Ni 100 de los 186 días correspondientes al periodo escolar se cumplieron este año por la metodología aplicada por el Ministerio de Educación.
Maturín. Bajos salarios al personal, fallas estructurales en las escuelas y liceos, además de otros factores han hecho que la calidad educativa decayera este año, según afirman las federaciones y asociaciones educativas del estado Monagas.
Pero además de esas situaciones, el horario mosaico causó en este año escolar 2022-2023 un efecto contraproducente en el sistema educativo. Esto a pesar del esfuerzo que día a día desempeñaba el personal docente que nunca abandonó a sus estudiantes, mientras reclamaba por su derecho y el de sus alumnos, salarios dignos y mejoras de condiciones en las instituciones.
Darío Lima, presidente del Sindicato Unitario del Magisterio, afirmó a Crónica.Uno que por este horario mosaico –que consiste en asistir entre dos y tres días de clases por semana–, el estudiantado no logró acudir ni 100 de los 186 días correspondientes.
Este año fue lamentable para los estudiantes, porque no recibieron los conocimientos académicos adecuados para avanzar en su nivel educativo como correspondía. La mayoría de los alumnos y alumnas fueron promovidos con bajas calificaciones”, agregó.
Jesús Sánchez, presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), en Monagas, aseveró por su parte que este horario, promovido por el Ministerio de Educación, “para paliar el efecto del apoyo de los representantes a las protestas”, accidentó aún más el sistema.
“El año culminó con una calidad educativa totalmente decaída, ya que las autoridades competentes no cumplieron, en absoluto, con nada de lo pautado en la ley, mucho menos a nivel de contenidos”, expresó.
Lamentó que la Zona Educativa de Monagas graduara a más de 7000 bachilleres, “con una preparación mucho peor que antes, porque prácticamente no se dio clases por mucho que los profesores quisieran ayudar a los alumnos”.
Sin transporte
El profesor de primaria en horario matutino, Ronniel Córcega, refirió que el transporte público también afectó el cumplimiento del periodo escolar. El maestro, que vive a casi dos horas de su lugar de trabajo, aseguró que los transportistas del sector Nuevos Horizontes apoyaron las manifestaciones paralizando sus unidades por lapsos determinados.
“Antes pasaban cada 15 o 20 minutos, ahora duraban como dos horas para pasar por acá, y pasaban llenos. Había que hacer maromas para poder abordarlas”, dijo.
Detalló que en la escuela donde dicta clases, aproximadamente el 10 % del personal docente pasó por esta situación.
Reparaciones ‘salvaron’ a los bachilleres
La ausencia del profesorado en las aulas de clases por múltiples razones, una de ellas el “irrisorio salario” con el que no logran cubrir ni el 20 % de sus necesidades básicas, puso en riesgo el bachillerato de este periodo 2022-2023.
Este hecho fue corroborado por docentes y estudiantes de los liceos “Francisco Isnardi”, de la avenida Bicentenario y “Hugo Chávez”, en la comuna Hato El Rosillo, Maturín.
Maestros, que prefirieron mantener su identidad bajo resguardo, aseveraron que las reparaciones salvaron el bachillerato, especialmente, el quinto año.
En el caso del Hugo Chávez, más de 60 los bachilleres presentaron trabajos especiales para evitar repetir el año, y son pocos los que volverán a cursar, detalló un profesor. Lo mismo sucedió en el Francisco Isnardi, aunque se desconoció cuántos estudiantes repararon.
Química y Física fueron las materias de educación media que más estudiantes repararon, afirmó la nueva bachiller del L. B. Hugo Chávez, Siliam Bandres.
Todo iba bien durante el primer lapso, pero después que llegó el segundo y el tercero algunos de los compañeros, más que ‘volverse un ocho’ se desentendieron de los estudios. Ese no fue mi caso, y por eso la mayoría tuvo que reparar”, comentó.
Asimismo, Reichell Espinoza, un alumno que cursó primer año en el L. N. Francisco Isnardi, aseguró que Castellano fue la materia que no se cursó durante el primer lapso, por la falta de profesores.
El horario mosaico propició que algunos padres y representantes sirvieran como profesores de sus propios hijos durante los días en que no asistían a clases, y tenían trabajos para la casa.
Nuestros chamos lograron pasar con bajas calificaciones porque hemos estado pendientes de que cumplan con sus tareas”, aseguraron las representantes Yanireth Corvo y Roxana Cova.
Sin embargo, ambas afirmaron no estar de acuerdo con ese plan, en vista de que desvía la atención de los estudiantes hacia las distracciones.
Los padres y representantes aspiran a que el año escolar 2023-2024 tenga cambios que beneficien a los estudiantes.
Por su parte, el profesorado mantiene la idea de continuar con sus acciones de calle si el Estado no toma en cuenta la propuesta de las más de 70 federaciones y asociaciones educativas, afirmaron Jesús Sánchez y Darío Lima.
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