Falta de educación ambiental en los zulianos pone en riesgo la vida de los mapaches

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Actualmente, hay comunidades pesqueras que cazan y matan mapaches para consumir su carne. Esta semana la organización Mapache Ecoaventura repudió esta práctica, luego de que circulara por las redes sociales un video en el que una familia del barrio Leonardo Ruiz Pineda de Maracaibo mató a uno de estos animalitos para comer por costumbre familiar.

Maracaibo. Comer la carne de mapaches se hace en gran medida por costumbre familiar, una práctica que desde el año 2016 ha puesto en peligro la especie, así lo dio a conocer José Sandoval, fundador de la organización Mapache Ecoaventura, encargada de promover la conservación y el rescate de animales silvestres en el estado Zulia.

La mayor cantidad de casos de matanza y consumo de estos mamíferos se da en las zonas pesqueras de capital Chico y Puntica de Piedra, de acuerdo con los registros de avistamientos y denuncias que tiene la organización. Aunque Sandoval aseguró que han hablado sobre concientización y educación ambiental con los pobladores de estas zonas y se vio una leve mejoría, pero en 2020 todo empeoró.

La pandemia resultó ser el ingrediente clave para la recuperación total de dichas poblaciones. Lamentablemente, la satisfacción no duró mucho tiempo ya que los traficantes de especies empezaron a sacar provecho de esta recuperación y casi a diario cazan y capturan más de 50 animales de diferentes especies es el mapache el más extraído”, dijo.

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La matanza de mapaches para comer su carne ha puesto en peligro de extinción a esta especie. Foto: Cortesía Mapache Ecoaventura

En el caso del mapache que se avista es Maracaibo,  de acuerdo con las investigaciones de la organización, esta especie no está bien definida. “Según la literatura aquí en Venezuela solo existe una especie, pero el fenotipo del que tenemos en Maracaibo es muy diferente. Hemos llegado a la conclusión de que se trata de una subespecie no registrada o una adaptación del Procyon lotor, conocido como mapache norteamericano, no estaremos seguros hasta que se hagan los estudios científicos que lo defina”, dijo.

Además del tráfico, la matanza es lo que más preocupa a los conservacionistas. “Las personas que viven en zona costera, en su mayoría, miran a los animales como una presa, no tienen el conocimiento de su importancia dentro del equilibrio ecológico. Sabemos que estamos hablando de pescadores, que están acostumbrados a capturar y cazar, no a sembrar, cultivar o criar. Para ellos, el animal en general es un alimento, por eso nuestro empeño en concientizar a esas personas sobre sus creencias”, explicó Sandoval.

Los pobladores de las zonas pesqueras de Maracaibo atribuyen su matanza a un supuesto valor nutricional que le atribuyen a su carne, creencia que ha sido desmentida por especialistas en la materia y que advierten que su consumo es peligroso para la salud humana.

Población en recuperación

Mapache Ecoaventura refirió que nunca han tenido cuantificada la población de mapaches en Maracaibo, porque para ello necesitan de métodos como el foto trampeo con cámaras tipo trampas. “Sin duda la inseguridad nos despojaría de ellas, por eso solo hacemos avistamientos en las salidas de campo”, aseguró.

Llevar la cuenta de cuantos mapaches se matan al año en estas zonas es casi imposible, según refiere Sandoval, debido a la complicidad que reina en estas comunidades del norte de Maracaibo, por eso han hecho un trabajo de hormiga para lograr que los pobladores entiendan el valor de la fauna silvestre y denuncien los ilícitos ambientales como la extracción de varas de mangle y otras especies de animales.

La venta del mapache como alimento es un mercado que no existe, es una práctica aislada de varias personas y por eso, me ha causado impacto”, dijo Sandoval refiriéndose al video que circuló en las redes sociales y que llegó de manera anónima a sus manos.

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Mapache Ecoaventura ha logrado insertar a varios de estos mamíferos en los bosques de magle. Foto: Cortesía Mapache Ecoaventura.

El fundador de Mapache Ecoaventura  agregó: “Hasta donde sé, esta persona tiene como hábito comer fauna silvestre como serpientes boa constrictor, vulgarmente conocida como tragavenado y también la tortuga que conocemos como galápago, lo hace más como una costumbre familiar que por necesidad, hablamos de personas pobres, pero que tienen sus medios de trabajo, y en mi opinión no tienen la desesperada necesidad de tener que matar a un animal silvestre para alimentarse, lo hacen por costumbre”.

