Los trabajadores jubilados del IVSS aplaudieron la aprobación del bono nocturno que demandaron en una protesta en octubre, equivalente a 50 % de cada salario, aunque son conscientes de que no es suficiente y de que se deben restituir otros beneficios que han perdido en los últimos años.

Caracas.  Luego de más de 30 años trabajando para el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), Fanny Mora –como gran parte de los ancianos que laboraron durante tanto tiempo– debe decidir entre comer o comprar las gotas que necesita para tratar su lagrimal tapado, que le obstruye la vista del ojo izquierdo.

Fanny no tiene otros ingresos, solo los de la jubilación por años de servicio y la pensión de vejez. Sin hijos ni esposo, sobrevive en su casa en la avenida Sucre de Caracas con el apoyo mutuo que ella y su hermana se brindan. Los 2,4 millones de bolívares que percibe le alcanzan –si acaso– para comprar un pollo entero y medio cartón de huevos.

Fue apenas en noviembre cuando empezó a cobrar ese monto gracias a un presunto incremento del salario mínimo que rige a partir de este mes, pero que no ha sido anunciado oficialmente por ninguna autoridad. El aumento incluyó a otros trabajadores activos y jubilados de la administración pública, así como a los pensionados.

Foto: Tairy Gamboa

Aun así es insuficiente. Oswaldo Brito Rodríguez, segundo vicepresidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Instituto de Previsión Social del Ministerio de Educación (Ipasme), señala que con lo que cobran él y sus compañeros no pueden cubrir necesidades básicas de alimentación, salud, higiene y transporte, entre otros.

Lamentablemente, no alcanza para nada, ni para comprar un cartón de huevos. También se perdieron beneficios como la asistencia médica y la entrega de medicinas”, exclama.

La misma situación se presenta en otros organismos públicos, en los que la norma es tapar la falta de beneficios con cajas Clap u otorgando bonificaciones y primas económicas que los jubilados ya tenían, pero que les quitaron de un día para otro.

La lucha por sus derechos

Este miércoles 18 de noviembre los trabajadores jubilados del IVSS se reunieron pacíficamente frente a la sede del organismo, en la parroquia Altagracia, para informar sobre el otorgamiento del bono nocturno a aquellos que trabajaron por muchos años en ese turno, petición que habían hecho el pasado 20 de octubre en una protesta.

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Foto: Tairy Gamboa

La bonificación supone el depósito de la mitad del salario de cada jubilado, que varía dependiendo del cargo o grado que desempeñó antes del retiro, o un mínimo de 600.000 bolívares que, pese a que equivalen a menos de un dólar, puede representar un alimento o tableta de medicinas más para llevar a casa.

Cuando no nos cumplen, hacemos protestas para que las autoridades se vean obligadas a incluirnos los beneficios que nos corresponden por ley”, dijo Carlos Julio Rivera, vicepresidente de la Asociación de Trabajadores y Jubilados del IVSS.

En diciembre esperan que el seguro Social reconozca en el monto de la jubilación los días adicionales de quienes trabajaron jornadas extras los fines de semana. Lourdes Trujillo*, jubilada que pidió resguardar su identidad, afirmó que seguirán exigiendo la restitución de beneficios como la entrega de medicinas, radiologías y exámenes de laboratorio que otrora tenían.

“Así como nuestros hijos y nietos se parten el lomo afuera para poder ayudar a quienes estamos aquí, nosotros seguiremos presionando por un salario digno y que reconozcan nuestros derechos”, exclamó la trabajadora jubilada con más de 25 años de servicio.

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