos migrantes en apenas el primer cuatrimestre de 2019.
La escalada del movimiento migratorio continuó. El acumulado hasta julio contabilizaba 800.000 migrantes, pero tres meses después, la cifra superó el millón de personas. Octubre fue el mes del año, hasta ahora, que registró más flujo: salieron 200.108.
Junio y agosto fueron los meses en que las salidas de venezolanos estuvieron por debajo de las 100.000 personas. Los gobiernos de Perú y Chile establecieron controles migratorios implementando una visa para su ingreso. Tras estas restricciones, la salida cayó a 52.953 personas en junio. En agosto, con la entrada en vigencia de la visa humanitaria en Ecuador, fueron 97.187.
Ya son cuatro años de emergencia humanitaria en Venezuela. La crisis derivó en el mayor desplazamiento de la historia reciente de América Latina: en 2015 eran 123.000 migrantes, en 2017 se elevó a 1,2 millones, en 2018 un poco más de 3 millones, mientras que en 2019 ya son 4,7 millones.
Para 2020 la proyección es que el número de refugiados y migrantes pase a 6,5 millones.
Anitza Freitez, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), ha dicho que Venezuela perdió a su población en edad productiva: 80 % de los emigrantes tienen entre 15 y 49 años. Y el 57 % se encuentra entre 15 y 29 años.
Solicitudes de refugio se multiplican
En 2019 los venezolanos migraron, pero también buscaron refugio. En solo 11 meses se presentaron 291.732 solicitudes. En 2018 se generaron 341.800, mientras que en 2017 la Acnur contabilizó 116.000. Entre 2015 y 2016, fueron 10.200 y 34.200, respectivamente.
La última actualización de la Acnur el 5 de diciembre da cuenta de 751.732 solicitudes de refugio desde 2015. Esto supone un aumento de 63,4 2% con respecto a 2018, cuando totalizaron 460.000.
Pese a la demanda de asilo por parte de venezolanos, apenas han sido reconocidos como refugiados 21.000 personas, aseguró la Acnur en el informe de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado de 2018.
El documento sostiene que por primera vez las solicitudes de asilo de venezolanos representan más de una por cada cinco presentadas en el mundo.
El Estado no informa
Con motivo del Día Internacional del Migrante, la ONG Espacio Público presentó el informe El Estado venezolano no informa oportuna y adecuadamente sobre la situación migratoria. El documento refleja que durante 2019 la organización realizó seis solicitudes de información al organismos del Estado con el propósito de obtener cifras, estadísticas y planes de acción sobre el desplazamiento venezolano.
Tres peticiones quedaron sin respuesta, estas fueron enviadas al Ministerio de Relaciones Exteriores, la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores y la Comisión Permanente de Familias de la Asamblea Nacional. Otras dos no fueron recibidas por el Saime.
Solo una obtuvo respuesta, la enviada al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. El organismo remitió a la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial.
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