Emperatriz, mujer trans zuliana: “He sobrevivido gracias al amor de mi familia”

Trans femenina zuliana

Cada mes de junio la población LGBTIQ+ celebra el orgullo de ser y sus libertades. Emperatriz cuenta cómo ha tenido que lidiar con la discriminación laboral y social por ser una chica trans zuliana.

Maracaibo. Sentir orgullo muchas veces no es suficiente. Ser diferente en una sociedad machista como la zuliana, incluso, la venezolana, trae consigo un sinnúmero de sinsabores que hay que aprender a sortear, la mayoría de las veces, para sobrevivir.

Emperatriz, es una chica trans, aunque en su cédula de identidad dice que es hombre, un género con el que no se identifica. En medio de la adolescencia se identificó como mujer. Se dejó crecer el cabello y las uñas, pero vestía como hombre. Hasta que entró a la universidad a estudiar Diseño de Modas. Ahí su círculo de amigas la instó a definirse.

Me dijeron que yo era una trans rara, que tenía que buscar mi identidad y me sugirieron vestirme de mujer a ver si así me sentía más cómoda porque en ese momento mi aspecto era híbrido y por eso las personas en la calle me miraban tanto, contó desde la sala de su casa, en el sector Sabaneta de Maracaibo.

Atreverse a dar ese paso fue difícil porque primero tendría que confesarle a sus padres cómo se sentía, lo que era verdaderamente. Así que tomó fuerza y les pidió hablar. Turbelina Báez, una mujer wayúu de 66 años, su madre, cuenta que se puso nerviosa y corrió de la habitación.

Me arrodillé y llorando le pregunte al Señor: ¿Qué pasa? Me deprimí mucho, pasé días llorando pero lo acepté porque ella es mi hija. Pero tiene la suerte de tener al padre más lindo y bueno del mundo. Se quedó con ella en el cuarto y le dijo: Jamás te voy a echar de aquí, este es tu hogar, si eres así yo no puedo hacer nada, contó la madre.

Emperatriz y su mamá
El amor es el protagonista en la vida de Emperatriz porque contar con el apoyo de su familia ha sido su salvación en medio de la transición.| Foto: Mariela Nava
Enfrentarse

Acto siguiente, Emperatriz decidió vestirse por primera vez como mujer, maquillarse y ya sin miedos presentarse ante sus amigos tal y como quería ser, pero porque antes de salir se miraba al espejo y sentía que estaba haciendo el ridículo, dice que entró en una duda existencial, pero finalmente lo hizo y aquella reunión de amigos fue el punto de partida para su transición.

De aquel momento ha pasado más de una década, hoy es una mujer calmada, con voz serena. Alta, de rasgos indígenas muy marcados y de contextura delgada y asegura: “He sobrevivido gracias al amor de mi familia”.

Lo dice porque en todos estos años le ha tocado luchar con la discriminación y varios intentos de abuso sexual. Por eso en enero de este año decidió ir a Colombia a probar suerte y guardó con recelo el sueño encontrar un futuro mejor.

“Fue una pesadilla de principio a fin”

El primer paso fue conseguir empleo y con eso Emperatriz pensó que comenzaba una nueva etapa en su vida porque había logrado lo que en Maracaibo nunca había conseguido, a pesar de tener una profesión. Pero ese encanto duró poco porque comenzó a sufrir explotación laboral, por ser venezolana, y ataques verbales por parte de sus patrones, por ser trans.

Comencé a trabajar como modelo, al principio todo iba bien, me pagaban al día lo que me habían ofrecido. Después, la dueña de la academia me insultaba, me humillaba y me bajó el sueldo. Cuando quise reclamar me botó, quedé en la calle, sin nada, fue una pesadilla porque después me di cuenta de que era una especie de trata de personas, cuenta.

Mujer trans Zulia
Hace un poco mas de un mes que Emperatriz volvió de Colombia y ya ha logrado recuperar algo de peso luego de vivir en la calle por mas de un mes.| Foto: Mariela Nava

Este mal trago llevó a Emperatriz a vivir en las calles de Colombia por más de un mes, nadie quería darle trabajo y tuvo que dormir en una plaza, pedir comida y aguantar no solo discriminación, sino xenofobia. Hace un mes que su hermano mayor la ayudó a volver y está de vuelta en su casa materna.