La organización repudia estas prácticas y sigue apostando por la educación ambiental y más que una alarma, quieren que se tomen medidas legales para concientizar a la población en general.

“Establecer comunicación con las personas que se dedican a estas prácticas, sentarnos y brindarles educación ambiental, porque por experiencia sé que si los señalamos y logramos que lo metan preso, le hacemos más daño a la persona, porque lo hacen por falta de educación, entonces prefiero hacer el enlace y hacerles entender que está hasta en riesgo su salud porque estos son animales que pueden contagiar la rabia y enfermedades”, dijo.

Tráfico de mapaches

El comercio del Mapache es mayormente para el mercado de mascotas exóticas, según las investigaciones que ha llevado a cabo Mapache Ecoaventura.

Alertaron: “Estamos seguros que esto va a resultar en graves problemas, debido a que el mapache es un animal diseñado por la naturaleza para vivir en uno de los ecosistemas más rudos y competitivos que existen para la vida salvaje como lo son los bosques de manglar. Este animal, como muchos de fauna silvestre, al llegar a su madurez sexual, se tornan muy agresivos y territoriales y, si están en cautiverio atacarán al primero que se les atraviese, así sea la persona que lo ha consentido como una mascota”.

Un mapache puede llegar a comercializarse como mascota desde los tres dólares, hasta los 100 dólares, dependiendo del cliente. Pero generalmente se venden las crías, lo que obliga a los cazadores a matar a las hembras para despojarlas de sus crías.

¿Por qué es importante la conservación del mapache?

Los mapaches dentro de los bosques de manglar son llamados la especie paragua. Un ejemplo, es que cuando llega la temporada de cangrejos, la población de mangle se ven afectadas porque estos socavan el sustrato y se comen algunas raíces tornando viejo el manglar.

En estos casos el mapache es capaz de comerse a diario entre 250 a 300 cangrejos controlando su población y dando un beneficio en general a la salud del bosque de manglar porque permite el mangle rojo crezca, que las semillas se desarrollen bien que el sustrato se oxigene de la manera correcta, y todos esos elementos se mantengan en un balance perfecto dentro de ese ecosistema.

Mapache Ecoaventura ha trabajado incansablemente durante los últimos dos años para la reinserción de esta especie en los bosques de manglar, específicamente de la Isla Mágico Manglar, de la que esperan se convierta en una zona para el ecoturismo zuliano.

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Los mapaches pueden contagiar de rabia a los humanos. Foto: Cortesía Mapache Ecoaventura.

El mapache comenzó a extinguirse en la isla desde hace 20 años debido al tráfico ilegal, por eso la organización puso en marcha un programa de restauración, que han ido cumpliendo con paso lento, pero seguro, y eso incluye al mapache. Aunque reconocen que se les ha hecho cuesta arriba, Sandoval adelantó que ya existen ordenanzas municipales para la protección del ecosistema de manglar y el sistema costero.

Estamos esperando que sea oficial y que las instituciones se puedan hacer cargo de hacer cumplir la ley para penalizar a las personas que cazan, que se roban los manglares y a los que lanzan desechos tóxicos”, dijo el ambientalista.

Hace dos años Mapache Ecoaventura comenzó el proceso de inserción. Escogieron 12 individuos que fueron rescatados del cautiverio. Actualmente tienen una pareja liberada en la isla con éxito.

Explicó que el proceso es lento porque los animales que se reinsertan deben ir en perfecto estado de salud. “Debemos estar seguros que no lleva ninguna enfermedad de los animales domésticos hacia la vida silvestre que nos pueda causar un estrago. Logramos reintroducir tres mapaches, de los cuales sacamos a uno porque su impronta con los seres humanos era muy fuerte y podía causarnos un accidente dentro de la isla como ataques, y no es la característica que necesitamos para el animal que queremos que se encuentre en la isla”, dijo.

Sandoval adelantó que están terminando de practicar los exámenes médicos correspondientes a las demás parejas para seguir reintroduciendolos. “Como toda restauración ecológica sabemos que esto lleva un proceso, un tiempo que cumplir en la siembra de árboles frutales y estamos en este proceso”, precisó.

La recomendación general de la organización a los ciudadanos es recordar que el planeta está transitando una década crucial para poder recuperar y lograr un equilibrio con el cambio climático. “Si en estos 10 años, como lo dijo las Naciones Unidas, no logramos revertir los síntomas que nos indican que estamos al borde de un colapso ambiental, vamos a perder la oportunidad de hacerlo, y por eso es tan importante la reforestación y la reintroducción y todo lo que sea la recuperación del ecosistema”.


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