Un escenario apocalíptico vive la sede de la casa más alta ubicada en Cumaná. Además de los robos sistemáticos a la que ha sido sometida, la matrícula no supera los 800 estudiantes, la escuela de Ciencias es la más activa porque los estudiantes han acondicionado un edificio al lado del Hospital de Cumaná.
Cumaná. “Genial que regresaron El Sambil de la Candelaria, pero cuándo nos devuelven la Universidad de Oriente?”. Así cuestionó el usuario Pablo Gatto (@GattoPablo), en la red social Twitter el pasado 18 de marzo, junto a una imagen referente a la destrucción del núcleo de Sucre de la casa más alta del oriente venezolano (UDO) ubicada en Cumaná.
El mensaje se hizo viral y los comentarios de los usuarios no se hicieron esperar.
El núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente tiene actualmente una matrícula estimada entre 800 y 1000 bachilleres inscritos, pero asegurar que todos están activos en clases semipresenciales de acuerdo a las disposiciones del Consejo Universitario, es ambicioso.
La Escuela de Ciencias es la más activa porque cumple actividades académicas en el edificio ubicado al lado del hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) de Cumaná, donde funcionan las carreras de Enfermería y Bioanálisis. A la par de ello, los estudiantes de Administración y Contaduría, reciben clases en el Colegio de Contadores. Por otro lado, los estudiantes de educación son invitados por sus profesores a ver clases en sus casas.
La deserción estudiantil se evidencia en las carreras de matemática y física, con un estudiante inscrito en cada una, debido a la emergencia humanitaria compleja y la destrucción de la universidad.
Como estudiantes no hemos observado esa postura de las autoridades universitarias para exigir respeto a la autonomía debido al ensañamiento vivido desde 2016 con el desvalijamiento de las instalaciones, que se agravó desde 2018 y tampoco hemos visto alternativas para volver a actividades presenciales con prácticas estudiantiles y demás actividades” señaló Iviannys Angulo, presidenta del Movimiento Estudiantil Universitario de la escuela de Enfermería.
Sobre las disposiciones gubernamentales dijo que están al tanto de los anuncios oficiales realizados para la recuperación estructural de la universidad.
El Gobierno no ha pasado de cortar el monte antes de las elecciones regionales, ni ha solucionado el problema de los espacios. Tampoco se han reunido con autoridades universitarias o el movimiento estudiantil para el trabajo conjunto, salvo la mención de una ayuda en los medios, pero no ha sido un hecho real” dijo.
Solo escombros
Precisamente, vía redes sociales el 16 de marzo, el gobernador del estado Sucre Gilberto Pinto, refirió que en los primeros 100 días de su gestión, sacaron 49 camiones de escombros del núcleo de Sucre de la UDO.
“En audiencia con el Presidente de la República Nicolás Maduro, elevé informe detallado –sobre la UDO Sucre- en uno de los ejes reivindicativos: colectivos del Plan Gran Mariscal de Ayacucho, obteniendo respuesta del Primer Mandatario Nacional”, indicó Pinto.
El pasado 31 de enero, a través de su cuenta en Twitter, Maduro anunció que la Universidad Simón Bolívar y la Universidad de Oriente (UDO), serían rehabilitadas mediante el “Plan de Universidades Bellas”, con recursos aprobados por el Ejecutivo Nacional a la “Misión Venezuela Bella” con el compromiso de continuar el trabajo de recuperación de las casas de estudio del país.
Sin embargo, las autoridades rectorales de la UDO aún esperan conocer más detalles en torno a este anuncio.
El trabajo académico y administrativo de la universidad continúa de manera online y presencial. Esperamos conocer la decisión del Consejo Universitario para evaluar la situación después de la pandemia. Vamos paso a paso”, indicó Thais Pico, vicerrectora administrativa de la UDO.
Pico reconoció que el núcleo de Sucre fue desmantelado “y pareciera que le cayó una bomba”, pero además aclaró que la casa de estudios no recibe recursos por concepto de funcionamiento.
La vicerrectora fue enfática al señalar que el tabulador enviado por el Ministerio viola el estamento Internacional y la Ley Orgánica del Trabajo, así como la Cuarta Convención Colectiva, porque elimina los beneficios adquiridos, mientras los trabajadores quedan muy mal pagados.
“Se crearon expectativas con el aumento salarial, pero luego fue una gran decepción porque aunque no se cumplían las expectativas del sector, el aumento decretado paliaba la situación. Sin embargo, enviamos la maqueta como establece la Convención Colectiva y nos la devolvieron, así que la enviamos como pidió el Ministerio, para que los trabajadores puedan recibir su pago”, dijo.
Compromiso de lucha
Para Pico, el compromiso es seguir trabajando y “peleando por la universidad donde nos formamos y se formaron nuestros hijos, donde además hemos trabajado durante tantos años” agregó.
