Virginia Díaz, maestra jubilada, desde hace más de 20 años se dedica en cuerpo y alma a los niños con síndrome de Down de la parroquia Antímano. A su incansable labor ahora sumó la tarea de hacer recolectas para otros muchachos en edad escolar de escasos recursos económicos.
Caracas. Dicen que cuando la crisis económica golpea y no da tregua los que más sufren son los niños. Pero en realidad es a los papás a quienes se les pone chiquito el mundo.
En estos momentos, si la plata no les alcanza para comprar comida, mucho menos les está quedando dinero para enviar a los chamos bien equipados al colegio.
“Y eso es lo que está pasando aquí en la parroquia Antímano. Muchas mamás se han acercado a la fundación Especialmente Amigos a pedir ayuda. No tienen para comprarles los uniformes, tampoco para adquirir los útiles. Llegan incluso solicitando medicinas. La prioridad ahora es comprar comida. Ojalá eso no afecte la escolaridad y los papás puedan hacer el esfuerzo para enviar a sus hijos a la escuela”, sostuvo Virginia Díaz, encargada de la Fundación Especialmente Amigos.
Díaz es docente jubilada y coordinadora de la Fundación que atiende a cerca de 200 muchachos con síndrome de Down. Desde hace un par de días —viendo la dramática situación de sus vecinos—, decidió hacer una recolecta de ropa, calzados y útiles escolares.
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Primero envió por mensaje de texto la información a todos sus contactos y, luego, de voz en voz, pasó el requerimiento a los conocidos de la parroquia.
Usó un mensaje sencillo: “Hola xfa, si tiene uniformes, zapatos escolares, deportivos (cualquier talla y color), dónalos a la Fundación, Gracias!” (sic).
“La gente no tiene para comprar la ropa, da dolor verlos en esa situación. Los papás esta vez no han podido comprar las listas. Llegan aquí pidiendo auxilio pues en los colegios, a pesar de que el Gobierno dijo que no era un requisito indispensable, les están exigiendo que lleven las listas”, dijo.
Según contó, eso está pasando con los niños de preescolar. A ella han acudido madres contando que en los salones no hay material para trabajar con los niños y que las maestras les dicen que están haciendo las jornadas con las uñas. “Por eso las mamás buscan hasta por debajo de las piedras libros y útiles, así sean donados”, añadió.
A Virgina no le es fácil esta tarea. También lleva a cuestas la fundación, que se dedica a enseñar a leer y a escribir a los chicos del barrio el Carmen que tienen algún tipo de retardo y la condición Down.
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Ya le llegó un lote de franelas azules, pero las usó para uniformar a sus niños. Igual está en la búsqueda de medicinas y alimentos para su población estudiantil.
“Pero vi la necesidad de la gente y por eso estoy ayudando y pidiendo donativos”, contó la maestra que en agosto fue homenajeada con el título de Buen Ciudadano, por su desinteresada labor por el prójimo y quien convirtió la sala de su casa en un salón de clases, lleno de libros, sillas y dibujos por doquier.
Para mayor información: Facebook Virginia E Diaz F
Fotos: Miguel González
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