“Mi hijo dijo que era ciego pero igual el Cicpc lo mató”

Edwin Sulbarán, de 22 años, fue asesinado dentro de su casa en el barrio Bicentenario de Carapita. Sus padres denunciaron que los funcionarios fingieron un enfrentamiento, pues el joven era invidente.

Caracas. A las 10:00 am del lunes tumbaron la puerta que daba acceso al segundo piso de la casa de Paola Molinares y su familia, ubicada en el barrio Bicentenario de Carapita. Oyó el alboroto, salió a ver qué pasaba y se encontró con un grupo de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que ingresaba armado a la vivienda.

“¿Qué hacen aquí, por qué me tumban la puerta de mi casa?”, les preguntó. Y los hombres le respondieron “estamos aquí por homicidio”, pero nunca le mencionaron el nombre de alguien.

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Desalojaron a las cuatro familias que viven alquiladas en la parte de arriba y sacaron violentamente a mujeres y niños, a los que ni dejaron vestirse. En una de las habitaciones se encontraba Edwin Omar Sulbarán Molinares, de 22 años, oyendo todo muy confundido, pues era invidente.

“Soy ciego, ¿qué pasó? Llamen a mi mamá que está allá abajo”, le dijo Edwin a los funcionarios, pero no fue impedimento para que le dispararan.

Paola, quien permanecía abajo porque los efectivos no la dejaban subir a buscar a su hijo, oyó al menos siete disparos que la hicieron pensar lo peor: habían matado a Edwin.

“Mandaron a quitar a todo el mundo de la calle, no dejaban a nadie asomarse por las ventanas. Los Cicpc estaban dentro de mi casa y como a los 20 minutos fue que oímos los disparos. Mi hijo dijo que era ciego, pero igual el Cicpc lo mató”, soltó.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
El joven quedó ciego hace cuatro años, cuando antisociales dispararon durante una fiesta porque no los dejaron pasar.

Pese a que todos los habitantes del barrio Bicentenario estaban impactados con el despliegue de más de 40 uniformados, que se trasladaban a bordo de camionetas, ninguno se dio cuenta cuando sacaron de la casa el cuerpo de Edwin rumbo al hospital Pérez Carreño.

La madre del joven denunció que la comisión, de la subdelegación Caricuao, fingió un enfrentamiento y que en el expediente escribieron que era líder de la banda de “El Tuerto”. Los vecinos los observaron colocar casquillos de bala en el suelo y disparar hacia afuera, desde la parte interna de la casa.

“¿Cómo mi hijo se va a enfrentar con unos funcionarios si era ciego? ¡Es una injusticia tan grande! Cómo se van a ensañar de esa manera, cómo van a meterse en una casa de familia como si nada y a quitarle la vida a mi hijo porque les dio la gana”, dijo Paola, quien se mostró fuerte por momentos. Aunque en una oportunidad su voz se quebró y cayeron unas lágrimas que secó de inmediato, para seguir hablando.

Robaron enseres

La madre del muchacho contó que el Cicpc buscaba a los miembros de una banda que en horas de la mañana había herido a un “jeepsero” de la línea Delicias-Carapita, para robarlo.

“Pero esa gente es de un sector que queda más lejos de donde vivimos, no entiendo por qué se metieron a mi casa tumbando puertas y destrozando todo”.

El transportista alegó a los padres de la víctima que no lo relacionó con el asalto, del que responsabilizó a sujetos de una banda del barrio.

Foto: Crónica Uno/Miguel González
Antes de perder la visión, Edwin trabajaba en una carnicería con su papá

Los uniformados estuvieron en la casa de Paola por más de tres horas y tanto ella como sus vecinos, los vieron llevarse perfumes, desodorantes, prendas, dinero en efectivo, botellas de whisky, celulares y hasta un televisor. También agredieron a los habitantes, entre ellos la hermana menor de la víctima, de 13 años.

“Una de mis inquilinas vende perfumes y se llevaron todos los que tenía en su habitación. Todas las puertas de la casa de arriba las destrozaron. Mis vecinos son testigos de esta injusticia y me van a apoyar en mi denuncia, hasta el conductor de jeep que hirieron nos apoya”.

Edwin estaba ciego desde hace cuatro años a causa de un disparo de escopeta en la cara. Esto ocurrió cuando unos antisociales pretendían entrar a la fiesta de cumpleaños de su papá y como no los dejaron, dispararon desde la calle. Dos personas fallecieron y siete resultaron heridas.

Antes del incidente, trabajaba con su padre en una carnicería. Vivía con pareja, y sus dos hijos pequeños, en el segundo piso de la casa de sus padres.

“A mi hijo no le faltaba nada, gracias a Dios su esposa no estaba con los hijos en ese momento. Le quitaron la vida porque les dio la gana, allá arriba hay un Dios que todo lo ve”.

https://www.youtube.com/watch?v=lgbWQKaElCc&feature=youtu.be

Fotos: Miguel González

Video: Yohana Marra


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