Fue muy duro vivir en la calle, vi como mataron a unas compañeras trans y varias veces quisieron violarme. Pasé tanta hambre que llegué desnutrida a Maracaibo. Estoy segura que tengo un ángel en el cielo que me ayudó, dijo.

A pesar de haber pedido ayuda a las organizaciones colombianas que trabajan por los derechos de la población de lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersex y queer (LGBTIQ+) no la recibió. Incluso, en ese mismo espacio la descartaron por ser venezolana, por eso asegura queColombia es muy difícil.

Según el Informe de la Corporación Caribe Afirmativo en 2022 asesinaron a 145 personas de la comunidad LGBTIQ+, en Colombia. Las mujeres y hombres trans son los más agredidos con 49 asesinatos.

Volver a casa

Todas las experiencias las toma como un aprendizaje, así que aquello de lo que jamás se olvidará, la ayudó a ser una mujer más segura. “No tengo ninguna duda de lo que soy, así me voy a quedar y no tengo miedo”.

Mujer trans Zulia
Emperatriz planea activarse como voluntaria de la comunidad LGBTIQ+ en Maracaibo para acompañar la lucha por la igualdad a las personas sexo diversas indígenas.| Foto:Mariela Nava

Emperatriz es la menor de tres hermanos, todos la aceptan y la quieren, incluso su familia materna, que a pesar del machismo, le abrieron las puertas. Digamos que he sido lo más escandaloso que ha pasado por mi familia, porque dentro de la comunidad indígena hay homosexuales, pero yo soy la primera transgénero.

Por ahora sigue desempleada y con pocas oportunidades. El único sostén de la casa es su padre, mientras ella cuida de su madre que sufre de diabetes y dificultad para caminar.

Quiero montar mi propio negocio aquí en la casa para no dejar sola a mi mamá. Por lo pronto vendemos hielo y con eso ayudamos un poco a mi papá porque la situación es dura, no solo es la comida, sino las medicinas.

Por más tolerancia

En nuestro propio gremio trans no hay tolerancia, asegura Emperatriz, quien contó con evidente tristeza el caso de una compañera a la que otras trans le desfiguraron el rostro y el de otra amiga que fue asesinada en el Mercado Las Pulgas de Maracaibo.

Aun así, asegura que no siente miedo de salir a la calle porque ha aprendido “a lidiar con la gente y los abusos”, pues en más de una oportunidad le han querido cortar el cabello y agredirla

Según El Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+, durante su primer período de actividad en 2022 se documentaron 97 casos de discriminación o violencia. En el estado Zulia hubo cinco de estos casos. El Distrito Capital tiene mayor registro 40 hechos y Miranda con 10. Se estima que para 2022 Venezuela registró al menos 12 muertes vinculadas a personas de la comunidad LGTBIQ+.

Emperatriz sigue en la lucha, una vez a la semana se ve obligada a vestirse como hombre para acompañar a su madre a la iglesia cristiana, según ella, para evitar sermones y señalamientos del pastor.

Lo hago por mi mamá, para evitarle el mal rato a ella, porque él jamás va a entender mi lucha, la batalla que libro todos los días por mi identidad. El resto de los días me visto de mujer porque yo creo en Dios y pongo en sus manos mi vida, sé que él me ha salvado de tanto.

La comunidad LGBTIQ+ de Maracaibo ha estado presente en las discusiones legislativas sobre la Ordenanza Municipal de la no Discriminación, que busca establecer un esquema igualitario para la protección de la ciudadanía. La normativa fue aprobada en primera y segunda discusión. Busca beneficiar a los sectores vulnerables que son discriminados y establece garantías para proteger a las personas con discapacidad, orientación de sexo marcadas y grados académicos distintos.

Cada mes de junio la población LGBTIQ+ celebra el orgullo de ser y sus libertades.

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