Gobierno de emergencia nacional parece viable en lo jurídico pero no en lo político

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El constitucionalista Nelson Chitty afirma que a través de un decreto presidencial Guaidó podría declarar estado de excepción, estructurar el gobierno de emergencia y convocar el Consejo de Estado “paritario”. Pero Guillermo Aveledo advierte que al excluir del plan a los oficialistas señalados de narcotráfico y violación de derechos humanos se reducen los interlocutores con poder real para acordar.

Caracas. El pasado 28 de marzo, el presidente de la Asamblea Nacional y encargado de la república, Juan Guaidó, propuso al país la conformación de un gobierno de emergencia nacional para acceder a financiamiento internacional y atender el impacto del coronavirus.

La propuesta plantea que ese gobierno incluya a representantes de la oposición y el oficialismo en todos sus ámbitos y delegue en un “Consejo de Estado paritario” las decisiones relativas a la emergencia, la estabilidad política y la reconciliación nacional.

Instancias de la oposición, como el Frente Amplio Venezuela Libre, los partidos mayoritarios en el Parlamento y centrales sindicales alineadas con la alternativa democrática, han dado un espaldarazo temprano e irrestricto a la idea de Guaidó.

Pero, al ver en profundidad el planteamiento, sería necesario analizar su viabilidad desde por lo menos dos aristas: una jurídica y una política.

El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Central de Venezuela Nelson Chitty La Roche explicó que la idea es factible si se aplica bajo lo que se conoce como régimen de excepcionalidad. Pero el politólogo y profesor de la UCV y la Unimet Guillermo Aveledo es receloso en cuanto a su factibilidad política. Veamos.

Circunstancia excepcional

Desde el punto de vista constitucional, Chitty La Roche señala que la conformación del gobierno de emergencia y el Consejo de Estado paritario podría ampararse en los artículos 337 y 338 de la Constitución, que fijan los parámetros de los estados de excepción. La forma jurídica de integrarlos sería por la vía de un decreto presidencial, apegado a la circunstancia excepcional del momento actual.

“Vivimos una situación absolutamente excepcional, comprendida en los artículos 337 y 338 de la Constitución. Guaidó puede, perfectamente, decretar estado de excepción y con esa fundamentación jurídica proceder de inmediato a la designación y convocatoria que ha ofrecido hacer”, expuso vía telefónica.

Destacó que si bien los controles constitucionales de una decisión de esta naturaleza corresponden a la Asamblea Nacional y al Tribunal Supremo de Justicia, en las actuales circunstancias de secuestro del Poder Judicial, tendría que ser prescindible su intervención “sobre la base de la manifiesta condición parcializada que tiene”.

El profesor universitario destacó que las decisiones que se vayan a tomar en esta materia son urgentes: “No hay tiempo qué perder porque este no es un tema jurídico ni constitucional, es un tema político, de salvaguarda y protección de la población”.

Propuesta ¿inviable?

Yendo a lo político, en su mensaje Juan Guaidó dejó claro que ningún gobierno de emergencia podría tener éxito si solo está integrado por opositores y que por tanto es necesaria la concurrencia del oficialismo. Pero, por el otro, fue tajante en decir que ese gobierno de emergencia no podría estar encabezado por Nicolás Maduro ni integrado por personas señaladas de narcotráfico o de violar derechos humanos.

Y es aquí, explica el profesor Guillermo Avelero, donde la implementación de esta propuesta parece inviable. Tanto Nicolás Maduro como la mayor parte de su entorno o han sido acusados por la Fiscalía de Estados Unidos de vínculos con el narcotráfico o han sido sancionados por la comunidad internacional por violar derechos humanos y socavar la democracia.

Entonces ¿con quiénes del oficialismo piensa hacer gobierno Juan Guaidó?

“La propuesta de Guaidó no parece viable porque parte de un punto que hasta ahora ha sido inaceptable para el chavismo y sus élites. Podemos suponer que la acusación de la Fiscalía norteamericana contra las élites podría aumentar la presión, pero, por otro lado, te has quedado sin interlocutores en el chavismo con poder de decisión y acuerdo”, señaló.

En su opinión, el mensaje de Guaidó “no es de unidad nacional, sino de rendición del chavismo, y si esa es la propuesta, no parece viable porque ni Guaidó ni la oposición tienen la capacidad de imponerla”.

Aveledo advierte que el planteamiento de Guaidó es comparable con el que hizo Maduro la semana pasada, cuando invitó a una serie de representantes de la oposición (Henry Ramos, Manuel Rosales, Henrique Capriles) a buscar un acuerdo para enfrentar la pandemia.

“Esta propuesta de Guaidó no parece completamente realista porque parte de la misma lógica de la propuesta de Maduro: te lanzo un llamado a un liderazgo de oposición, que no es el que tiene el poder en la oposición. Hago un gesto pero no estoy dando los pasos necesarios para lograr algo. O es que no se han dado cuenta de que no son realistas, o que estos mensajes no tienen el propósito que enuncian”, indicó.


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