No es una cifra alta, pero los casos de cáncer de mama son de alerta en los hombres, porque ellos son los que menos se hacen chequeos médicos. Cuando se los detectan, por lo general, ya es un tumor maligno. Por ello la cultura de la prevención debe hacerse desde que son unos niños.
Caracas. Comenzó el mes rosa, cinco semanas dedicadas, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a crear conciencia sobre el cáncer de mama y a promover que cada vez más mujeres accedan a controles, a diagnósticos y que reciban tratamientos oportunos y efectivos.
Por esta patología, la segunda causa de muerte en Venezuela según la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), fallecieron 3128 mujeres en 2021. Pero no solo las ataca a ellas: entre 0,5 % y 1 % de los hombres resulta afectados por esta enfermedad, de acuerdo con el doctor Juan Saavedra, gerente general.
Y, si bien es una cifra pequeña, pues entre los hombres venezolanos el cáncer de próstata es la primera causa de mortalidad, las estadísticas preocupan, al igual que la detección tardía.
Saavedra explicó que la consistencia de las mamas de hombres y mujeres (es decir, los tejidos) tienen una formación similar y, por eso, es probable que la enfermedad se dé, aunque también hay ciertos factores específicos e individuales en cada caso.
La historia de José
José Cabrera fue diagnosticado en 2021 con cáncer de mama. Acudió al médico tras sentir que su pezón izquierdo se hundía. Recientemente, lo operaron a través del programa de Atención Integral al Paciente Oncológico (AIPO).
En un principio estaba preocupado más por la próstata. Pero el doctor que en un primer momento lo atendió le dijo que después se ocupaban de eso, pues la lesión en la mama era de cuidados.
Así se hizo sus pesquisas y llegó al diagnóstico. Verse con una enfermedad, que a los ojos de la humanidad ataca a las mujeres, pudo haber sido un choque al principio.
“Siempre he trabajado la mente, cuidaba mucho mi salud mental y eso, en parte, sirvió para tener fortaleza. Además, por mi trabajo de terapeuta, de entrenador físico, pude tener más serenidad”.
Cabrera vive en Los Teques y viajó a la ciudad de Valencia, estado Carabobo, para buscar un cirujano. Luego pensó que lo mejor era ir a Caracas, no solo por la cercanía con su residencia, sino porque se sentía más seguro.
Entró al AIPO y ahora espera por los resultados de las biopsias, tras la operación, para saber si va a necesitar quimioterapias o radioterapias.
Actualmente, su apoyo son su hermano, sus familiares en el exterior y una hija, de 33 años de edad, quien es del espectro autista. Su trabajo está detenido por la enfermedad, pero dijo que ahora se convierte en un vocero de buenas noticias para los pacientes con cáncer.
El vicepresidente de la SAV, doctor Javier Soteldo Clavier, enfatizó que 90 % de las tumoraciones en las mamas de las mujeres son benignas; mientras que 90 % de las anomalías encontradas en los hombres son malignas, de ahí la importancia de la prevención.
Programa AIPO
A Cabrera y a una veintena de pacientes, todas mujeres, los homenajearon por su valentía y por ser sobrevivientes del cáncer de mama. El evento lo llevaron los representantes del programa AIPO y el equipo aliado del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), clínica donde se hacen estas operaciones sin costo alguno.
El vicepresidente Soteldo, quien lidera las intervenciones quirúrgicas, explicó que este es un programa bandera de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, iniciado en 2018 y que ha beneficiado a 280 pacientes de cáncer de mama del país. Aunque durante el evento realizado el viernes, 7 de octubre, uno de los testimonios fue el de Yusmery Parra, sobreviviente de cáncer rectal.
El criterio de selección para ser atendido es determinado, entre otras cosas, por el diagnóstico, que no haya sido intervenido previamente y, en particular, por las condiciones socioeconómicas del paciente.
Del protocolo de selección se encarga directamente la SAV y en el GMSP se realizan las intervenciones, así como las quimioterapias. Mientras las radioterapias se remiten al Grupo Médico Paso Real, en Charallave, estado Miranda.
Durante este homenaje, en el que hubo aplausos, abrazos, lágrimas y voces entrecortadas, Soteldo dijo que el equipo de especialistas del programa se va a incrementar a finales de año de seis a ocho médicos, pues piensan ampliar la capacidad de 100 intervenciones anuales a 200. Contemplan incluir cánceres relacionados con ginecología y gastro.
Calidad de vida
En el acto realizado en el auditorio del GMSP estuvieron esposos, hijos, hermanos, amigos de un grupo de sobrevivientes, a través de los cuales se visibiliza una enfermedad que se asocia con la muerte y de la que se puede salir con un diagnóstico temprano y oportuno tratamiento.
En Venezuela no es fácil. Desde 2015 el país atraviesa por una emergencia humanitaria compleja (luego se suma la pandemia por COVID-19 que comenzó en marzo de 2020) que alejó a los pacientes crónicos de la ruta de tener una buena calidad de vida.
De cáncer, se sabe por las cifras de la SAV, que más de 30.000 personas fallecen en Venezuela cada año y se estima que la mortalidad aumentó 24 %, mientras que la incidencia incrementó 7 %.
Según la organización venezolana Funcamama, aunque la expectativa de vida de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama metastásico en la región es de cinco años, 80 % de las mujeres con esa condición en Venezuela, que recibieron apoyo de la organización entre 2018 y 2021, vivieron menos de tres años.
Lo anterior son datos alarmantes que se ponen al relieve durante este mes, pues aún hay deficiencias de equipos para los diagnósticos como mamógrafos y tomógrafos, que no los hay disponibles en la red pública.
Las quimios y radioterapias son calculadas en dólares. Una mamografía en el sector privado se promedia en 50 dólares.
Muchas mujeres y hombres esperan largos meses para iniciar sus tratamientos que pueden llegar a valer hasta 10.000 dólares, de acuerdo con a recopilados por la organización Funcamama.
Por eso, José Cabrera se autodenominó vocero de la lucha contra el cáncer. “Esto es una experiencia, a los hombres nos puede pasar y estoy aquí para educar y prevenir. También debemos ir a nuestros chequeos para no ser parte de las estadísticas”.
Participa en la conversación