Incendio de galpón del CNE y cuarentena por la COVID-19 vuelven inciertas las elecciones parlamentarias

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Con buena parte de la maquinaria electoral perdida en un incendio a principios de marzo y el país paralizado por la cuarentena para frenar el coronavirus, resulta incierto pensar en la realización de las elecciones parlamentarias previstas para este año.

Caracas. El 2020 es el año en el que por mandato constitucional corresponde que se lleven a cabo nuevas elecciones parlamentarias para renovar la Asamblea Nacional. Sin embargo, la cuarentena a causa de la pandemia del COVID-19 y el incendio ocurrido a principios de marzo en el galpón del Consejo Nacional Electoral (CNE) ponen en duda la realización de los comicios.

Históricamente celebradas en diciembre, las elecciones parlamentarias previstas para este año fueron centro de polémica desde enero, cuando voceros del oficialismo insinuaron que si bien la toma de posesión de los diputados que se elijan sería en enero de 2021, los comicios podrían realizarse mucho antes del último mes del año.

Esta postura de voceros como Diosdado Cabello se vio frenada en seco por dos hechos que cambiaron el panorama venezolano y las capacidades del CNE para realizar estas elecciones.

El primero de ellos ocurrió el 7 de marzo cuando se registró un incendio en los galpones del órgano comicial en Filas de Mariche, que en días posteriores los funcionarios del gobierno de Maduro aseguraban que fue intencional.

El fuego arrasó con buena parte de los equipos de votación y con casi todas las máquinas electorales que se tenían en Venezuela. El primero de los dos golpes que pondría en duda la realización de las elecciones parlamentarias para 2020.

Se quemaron en ese incendio 582 computadores pertenecientes al registro civil, 49.408 máquinas de votación, 400 boletas electrónicas, 22.434 inversores de corriente, 127.000 membranas (boletas listas para desincorporar), 49.323 sistemas de autenticación integrada (captahuellas)”, detalló Tibisay Lucena, presidenta del CNE en una rueda de prensa realizada al siguiente día del hecho.

Solo ocho días después del incendio en Filas de Mariche, Nicolás Maduro apareció en cadena nacional para anunciar la primera etapa de una medida que se convertiría en la nueva realidad de los venezolanos: la cuarentena social para prevenir contagios del coronavirus causante del COVID-19, que este sábado 11 de abril fue extendida por un mes más.

La cuarentena, cumple su primer mes manteniendo a buena parte de los ciudadanos en sus hogares y las instituciones venezolanas casi paralizadas, podría inclusive afectar en mayor forma la planificación de las elecciones parlamentarias, algo que ya ha ocurrido en otros países de la región.

Para el 26 de abril de este año, Chile tenía previsto realizar un plebiscito constituyente para consultar a la población si estaba o no de acuerdo con entrar en un proceso para diseñar una nueva constitución. No obstante, la llegada de la pandemia al territorio austral obligó a la nación a replantearse el calendario electoral.

El 19 de marzo las organizaciones políticas chilenas lograron alcanzar un acuerdo, que presentaron ante el Servicio Electoral, para aplazar el proceso de consulta al 25 de octubre, fecha en la que esperan haber superado la crisis causada por la pandemia.

Una postura similar fue adoptada en Bolivia con respecto a las elecciones presidenciales convocadas originalmente para el 3 de mayo de 2020.

El anuncio realizado por el presidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, Salvador Romero, significa un retraso de todo el proceso establecido en el calendario electoral por al menos 14 días, es decir que sería el 17 de mayo la nueva fecha para los comicios. Sin embargo, Romero indicó que la celebración de las elecciones dependerá de la evolución de la crisis de salud en el país.

“La Constitución habla de elecciones en diciembre y ya vamos tarde”

Félix Arroyo, consultor electoral, asegura que la aparición del COVID-19 ha mantenido paralizado todo el proceso de unas eventuales elecciones parlamentarias para diciembre de 2020, y asegura que el saber si podrán realizarse o si se deberían aplazar “depende de hasta cuándo sea la cuarentena”.

Las elecciones parlamentarias son más complicadas que unas elecciones presidenciales. Tienen que ver cómo recuperan las máquinas, pues afortunadamente en el incendio no se perdió el sistema sino los dispositivos. Pero, fíjate, ya ni siquiera se ha seguido hablando de la elección de los nuevos rectores para el CNE”, comentó Arroyo.

Mantiene que en situaciones normales el sistema electoral permite hacer comicios “muy rápido”, y destacó que en caso de ser necesario, se pueden hacer elecciones presidenciales hasta en 30 días, según lo señalado en la Constitución, pero la complejidad de las parlamentarias cambia el panorama.

“Las parlamentarias deben hacerse con todo el tiempo que dice la ley, debe haber tiempo para postulaciones, impugnaciones, tiempo de campaña adecuados, para que el registro se revise, se modifique y se depure. Piensa en toda la gente que ya no está en el país. Nada más la parte del Registro (Electoral) requiere unos tres meses”, dijo.

A su juicio el Registro Electoral es uno de los principales problemas, pues ni siquiera fue abierto en los primeros meses del año para permitir la inscripción de nuevos electores.

“La Constitución habla de elecciones en diciembre y ya vamos tarde. El Registro se cierra en el mes en el que se convocan las elecciones y las elecciones se convocan cuando se imprime la gaceta electoral en la que salen las fechas con el cronograma. Eso no se ha hecho”, explicó.

El consultor electoral manifestó que existe otra variable: la del remplazo de las máquinas perdidas en el incendio, y dijo que hacer esto dependerá de si Smartmatic usa máquinas similares en otros países.

“Lo que también habría que ver es cuánto tiempo se tardan en comprar las máquinas. Si Smartmatic las usa en otros países, debería existir ese stock (inventario). En Filipinas son más de 60 millones de personas y si se usan esas máquinas debería haber una forma de adquirirlas de forma urgente, no veo problema ahí, pueden tardar uno o dos meses”, comentó.

Finalmente, Arroyo aseguró que aunque es factible pensar en elecciones para este año, esto se hace a costa de la preparación del propio proceso electoral, algo que, a su juicio, acortaría los períodos establecidos por la ley.

“Yo veo que hay muy poco tiempo para hacerlo como Dios manda, además debe haber tiempo para las campañas y para primarias en los partidos si estos desean hacerlas”, manifestó.


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