Con cuentacuentos Fabuladores de Aragua siembran la semilla de la lectura en niños 

Fabuladores

La organización sin fines de lucro busca promover la lectura en los planteles educativos y en las comunidades. Desde hace nueve años han visitado varias escuelas de los 18 municipios de la entidad aragüeña.

Maracay. “Los cuentos que yo te cuento o los leí en un libro o me los contó un cuentacuentos”. La frase es de María Belén Padrón, conocida como Luna Cuentera e integrante de los Fabuladores de Aragua, antes de arrancar un taller en la Unidad Educativa Nacional La Magdalena, para promover la lectura y la escritura en los niños a través de los libros. 

Luna Cuentera acompañada por su hija, Aurilus Silva, también conocida como Lulú, comenzaron la jornada en el preescolar, ubicado en el sector La Casona 2, en el municipio Santiago Mariño, con un juego de palabras como adivinanzas y trabalenguas para desarrollar el cerebro y mejorar el vocabulario. 

“Es importante que los niños sepan de dónde vienen las palabras y que sepan que sí están plasmadas en los libros es porque alguien las escribió, eso quiere decir que ellos también pueden hacerlo”, comentó Lulú. 

Cuentos, historias, fábulas y poesías, son otras de las herramientas que usan los Fabuladores de Aragua, para impulsar la narración oral en los niños y adolescentes desde hace nueve años. 

La importancia de los cuentos es mantener la tradición de las palabras. Hay casos como el de una abuela contándole a sus nietos lo que vivió cuando era joven, esos cuentos los mantenemos y los vamos pasando de boca en boca. Sembramos la semilla de la palabra para que vaya floreciendo de boca en boca”, aseveró Aurilus.

Algunas de las historias que cuentan los Fabuladores son vivencias propias, pero exageradas y agregan otros elementos para mantener la atención de los oyentes. Sin embargo, para que los estudiantes de educación inicial pudieran conectarse con la lectura, Luna Cuentera y Lulú contaron Campanero Nebuloso, de Laura Antillana, que trata de una persona que vive con mascotas y uno de sus perros desaparece cuando se van a mudar. 

fabuladores
Luna Cuentera y Lulú son algunas de las Fabuladoras que visitan los planteles educativos. Foto: Glenn Requena

“Todo este tiempo hemos asistido a escuelas y comunidades. Promovemos la lectura a través de la narración oral, de los cuentos. Buscamos rescatar las tradiciones orales y todo aquello que está escrito que nos ayuda a fortalecer los valores”, comentó Luna Cuentera.

Palabras para educar

Entre risas y aplausos los niños, quienes se acostaron en el piso como si estuvieran en sus camas, disfrutaron del cuento. Sus maestras compartieron galletas y agua a sus estudiantes, para que la jornada de aproximadamente dos horas no se les hiciera pesada.  

Es importante darles las herramientas a los niños desde una temprana edad. Ellos pueden descubrir que las letras a través de las palabras tienen una información. Es una forma de animar a los niños a leer y a escribir”, dijo María Belén Padrón, quien también es especialista de educación inicial.

Luego de la lectura del cuento infantil, la organización sin fines de lucro, que pertenece al Movimiento Nacional de la Tradición Oral del Cuento, terminó la actividad con otra dinámica. Sacaron el títere de una serpiente, de la especie yarará, hecha a base de materiales reciclados, cuya finalidad es comerse los papeles que tengan palabras. 

Glenda Blanco, docente de aula del preescolar La Magdalena, contó que para promover la lectura en una matrícula de 170 niños, realizan dramatizaciones para que estos sean los protagonistas y puedan contar las vivencias de sus historias. 

“Ellos se aburren menos y como están dando sus primeros pasos. Tratamos de involucrar a la familia, que haya una tríada de familia, escuela y comunidad. Cada 15 días buscamos que los padres estén involucrados en la formación de los niños”, destacó la maestra.

Lea Tambien:

Sagas y libros de autoayuda marcan la pauta de lectura en Táchira


Participa en la conversación