José Gregorio Hernández saldrá a recorrer el país luego de que cada obispo y arzobispo recibiera un relicario durante la ceremonia de este 30 de abril. En cada uno de los estados tendrán un santuario para poder elevar sus oraciones al nuevo beato que celebran los venezolanos.
Caracas. José Gregorio Hernández Cisneros se convirtió en el cuarto beato venezolano. Es un hecho que el Médico de los Pobres está en el cielo y, junto con la patrona de Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto, intercede ante Dios por todos los venezolanos.
“Con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios, José Gregorio Hernández, laico experto en la ciencia y excelente en la fe, de ahora en adelante sea llamado beato”, leyó el nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, como la figura designada por el papa Francisco para presidir el rito.
La ceremonia, que se hizo a puerta cerrada en el colegio La Salle de La Colina, se cumplió bajo los parámetros que prometía el cardenal Baltazar Porras en los días previos: sobriedad y austeridad.
Con el canto “La luz del siervo de Dios”, del compositor Francisco Pacheco, y luego de la procesión hacia el altar, celebraron que, después de 72 años de haberse iniciado el proceso de beatificación del doctor José Gregorio Hernández, se haya dado la reunión en torno a la mesa del Señor para anunciar que el trujillano de Isnotú es beato.
El cardenal Baltazar Porras, junto al vicepostulador de la causa, monseñor Tulio Ramírez Padilla, fueron los encargados de la lectura de la petición para proceder a la beatificación del venerable siervo de Dios, José Gregorio Hernández, y de un corto repaso por su vida.
Su eminencia reverendísima, la Arquidiócesis de Caracas y la Iglesia en Venezuela ha pedido humildemente a su santidad, el papa Francisco, que se digne inscribir en el número de los beatos al venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros”, se leyó durante la ceremonia.
De inmediato, monseñor Tulio Ramírez leyó una pequeña biografía de José Gregorio Hernández para recordar desde su nacimiento, el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, hasta sus pasos por los estudios, por la ciencia, y su legado como un laico que se dedicó a la medicina y destinó parte de su vida a la fe y a la oración.
En ese momento fue cuando el nuncio apostólico, Aldo Giordano, se puso de pie y aseguró que, acogiendo el deseo del cardenal Baltazar Porras, así como de otros hermanos del episcopado y de muchos devotos, entonces con su autoridad apostólica declaraba beato a José Gregorio Hernández para que sea celebrado cada 26 de octubre.
¡José Gregorio Hernández es el nuevo beato de Venezuela!”, exclamó el padre Armelim De Sousa, párroco de la basílica de Santa Teresa.
Familiares de José Gregorio Hernández se pararon para develar una réplica de un mosaico hecho por el artista Luis Enrique Mogollón, debido a que el original está en el Santuario de Isnotú. Las cortinas azules se fueron abriendo poco a poco hasta que dejaron ver al Médico de los Pobres con una aureola. Los aplausos de alegría sonaron con muchísima fuerza mientras que la niña del milagro, Yaxury Solórzano, llevó una reliquia del beato hasta el altar.
La misa de Acción de Gracias
La música de la Schola Cantorum de Venezuela, otros coros y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho siguió con distintos ritmos venezolanos, como merengue, danza zuliana, polo margariteño, para después aterrizar en los cantos litúrgicos y dar comienzo a la misa de Acción de Gracias en honor a José Gregorio Hernández.
Las palabras del nuncio apostólico, Aldo Giordano, hicieron especial énfasis en la unión de todos los venezolanos bajo la figura del nuevo beato para “encontrar el progreso por los caminos de libertad, justicia, diálogo y paz”. Además, le pidió a José Gregorio Hernández que interceda para que el acceso a las vacunas contra la COVID-19 se logre “sin divisiones y sin resistencias”.
En las peticiones de la Iglesia católica también estuvieron los gobernantes y dirigentes, los médicos, las universidades, los enfermos, los hambrientos, desesperanzados y excluidos.
El cardenal Baltazar Porras fue el encargado de entregar las reliquias del beato a cada uno de los obispos y arzobispos del país.
José Gregorio sale hoy a recorrer el país. En cada uno de nuestros estados tendrá un santuario o, como si dijéramos, un consultorio”, enfatizó Porras.
Los invitados recibieron la comunión en sus manos, como una de las medidas de bioseguridad que se tomaron. Igualmente, el saludo de paz lo hicieron con el puño cerrado para mantener el distanciamiento marcado en cada uno de los bancos que se organizaron de manera estratégica.
Venezuela celebra este 30 de abril la beatificación de José Gregorio Hernández con la esperanza de que las condiciones epidemiológicas permiten que el próximo 26 de octubre se pueda festejar masivamente en cada uno de los templos del país, que ahora tendrán una reliquia del Médico de los Pobres.
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