Manifestantes en la plaza Alfredo Sadel pidieron que se invocara el artículo 187.11 de la Constitución. El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, aunque se refirió a la cooperación internacional, insistió en que el proceso va a depender de la movilización de los ciudadanos en la calle.

Caracas. El número 187.11 se repitió en palabras, algunas franelas y carteles. A las 11:00 a.m. a la plaza Alfredo Sadel la dividía una bandera de Venezuela empatada a un cordón de la bandera de los Estados Unidos. Nueve personas sostenían las telas, entre esos, Gerardo Torín de 68 años de edad. Asistió a la manifestación por la defensa de la Asamblea Nacional que eligió en 2015. También llevó una petición.

El presidente de Asamblea Nacional, Juan Guaidó, llamó el viernes a una concentración en Las Mercedes por la defensa del Parlamento que Nicolás Maduro pretende desarticular. Por los 26 diputados que han sido perseguidos, dijo. Solo esta semana a 17 parlamentarios fueron asediados con grafitis amenazantes en sus residencias, mientras que a 9, por decisión de Asamblea Nacional Constituyente, les fue allanada su inmunidad.

Es necesario que por fin se decida aplicar el artículo 187.11 para pedir ayuda extranjera. Ya aquí tenemos células terroristas. Yo vivo en Catia y estamos dominados por los colectivos, expresa y muestra su franela que luce al revés. Con marcador e hilo negro, bordó el número que pide que sea invocado.

Gerardo Torín acudió a la concentración en Las Mercedes para defender a la Asamblea Nacional por la que votó en 2015.

El 187 cubre gran parte de la tela, en la Constitución apenas es una línea, una función de la Asamblea Nacional: “Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”.

La franela de Torín está al revés porque de camino a su casa tendrá que voltearla para no ser identificado por los grupos armados irregulares gubernamentales que están en su comunidad. Al derecho tiene es el dibujo de una cerveza, antes de salir, la volteo, cuenta.

Para muchos el siguiente paso deber ser la intervención militar.

El deseo de Torín vio algunos destellos de hacerse realidad. A las 12:00 p.m. llegó a la plaza el presidente Guaidó. Inmediatamente tomó el micrófono. 10 minutos después se refirió a una posible cooperación internacional de Washington en Caracas.

Hemos instruido a nuestro embajador Carlos Vecchio a que se reúna de inmediato con el Comando Sur y el almirante, para poder establecer relación directa y alcance en materia de cooperación, pronunció en medio de algunos alaridos de “intervención”.

Quizás esta sea la respuesta de Guaidó al almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de Estados Unidos. El jueves Faller escribió en Twitter estar dispuesto a apoyar a los líderes de la Fuerza Armada de Venezuela “que tomen la decisión correcta” y apoyar la restauración del orden constitucional. Estamos listos, dijo.

Los asistentes escucharon atentos a Guaidó, pero también aprovecharon para gritar por la intervención.

Guaidó dedicó unos minutos más para referirse a la cooperación internacional: Hoy tenemos muchas opciones, la cooperación internacional es una. Primero mencionó una comunicación  que recibió de China, donde la Cancillería, le dice que “se aproxima una solución –para Venezuela– a través del Grupo de Contacto”.

Asimismo, se refirió a una conversación que sostuvo con el presidente de Colombia, Iván Duque: Según informes de inteligencia casi 50% del ELN está operando en territorio venezolano. Presidente Duque, cuente con el legítimo presidente de Venezuela para vencer este flagelo.

También declaró que envió cartas al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Amalgro, para iniciar el proceso de incorporación al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.

No porque sea una solución mágica, sino porque es una alternativa para Venezuela. Avanzar en esa dirección para poder ejercerla con nuestros aliados, porque además incluye cooperación diplomática, sanciones, y cooperación  a nivel de fuerzas. Debemos responsablemente evaluar todo. Cuándo nos pregunten cual es la mejor opción, es la que genere el cambio más rápido, expresó. El grito de intervención continuó.

El discurso de Guaidó se prolongó durante 38 minutos.

Rapidez es precisamente lo que Orlando Rodríguez, de 73 años de edad, pide: Quiero algo más rápido. Quisiera que se aplicara el 187. Porque ya todo lo que dijo lo hemos oído. Se está haciendo reiterativo ese discurso. Hay una desesperación por el abuso constante que está haciendo esta dictadura. Es accionar.

Los manifestantes se solidarizaron con los diputados perseguidos y se pronunciaron en contra de la intención de desarticular a la AN.

Guaidó también insistió en que este proceso va a depender de los venezolanos, de la movilización y de continuar hablándole a  la Fuerza Armada, institución que, a su juicio, presenta una ruptura en la cadena de mando desde el 30 de abril cuando lideró una insurrección cívico-militar, operación en que fue liberado el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.

Antes de despedirse recordó a los 5.000 generales británicos que colaboraron en la lucha de Independencia junto a Simón Bolívar.

Fotos: Luis Morillo


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