El diplomado de Liderazgo y Gestión de la Cultura de la Paz y la No Violencia está en su segundo año de aplicación y de ahí es donde salen Cristian y Patri, quienes junto con una veintena de muchachos (muchos de ellos ya universitarios) fueron a replicar los conocimientos para alcanzar la cultura de paz en el colegio Manuel Aguirre, ubicado en el barrio 24 de Marzo de Petare.

Caracas. “Tengo 19 años y estoy lleno de satisfacciones”, dice Cristian Chacón usando toda la expresión de su cuerpo para demostrar que no solo con las palabras se siente pleno de ayudar a otros y alcanzar así la cultura de la no violencia.

Desde que tiene uso de razón hace trabajo de incidencia social. Cuando se graduó de Bachiller ingresó a una organización que se llama Une Futuro, la cual trabaja en la formación de líderes con influencia positiva.

Dos años estuvo en esa formación. El primero fue de crecimiento personal y el segundo año, junto con su cohorte, presentó el proyecto Juventud sin pañales, el cual quedó entre los 10 mejores en Latinoamérica.

Cristian se quiso seguir formando como líder de bien común y entró al diplomado de Liderazgo y Gestión de la Cultura de la Paz y la No Violencia que se lleva a cabo con la alianza de las organizaciones Oportunidad CA, la Universidad Monte Ávila, ReconciliAcción y Mujeres haciendo Ciudadanía.

Ese diplomado, financiado en su totalidad por la Unión Europea, está en su segundo año de aplicación y de ahí es donde sale Cristian, quien junto con una veintena de muchachos (muchos de ellos ya universitarios) fueron a replicar los conocimientos para alcanzar la cultura de paz en el colegio Manuel Aguirre, ubicado en el barrio 24 de Marzo de Petare.

Durante cinco horas dieron charlas, compartieron herramientas, ayudaron a elaborar proyectos de vida, hablaron de cómo lograr la no violencia, aun viviendo en un sitio peligroso.

“Y encontramos que hay chamos que tienen sueños y que como nosotros quieren un mejor futuro para el país. Lo que hacemos es demostrarles con ejemplos de vida que sí se puede alcanzar ese camino y que con la comunicación se baja la hostilidad, por ejemplo. Eso lo aplico con mi familia, lo hice en mi edificio y he tenido resultados”, contó Cristian.

La escuela Manuel Aguirre atiende una población de 1200 estudiantes desde Primer Grado hasta Cuarto Año. Se llega a ella subiendo por La Bombilla, atravesando calles escuetas, en las cuales se ven niños caminando con botellones a cuestas. “La violencia no es solo cuando hay armas o drogas, también eso que se ve en el barrio con las fallas de los servicios es un tipo de violencia y muchos no saben canalizar eso”, refiere Patri Carrasquel, de 19 años, parte de los líderes sociales que junto con Cristian adelantan el programa Sé, Piensa, Haz Paz que llevan a sectores de los municipios Sucre y El Hatillo.

Ella estudió en el colegio Madre Emilia de Los Dos Caminos y se involucró con el movimiento religioso-social Pelícano, que consiste en dar orientación e inculcar valores a la población más pequeña y dar asistencia social en asilos y albergues.

Hoy en día es la secretaria nacional de ese movimiento, que está en cinco ciudades del país y en Perú. “Pero quería recibir más formación en liderazgo para poder seguir ayudando y encontré este ambiente donde hay 50 jóvenes haciendo esto mismo, creando conciencia y apoyando para el cambio”.

Cursa Estudios Internacionales y está en el mundo del modelaje. Sin embargo, entre sus objetivos principales tiene a la labor social.

Todos los muchachos que están en el diplomado son becados. 1200 dólares paga la Comunidad Europea por cada uno de ellos. El resultado es que se convierten en agentes de cambio, buscan la reconciliación, hacen ciudadanía, son capaces de lograr alianzas para proyectos comunitarios y crean espacios para las oportunidades.

La próxima cohorte del diplomado comienza el próximo 12 de junio, dura 12 horas académicas. Más información por las redes @oportunidadac, @mujeryciudadania, @peopleinneedcz y  @ueenvenezuela.


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