En Santa Rosalía piden a los chamos que se aparten del mal camino

Con el patrocinio de Crónica.Uno, 21 niños del sector San Miguel Cota 905, pintaron un mural para enviar un mensaje a los jóvenes de la comunidad, y del país en general, a fin de que se alejen de malas acciones y se dediquen al deporte, al estudio o al trabajo en pro de un futuro mejor.

Caracas. “Chamo, tienes la oportunidad de empezar de nuevo y hacer que brille tu luz de paz, amor y esperanza”, es el mensaje que pintaron 11 niñas y 10 niños en una pared ubicada en la parte más alta del barrio San Miguel, Cota 905, en la parroquia Santa Rosalía.

En esa frase se resume la inquietud de muchos padres venezolanos, de muchos vecinos de esa comunidad; personas que hacen un llamado a los chamos para que estudien, practiquen deportes o trabajen. Los motivan a que, si cayeron en acciones delictivas, se dediquen a labores productivas.

La muralista Alessandra Baloa y 21 niños se fajaron en la recuperación de dos espacios de la comunidad

Neorelys Muñoz, activista social de la parroquia e integrante de la Asociación Civil Caracas Mi Convive, hizo el enlace con Crónica.Uno con la idea de cumplir una aspiración de los vecinos de San Miguel, quienes querían pintar un mensaje positivo para la comunidad, pero no contaban con los recursos para hacerlo.

Al pintar estos murales logramos la integración de la comunidad y reforzarle los valores de la convivencia, solidaridad y esperanza de que todo es posible. Hace un año ellos me habían pedido el favor de conseguir a alguien que pudiera pintar la pared de la cancha, hasta que los conocí a ustedes [Crónica.Uno] y me ayudaron.

Tres en uno

Los vecinos diseñaron el mensaje para colocarlo en la pared más visible de la comunidad. No obstante, como en la actividad se contaba con la presencia de 21 niños, Alessandra Baloa —a cargo de pintar los murales— habló con los líderes comunitarios para solicitar a los propietarios de una vivienda aledaña que se incorporara otra pared para garantizar la participación de todos. Sumaron dos espacios para expresar el arte popular.

Con las manos los más pequeños pintaron el fondo de la pared, no les importó ensuciarse con la pintura. 

En tres paredes de ese sector, los niños y algunos más grandes dieron rienda suelta a la imaginación siguiendo los lineamientos dados por la muralista, quien se sorprendió gratamente por la cantidad de niños, por la espontaneidad y la alegría con que estos se fajaban a pintar las paredes sin importar que se les mancharan la ropa, la piel, el cabello.

En la pared cedida por el vecino, los varones pintaron un fondo amarillo, mientras que los más pequeños, con esponjas, plasmaron huellas y pusieron sus manos. Esta emoción contagió a Winder Revette, un joven que colocó en un muro que dividía las dos paredes el mensaje “Busca tus sueños y tus metas”.

Los chamos escogieron los colores para pintar el fondo de las paredes seleccionadas para escribir los mensajes

Winder afirma que en estos tiempos hay que promover valores para que los chamos no caigan en actividades delictivas. Y también escribió otro mensaje en otra pared ubicada frente al mural principal. Con sus habilidades para trabajar con pintura en spray escribió: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

Los jóvenes también demostraron sus habilidades artísticas.

A Rosa Oviedo, vecina del sector, le gustó la actividad que contó con la participación de su nieto. Le pareció una buena iniciativa porque los niños salieron de sus casas y se divirtieron pintando. Nelsón Gómez, quien organiza eventos deportivos y culturales en el barrio, dijo que esta jornada además de darle un momento de diversión, también permitió la promoción de valores como la paz, solidaridad, respeto.

Mientras recibían las indicaciones para pintar el mural, dos madres de la comunidad preparaban una sopa para todo el grupo

Almuerzo solidario

Simultáneamente a la pintura del mural, Janeth Justiniana y Joana Oviedo preparaban un suculento sancocho en el comedor Alimenta la Solidaridad, que promueve Roberto Patiño en sectores populares. Los pequeños estaban entusiasmados porque además de pintarse como si estuvieran en una fiesta de Carnaval sabían que al término de la jornada degustarían un plato de sopa caliente.

El comedor Alimenta la Solidaridad apoyó con la preparación de una sopa

Yendri Jaramillo, también vecina de la zona, valoró la actividad comunitaria porque los niños tuvieron la oportunidad de pasar un día diferente, de ver otra imagen del barrio. Antonio Flores, vecino de la parroquia, resaltó la alegría que reflejaban los pequeños durante la jornada. “Hay armonía y mucha solidaridad, sobre todo con lo del comedor comunitario, muchos niños reciben en la semana un almuerzo. Esta sopa quedó muy buena”. Y Juan Osorio, vecino compartió con los vecinos.

Juan Díaz, Darwin Morales y Gleymer Gómez, chamos que participaron en la actividad, dijeron que nunca habían pintado un mural, expresaron alegría porque compartieron con otros niños y les hablaron de valores.

Los adultos guiaron a la muchachada para el desarrollo de la obra de arte popular

Fotos: Marysabel Rodríguez


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