Rosalba Moreno, madre de Pedro Mosqueda, desaparecido desde el 31 de agosto, contó que su hijo resultó víctima del robo y mientras trataba de huir de los delincuentes fue arrastrado por la corriente de un río en Filas de Mariche.

Caracas. Ha pasado más de un mes desde que Pedro Daniel Mosqueda Moreno desapareció. Su mamá, Rosalba Moreno, aunque ya perdió las esperanzas de encontrarlo con vida no descasará hasta saber de él.

El joven de 32 años fue arrastrado por la corriente de un río, a la altura del sector La Flor de Altamira, en Filas de Mariche, cuando huía de unos delincuentes. Iba con Luis Miguel Pérez, un compañero de trabajo, quien sobrevivió y contó lo sucedido a las autoridades.

[irp posts=”70120″ name=”Escasez de alimentos golpea por partida doble a familiares de presos en calabozos”]

Relató que el pasado 31 de agosto acudió a Filas de Mariche a buscar los asientos del carro —Malibú— de Pedro, porque los había mandado a arreglar. Se trasladaron en un vehículo prestado modelo Super Duty, color blanco.

En el camino fueron abordados por tres delincuentes, a bordo de dos motos, para robarles el vehículo. Los condujeron a una zona boscosa y tras disparar varias veces al aire les ordenaron que huyeran.

Mientras se alejaban de los hombres decidieron cruzar un río, pues no hallaban la salida. Pedro se resbaló y fue arrastrado por la corriente. Y Luis contó que sobrevivió porque se agarró de una rama.

Protección Civil buscó desde El Hatillo hasta los Valles del Tuy y no encontraron el cuerpo en el río, incluso fueron a una zona que le dicen ‘Las Mallas’ donde generalmente encuentran cadáveres, pero no apareció, contó su madre.

El testigo ha acudido tres veces al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para declarar, la última en compañía de un abogado. Pero no hay avances del caso. La camioneta en la que ambos se trasladaban apareció en horas del mediodía de aquel 31 de agosto, por la misma zona.

Quisiera que las autoridades investiguen, que no dejen el caso así. Cómo puede sentirse una madre sin saber de su hijo, ya no tengo esperanzas de que esté vivo pero al menos quiero que aparezca.

Pedro trabajaba como mecánico en un taller ubicado por la plaza La Estrella de San Bernardino. Vivía con su esposa por la misma zona. Su madre reside en La Victoria, estado Aragua, y desde que desapareció ha acudido varias veces a Caracas con la esperanza de encontrarlo.

He ido cuatro veces a la morgue de Bello Monte, que es donde podría llegar, pero también he ido a la morgue de Los Teques y de Ocumare. Estoy pendiente de las noticias y he ido a verificar si está detenido, o en hospitales, pero no lo encuentro.

La madre pide a la Fiscalía que la ayuden y no se olviden su caso, como sucede con la mayoría, pues recientemente cambiaron a la fiscal y no le dieron razones. Hay que comenzar todo otra vez.

Incluso han colocado panfletos con la fotografía de Pedro y sus datos, por varias zonas. Rosalba ha recibido el apoyo de sus hijos y confesó sentirse desesperada ante la impotencia de no recibir suficiente ayuda.

Quiero saber qué pasó con mi hijo, que aparezca vivo o muerto, pero saber de él y que se esclarezca el caso, sentenció.

La víctima era padre de una niña de nueve años. El compañero con quien se encontraba el día que desapareció lo ayudaba esporádicamente en trabajos cuando él se lo pedía.

Foto: cortesía Marinés Baptista


Participa en la conversación