En el Litoral Central todavía hay quienes se resisten al olvido de Vargas y al cambio de nombre del estado

estado Vargas

Con motivo del 236° aniversario del natalicio del médico oriundo de esta entidad federal, grupos de la sociedad civil retomaron la exigencia de invalidar el actual nombre de estado La Guaira para devolverle el de 1998, cuando el Congreso Nacional lo creó, a través de una ley, en homenaje al doctor José María Vargas.

La Guaira. Tras cumplirse dos años y nueve meses del cambio de nombre de estado Vargas a estado La Guaira, sectores académicos, culturales, económicos y profesionales que se resisten al desplazamiento de la figura del médico José María Vargas, aprovecharon el 236º aniversario de su natalicio para renovar las intenciones de restituir el epónimo con el que nació esta entidad federal en 1998.

El pasado 10 de marzo, cuando el alcalde del municipio Vargas, José Manuel Suárez, condecoraba a un grupo de médicos de hospitales y ambulatorios, decenas de personas retomaron simbólicamente el desfile en honor al sabio guaireño.

En un trayecto de más de tres kilómetros en la avenida Soublette, los participantes reanudaron la actividad desechada por la gobernación desde 2019, al tiempo que evocaron las virtudes científicas y republicanas de Vargas. Ello le valió el saludo fraternal de algunos conductores y transeúntes en la zona.

“Vargas fue el primer presidente civil de Venezuela (1834-1835) y le admiramos que no toleró el dominio militar de la época. Por eso, esta gente que gobierna hoy ha querido borrarlo del mapa, pero vamos a luchar para la restitución de su nombre en nuestro estado”, afirmó Johnny Martínez, presidente de la Junta Glorias a Vargas, una fundación que desde 1903 se empeña en la preservación de la memoria histórica.

Junto a Martínez, estuvieron en el acto de la plaza Vargas de La Guaira un conglomerado de educadores, historiadores, médicos, enfermeras, comerciantes, jubilados, pensionados e integrantes de grupos patrimoniales y culturales.

Varios funcionarios de la policía regional custodiaron la jornada de protesta, la cual estuvo antecedida de una sesión en el auditorio de la Cámara de Comercio, donde su presidente, Eduardo Quintana, destacó el pensamiento civilista de Vargas, quien al renunciar a la presidencia fue sustituido por el abogado y también guaireño, Andrés Narvarte (1836-1837).

El otro presidente de la República oriundo de esta región fue el general Carlos Soublette, quien gobernó entre 1837 y 1839, y nuevamente entre 1843 y 1847.

No se le consultó al soberano

En el contexto actual, no ha perdido vigencia el debate entre los activistas del oficialismo que justifican el renombre estadal, “porque todo el mundo nos conoce como La Guaira”, y los que buscan la reversión de la reforma de la constitución estadal, que ejecutara el Consejo Legislativo, por considerarla ilegal e inconstitucional.

Eso no se le consultó al pueblo en un referendo, que era el que tenía que decidir. Fue un atropello para menospreciar la figura civil de Vargas”, aseveró Martínez.

Sin embargo, no pocos habitantes del Litoral Central parecieran más preocupados por sobrevivir a las penurias de un país en crisis humanitaria y quizás, presten menos atención a los desmanes del partido de gobierno en la entidad federal.

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A los guaireños más allá de la diatriba del nombre, les interesa resolver más el día a día / Foto: Cortesía

“Eso estuvo mal, pero uno tiene que resolver lo de la comida, caminar largos trechos porque no hay para el pasaje y encima, no te alcanza para comprar las medicinas que necesitas”, comentó Ismael Osorio desde la parada de buses de la plaza Vargas.

Arcadio Longa, camillero jubilado del hospital Periférico de Pariata, señaló que “si se llamaba al referéndum, iba a ganar la abstención, pero ni siquiera lo hicieron. Es caprichoso que el estado se llame como su capital”.

