En Catia los asesinatos se volvieron moneda corriente

oeste de caracas

Habitantes y trabajadores de la zona contaron que cuentan con poca presencia policial, por eso los colectivos se la pasan armados por las calles e intimidan a los vecinos

Shaylim Castro/@ShayC_

Caracas. “No queda de otra que acostumbrarse y salir a trabajar”. De esta manera los trabajadores y habitantes de Catia expresaron su opinión acerca de la delincuencia que manda en la zona.

Más allá de arrebatones de celulares por parte de motorizados, se volvió moneda corriente el robo a personas que salen de los bancos ubicados en el bulevar, a la salida de la estación del Metro de Pérez Bonalde.

Teresa de Proaño vive en La Silsa y en los raticos que se la pasa por esos lares le ha tocado ver los robos de “motobanquistas”, como los llamó, quienes esperan en la salida de la entidad y a mano armada roban a los clientes. Piensa que estos atracos suceden porque hay complicidad de los trabajadores, quienes dan el pitazo cuando alguien retira fuertes sumas de dinero.

Por si fuera poco, los vecinos de Catia también se las ven negras con los asesinatos que ocurren en la comunidad, muchas veces a plena luz del día.

El martes pasado a la señora Marisol, encargada de una zapatería, y a sus trabajadores, les tocó pasar un momento de pánico luego de escuchar unos tiros en la avenida México. “Eso fue como a las 4:30 pm, la gente lo que hizo fue correr. Yo me asomé y a los 15 minutos cerramos la tienda”.

Según los rumores que le llegaron al negocio ese día mataron a un vendedor de chicharrón que trabajaba en la avenida. También recordó el caso de un muchacho que degollaron el pasado domingo, en los Frailes de Catia. La víctima fue identificada como Grevis José Guzmán, quien camino hacia su casa fue interceptado por un grupo de sujetos que lo atacaron con un cuchillo, según se conoció extraoficialmente.

Por este tipo de situaciones optó por reprogramar el horario de la tienda. Sube la santamaría a las 9:30 am y la baja a las 5:30 pm, aunque a veces lo hace antes, dependiendo de lo que ocurra, como el pasado martes.

Y quienes pueden, prefieren contratar a vigilantes para intentar sentirse màs seguros, pero en ocasiones ni eso ha servido. Una de las trabajadoras de la zapatería contó que hace cuatro meses mataron al vigilante de la tienda Digitel, ubicada en la Quinta Avenida, en un intento de robo al local.

El señor era conocido en toda la cuadra, pues no solo estaba pendiente de cuidar la tienda, sino que también daba sus rondas a lo largo de la calles pendiente de cualquier movimiento extraño.

Presencia de colectivos

En las calles de Pérez Bonalde pocas veces se ve un policía y la presencia de los colectivos se ha hecho constante. Al comercio de Marisol han llegado clientes asustados porque, según le cuentan, han visto como a veces los grupos pasan por las calles mostrando sus armas, algo que considera que lo hacen “para intimidar”.

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Fotos: Cristian Hernández


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