La opinión y el compromiso de la Vicerrectora, no es distinta a la de profesores como José Luis Sánchez, a quien se le puede ver una vez a la semana en la Plaza Pichincha de Cumaná, dando clases de economía a los estudiantes de administración o contaduría.
El núcleo de Sucre está totalmente destruido, las aulas fueron sistemáticamente desvalijadas. Comenzaron cargando con las ventanas, puertas y barandas desde hace más de cinco años y el acto más fuerte fue la provocación del incendio de la biblioteca general ocurrido en mayo de 2020, pero no nos hemos doblegado aunque las instalaciones están completamente destruidas”, aseveró.
Además, asegura que no solo él se ha organizado para dar clases en la plaza o enviar trabajos vía online.
“Tengo colegas que han acondicionado espacios en sus casas, otros se reúnen con los alumnos en el Parque Ayacucho o en algún centro comercial de Cumaná”, detalló.
Igualmente las actividades administrativas se cumplen en distintos espacios, como viviendas ubicadas cerca del Rectorado I en la Avenida Gran Mariscal de la capital sucrense, donde también prestan servicio ciertos días a la semana, mientras que las instalaciones del Rectorado II han sido acondicionadas para impartir clases de postgrado, al igual que el Museo del Mar en el Complejo Cultural Luis Manuel Peñalver, ubicado en la subida de Corporiente en la capital sucrense.
La UDO Sucre ha sido el espacio más afectado pero también el núcleo de Anzoátegui ha sido desvalijado, Nueva Esparta no tiene mantenimiento y los cinco núcleos requieren más presupuesto, dijo Sánchez.
Como profesor, dice que requiere mejores condiciones de vida y respaldó las acciones de reclamo en contra de las disposiciones gubernamentales que en su opinión, no atienden la emergencia humanitaria compleja que ha llevado la canasta básica a superar los 352 dólares, mientras el salario mínimo fue ajustado a 28 dólares.
A propósito de ello, durante el mes de marzo, los trabajadores de la UDO encabezaron distintas manifestaciones ciudadanas en reclamo de sus beneficios. En el caso de los profesores universitarios sumaron su voz al reclamo de sus salarios.
El pasado 28 de marzo los trabajadores de la UDO exigieron la reactivación de la atención médica preventiva a través de la oficina de Autoadministración en servicios Médicos y Odontológicos de empleados y obreros (Asmoe), debido a la crisis que atraviesa el recurso humano de la institución.
Mientras que el 12 de marzo, la representación de la Asociación Sindical de Profesionales y Técnicos Universitarios Administrativos de la Universidad de Oriente (Aspudo), denunció que están indefensos en materia de salud y sumó su voz al reclamo por las condiciones de insalubridad del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), pues no pueden acceder a un servicio privado, pese a los anuncios ministeriales de contratación de un seguro.
Historia
La Universidad de Oriente fue fundada el 21 de noviembre de 1958 por la junta de Gobierno presidida por Edgar Sanabria en tiempos cuando la región carecía de instituciones universitarias. El núcleo de Sucre, fue el primer campus universitario creado y posteriormente, se extendió hacia los estados Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Nueva Esparta. Su lema: Del pueblo venimos y al pueblo vamos”
Para 2018 la comunidad universitaria alertaba con preocupación, sobre los continuos atracos a mano armada dentro de las instalaciones así como el hurto de aires acondicionados, equipos de oficina y computación. El núcleo sucrense fue un espacio académico y de investigación por excelencia a través del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV) y el Instituto de Investigaciones en Biomedicina y Ciencias Aplicadas (IBCAUDO)
Los hechos delictivos que iniciaron con el robo de salones y el daño de los laboratorios de la escuela de Ciencias, de cuyo edificio cargaron hasta con las barandas, se aceleraron con los daños causados en espacios como el auditorio de Cerro Colorado, el robo de las tuberías de aguas blancas y los ventanales del edificio de Administración y Contaduría.
Con el inicio de la pandemia del COVID- 19 el daño, pero sobre todo, el ensañamiento en contra de las instalaciones no tuvo tregua y hasta los vecinos de la Avenida Universidad podían escuchar de noche, el ruido de la mandarria provocado por quienes sacaban el metal, las cabillas y la chatarra.
Conmoción nacional e internacional generó el incendio de la Biblioteca central del núcleo de Sucre pero el impacto de este hecho trajo repercusiones positivas como la campaña de donación de libros tras la publicación de requerimientos por parte del Consejo Universitario y el resguardo de los textos en las instalaciones de la Casa del poeta sucrense José Antonio Ramos Sucre, pero en el núcleo de la UDO Sucre solo quedan escombros.
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