En aquel 2019, el fallecido gobernador Jorge Luis García Carneiro, insistió en que solo se legitimaba “el saber popular que llama La Guaira a esta tierra”, en aras de darle importancia al legado indígena: Waira en lengua aborigen significa horno caliente o embarcación.

Tras consultar con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que le recomendó que el Consejo Legislativo acometiera la modificación en la constitución regional, el 6 de junio del mencionado año, García Carneiro presentó la propuesta, en medio del apoyo irrestricto de los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Ocho días después, se rebautizó a la entidad federal y posteriormente se procedió a eliminar al himno, aunque se mantuvo que la bandera y el escudo de armas del municipio Vargas fueran los mismos del estado.

El mandatario litoralense no solo hizo caso omiso a los reclamos populares para gestionar el referendo consultivo ante el Consejo Nacional Electoral. También minimizó la relevancia del natalicio de Vargas y en su lugar, ordenó que los 28 de febrero se celebrara un desfile de militares y civiles para exaltar a José María España, mártir del movimiento preindependentista de 1797.

Para el presidente de la Sociedad Bolivariana de Vargas, Rubén Contreras, la decisión de García Carneiro de obviar la consulta, obedeció al temor del rechazo colectivo.

“Lo que buscaba era acabar con el prestigio civilista de Vargas, quien enfrentó, sin complejos, a los militares”, afirmó.

En diciembre de 2019, un grupo de juristas introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia una demanda de nulidad con medida de amparo cautelar, dado que el estado La Guaira “no tiene respaldo de mandato constitucional”.

En un documento, Sergio Urdaneta, asesor legal municipalista, explicó que el cambio de nombre era “inconstitucional e írrito”, puesto que según la Constitución de 1999, la Asamblea Nacional (AN) era la que debía allanar el camino y no el parlamento litoralense.

Pero, en ese año 2019, la AN estaba dominada por las organizaciones políticas alrededor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y por ende, García Carneiro optó por acudir ante la ANC.

Con oposición de Caldera

Aunque para algunos visitantes “La Guaira es el balneario playero de Caracas”, el sentimiento autonómico de sus habitantes es anterior a la creación del estado. Pero fue en 1986, con la reforma de la Ley Orgánica del Distrito Federal (DF), que la región se transformó de departamento a municipio Vargas y con las elecciones regionales de 1989, eligió a su primer alcalde: Ramón Díaz (AD).

Nueve años después, diputados y senadores del Congreso se enfrentaron al entonces presidente Rafael Caldera, para aprobar al nuevo estado Vargas, el número 23 de Venezuela.

En mayo de 1998, el Jefe del Estado objetó la Ley del Territorio Federal Vargas y dejó constancia de sus observaciones ante la Corte Suprema de Justicia, instancia que favoreció la interpretación de la mayoría de los parlamentarios, representados jurídicamente por un bufete encabezado por el abogado Generoso Mazzoca.

En consecuencia, el Poder Legislativo promulgó la citada ley y Caldera se vio obligado a designar como gobernador al coronel (Ej) Adolfo Pastrán Matute.

La Ley del Territorio Federal establecía que luego de 45 días de reordenamiento geopolítico y transferencia de competencias de la gobernación del DF, se daría paso a la ley de creación del estado Vargas, sancionada finalmente el 23 de junio de 1998, esta vez sin oposición de Miraflores.

Tras los comicios regionales del 8 de noviembre de ese año, Pastrán Matute entregó la banda al gobernador electo Alfredo Laya Camacho (PPT), oriundo de La Guaira, y quien un año después, en medio de la tragedia de las lluvias, se distanciara del proyecto político del presidente Hugo Chávez.

Las diferencias públicas de Chávez y Laya imposibilitaron que el nuevo estado asumiera la administración de sus activos económicos fundamentales: el puerto marítimo de La Guaira, el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía y la autopista Caracas-Litoral. Y así se mantiene hasta nuestros días.

La asamblea legislativa local entre 1998 y 2000 (dominada por AD), aprobó la división político territorial de un solo municipio, denominado también Vargas, y 11 parroquias en una superficie de 1.496 kilómetros cuadrados.


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