Con 75 % del gasoil necesario, la producción agrícola podría reducirse a 50 % de lo estimado para 2021, a lo que se suma la falta de fertilizantes. La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos calcula que hubo cerca de 50 % de escasez de diésel en el ciclo de verano.

Caracas. La producción agrícola venezolana, ya de por sí mermada debido a siete años de contracción económica, hiperinflación y falta de poder adquisitivo de la población, podría verse aún más afectada si no se garantiza el suministro de diésel y de agroquímicos necesarios para iniciar el próximo ciclo de invierno. 

Según cálculos de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y afines (Sviaa), el campo nacional requiere de un aproximado de 2200 barriles diarios de gasoil y seis millones de kilos en agroquímicos para atender las más de 450.000 hectáreas disponibles para producción de cereales, raíces, tubérculos, entre otros.

En concreto, Sviaa proyecta que, si se cumple al 100 % con los requerimientos de combustible y fertilizantes, la producción agrícola para este año podría llegar a ser de 390.000 toneladas (t) de maíz, 130.000 t de arroz, 85.000 t de algodón, 75.000 t de soya, 15.000 t de sorgo y 7000 t de palma aceitera.

Otros escenarios

Sin embargo, de darse el escenario de falta de combustible más favorable (75 % del suministro necesario), la producción podría caer a 50 % de lo estimado, cifra que se reduciría a 25 % en el tercer escenario (50 % de suministro de gasoil) y a 5 % en el caso extremo de que solo haya 25 % del combustible requerido.

El presidente de Sviaa, ingeniero Saúl López, asegura que la falta de combustible está afectando, principalmente, a pequeños y medianos productores, pues algunas asociaciones que agrupan a productores grandes acuden al mercado negro para abastecer su inventario.

López asegura que el litro de gasoil se consigue por vías irregulares entre 80 centavos y un dólar estadounidense, sumas que a los productores pequeños y los agricultores familiares se les hace cuesta arriba costear, y más en un entorno económico en el que el crédito bancario es prácticamente nulo y el consumo está por el suelo.

Otros requerimientos

El ingeniero estima que se requiere de una cartera agrícola de, por lo menos, 350 millones de dólares para financiar y atender a los pequeños y medianos productores, no solo para optimizar sus campos e invertir en tecnología, sino para adquirir los insumos necesarios.

Según estimaciones de Sviaa, actualmente se cuenta solo con 40 % de los agroquímicos y fertilizantes que se requieren para impulsar la producción agrícola y, aunque han surgido empresas que han sustituido, en menor medida, a la empresa expropiada Agroisleña, la piratería de esos productos también va en ascenso.

El ingeniero López afirma que los grandes productores, especialmente quienes forman parte de asociaciones regionales, utilizan recursos propios para autofinanciarse, aunque hay otros ejemplos que, a la larga, perjudican a la pequeña agricultura y la familiar.

Hemos visto tipos de financiamiento en los que les entregan todos los insumos a los productores y les piden que paguen con cosechas, y otros en los que los financistas, muchos de ellos empresas nuevas y grupos económicos nuevos, pagan las cosechas por debajo de su precio real”, indica López.

Es por ello que llama a que los créditos para la producción agrícola que apruebe el gobierno de Nicolás Maduro, a través de la banca pública, se coordinen directamente con los productores y las asociaciones para evitar el clientelismo y reducir costos.

Caída que podría derivar en importaciones y aumentos de precios

Según sondeos y cálculos de Sviaa, con amplio margen de error, la escasez de diésel para atender el ciclo de verano que recién culmina ronda 50 %, por lo que podría ser aun mayor en el de invierno, ya que la demanda es superior.

Los estados llaneros están muy golpeados y se están perdiendo grandes toneladas y litros de alimentos. Semanalmente, se pierden alrededor de 25.000 toneladas de alimentos y tres millones de leche”, asegura el presidente de la Asociación Venezolana de Economía Familiar, Juan Carlos Montesinos.

Saúl López, por su parte, resalta que, si al final no se concreta el escenario de 100 % de abastecimiento de combustible e insumos para la producción agrícola, la agroindustria no podrá cubrir su oferta y tendrá que importar, con un alto impacto en los costos y aumentos de precios en los alimentos.

En el escenario actual, y tomando en cuenta que la demanda se ha reducido debido a la poca capacidad de compra del venezolano, hay inventario de insumos y materia prima para producir arroz y maíz hasta para cuatro o cinco meses.

Inversiones necesarias

Para sembrar las 250.000 hectáreas disponibles para maíz, por ejemplo, se requieren 87.500 t de fertilizantes, así como 12.250 t para las 40.000 hectáreas de arroz, 14.200 t para 40.000 hectáreas de caña de azúcar y 3825 t para 15.000 hectáreas de soya.

En total, se calcula que recuperar la producción agrícola y el sector primario venezolano requiere de una inversión aproximada de 350 millones de dólares, a través de mecanismos multilaterales o de inversión extranjera, ante la quiebra del Estado.

Además, para evitar pérdidas y hacer las siembras en el momento adecuado, Sviaa plantea que los productores tengan acompañamiento especializado que incluya evaluaciones climáticas pertinentes, aun cuando las tierras ya estén preparadas, especialmente en momentos de cambio climático como el actual.


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