Güiria se convirtió en el territorio más violento del país, según informe del OVV

violencia criminal

Las cifras que presenta el Observatorio Venezolano de Violencia en su informe anual indican que para el cierre del año 2020, el estado Sucre se convirtió en la tercera entidad con el más alto índice delictivo del país, con una tasa de 61,3 % de delitos por cada 100.000 habitantes. El municipio Valdez (Güiria) puntea la estadística local con una tasa de 197 % de muertes violentas.

Cumaná. El aumento de la delincuencia, el crecimiento de bandas organizadas, el control y la disputa territorial de todos los espacios y poblaciones, así como la tendencia al desbordamiento de la acción delictiva en el sector rural, son algunas de las variables que marcaron y agudizaron la violencia criminal en el estado Sucre durante 2020.

Así lo revelan las cifras que presentó el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) en su informe anual para el cierre del año 2020. En su monitoreo regional destaca que el estado Sucre pasó de ocupar la posición número 5 en 2018, a ser la tercera entidad con más alto índice delictivo en el país.

En materia de violencia criminal, Sucre se ubica hoy entre los cinco estados más violentos, ocupando la tercera casilla de la estadística nacional con una tasa de 61,3 % por cada 100.000 habitantes, superado por Miranda con 70,7 % y Bolívar (62,0 %); seguido por Aragua (60,5 %) y Distrito Capital (56,2 %), advirtió Jesús Subero, coordinador del OVV Sucre.

En la región oriental, para el año 2020, la entidad sucrense presenta un crecimiento en materia de violencia criminal que supera el de sus estados vecinos. En el registro nacional, pese a la opacidad informativa, Anzoátegui califica con un 31,6 % de muertes violentas registradas y documentadas; Monagas con 49,3 % y Nueva Esparta con un 30,9 %.

Igualmente el informe nacional del OVV señala que en los municipios rurales, el crimen y la delincuencia están dominando sobre los municipios urbanos.

En el caso de Sucre, para el coordinador regional del Observatorio Venezolano de Violencia llama la atención que siendo la población de Sucre y Bermúdez, los municipios de mayor importancia poblacional con un índice aproximado de 600.000 habitantes, presenta una tasa criminal de 62,3 % y 75,5 %, respectivamente.

Destaca el informe que la población de los municipios, Valdez (Güiria), Andrés Eloy Blanco, Cajigal y Mariño, con aproximadamente 106.000 habitantes, tiene tasas de criminalidad superiores incluso a las del país, que registra 45,6 %, mientras que el municipio Sucre se perfila con 61,3 %. Valdez puntea la estadística con un 197 % por cada 100.000 habitantes.

Violencia supera la pandemia

Pese a las advertencias del Observatorio Venezolano de Violencia, las cifras por muertes violentas superan los decesos productos del coronavirus. Mientras por la pandemia se registran hasta el 17 de enero 1101 muertes en el ámbito nacional, hay 11.891 personas fallecidas por causas violentas para una tasa de 45,6 % por cada 100.000 habitantes.

Estamos enfermos de violencia criminal en términos del desplazamiento territorial, y la cuarentena por el COVID-19 no frenó la violencia, indicó Subero.

Asegura que de acuerdo con la proporcionalidad poblacional del territorio sucrense, la entidad supera seis veces lo que establece la Organización Mundial de la Salud para declarar una epidemia. “Para la OMS una tasa de 10 % expresa un alto nivel de la violencia”.

Ante este escenario, Subero lamenta “la no atención por parte de las autoridades y entes nacionales a las advertencias del Observatorio Nacional de Violencia, por lo que hoy se acrecienta la tendencia del desarrollo criminal y en Sucre la criminalidad ha tomado a los municipios Valdez, Cajigal, Andrés Eloy Blanco”.

Jóvenes, principales víctimas 

La data suministrada por el Observatorio de Prensa del OVV Sucre indica que el 94,9 % de las víctimas pertenecían al sexo masculino y 5,1 % al femenino.

La muestra evidenció que el 37,3 % de la víctimas por la violencia eran personas con edades comprendidas entre los 25 a 29 años, seguido de jóvenes entre los 20 y 24 años con un 23,8 %; mientras que víctimas en edades de 30 a 34 años representan un 13,0 %, de los sucesos registrados.

En los hechos violentos que fueron referencia para esta investigación académica-científica estuvieron involucrados funcionarios de seguridad: un 47,1% pertenecían a la policía estadal o municipal; el 19,6 % eran del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc); el 15,7 % Policía Nacional Bolivariana (PNB) y 13,7 % Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

El instrumento más utilizado para cometer los crímenes, según el informe, fueron las armas de fuego con un 84,8 %; mientras que el móvil de los sucesos fue por resistencia a la autoridad con un 33,6%, seguido por ajuste de cuentas con 21,2 % y venganza con 20,5 % de los casos.


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