La terapia de la inmunoglobulina de ovíparos también se produce de huevos de avestruz (y II)

inmunoglobulina de ovíparos

Los estudios de inmunoterapia ofídica no han quedado en la inmunoglobulina de las gallinas, sino que se ha extendido al abordaje científico de la inmunoglobulina de avestruz. Ambas alternativas de suero son mucho más económicas de fabricar regionalizando su elaboración.

Coro. Luego de la experiencia de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm) en la producción de suero antiofídico con inmunoglobulina de gallina, se conoce de una segunda experiencia a través de la Universidad Central de Venezuela con la inmunoterapia de avestruz.

Es un nuevo enfoque de inmunoterapia contra el envenenamiento de serpientes Crotalus (cascabeles) con anticuerpos de yema de huevos avestruz, de acuerdo con un estudio publicado por la Universidad del Zulia.

El envenenamiento por crotálidos es un problema de salud colectiva desatendido, que involucra a muchos países del continente americano, los cuales necesitan tratamientos seguros y económicos.

En esta primera fase del estudio se inmunizan avestruces con una colección de veneno de serpientes de cascabel común (Crotalus durissus cumanensis), cascabel de Uracoa (Crotalus vegrandis), cascabel de Guayana (Crotalus durissus ruruima) y cascabel negra (Crotalus pifanorum).

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Antiveneno Labfarsca – Unefm  mantiene las expectativas positivas pues los casos atendidos hasta ahora han tenido 98 % de efectividad.  Foto: Joanne López.

El análisis de inmunotransferencia mostró la unión específica del antiveneno con la mayoría de las proteínas del veneno. Los anticuerpos IgY neutralizaron eficazmente la letalidad del veneno de Crot / pool.

Hasta donde se sabe, se trata del primer antídoto de serpiente producido en avestruces, y el segundo originado de inmunoglobulina de ovíparos, el primero es producido por Labfarsca-Unefm.

Se mantienen las expectativas

Con la aplicación experimental del antiveneno Labfarsca-Unefm se mantienen las expectativas positivas, pues los casos atendidos hasta ahora han tenido 98 % de efectividad. Aún restan dos meses del año y se está en la zafra cuando las serpientes salen a buscar comida.

Es una temporada en la que la serpiente es más agresiva. Las mapanares, cuentan lugareños donde se han registrado los accidentes ofídicos, “son como los perros que persiguen a sus víctimas”. Mientras que el resto de las víboras parecieran evitar el contacto con los seres humanos.

La vigilancia epidemiológica en Falcón alcanza también a los municipios Acosta, Jacura, San Francisco y Cacique Manaure al oriente de la entidad falconiana. Hacia el occidente el municipio Buchivacoa, especialmente en la población de Goajiro y hacia la sierra de Falcón, las localidades de Unión, Federación, Bolívar, Petit y la parte baja del municipio capital en la población de La Chapa parroquia Guzmán Guillermo.

De la certificación y producción

Las autoridades de Higiene del país visitarán por segunda vez el estado Falcón, en esta oportunidad se espera que Labfarsca reciba la certificación.

Se ha conocido que hay una capacidad de producción para el 2023 de unos 10.000 kits, los cuales garantizarán la atención médica para el emponzoñamiento ofídico en la región centroccidental del país.

La demanda para Falcón es de 300 kits, aproximadamente y se reservarán 600 para el estado productor. Los 9400 restantes quedarían a disposición de los estados centrales y occidentales de Venezuela.

Adolfo Bremo asegura esto reduciría significativamente la demanda del suero producido por la UCV, cuyo laboratorio ya adelanta investigaciones sobre la inmunoglobulina con huevos de avestruz.

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Laboratorio de la UCV adelanta los experimentos con los huevos de avestruz. Foto: Joanne López
Antivenenos de ovíparos reducen costos

Al trabajar el suero con inmunoglobulina de ovíparos los costos de producción bajan considerablemente al punto de poder adquirir seis sueros de los fabricados en Falcón por el costo de uno de la UCV.

Ambos antiveneno reducirían los costos por producción de este tratamiento en países del tercer mundo.

De un solo avestruz, por ejemplo, se pueden purificar 400 g de IgY (inmunoglobulina) durante un año.

La inversión para mantener la producción de aves es de 146 dólares al mes, mientras que los costos para sufragar la infraestructura, alimentación y atención veterinaria de los caballos puede llegar a los 100 dólares diarios.

En tanto que el proceso de producción de un kit del suero tradicional alcanza 300 dólares, el suero Labfarsca exige solo $60 para su fabricación, lo cual permitiría hacer frente a un problema de salud pública ya que ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “enfermedad tropical desatendida”, analizan los expertos.

Materiales y métodos

El antiveneno fue elaborado mediante la tecnología IgY luego de purificar anticuerpos polivalentes (antibotrópicos-anticrotálicos) mediante el protocolo modificado de cloroformo/polietilenglicol a partir de huevos de gallinas hiperinmunizadas con una mezcla de venenos de Bothrops colombiensis y Crotalus durissus cumanensis (mezcla de especímenes juveniles y adultos).

El producto final se analizó para determinar concentración de proteínas, apariencia, solubilidad, volumen extraíble, eficacia neutralizante del veneno (actividad hemorrágica, necrotizante, miotóxica y desfibrinogenante), pureza, estabilidad, concentración de preservantes, prueba de esterilidad y de pirógenos, de acuerdo con la metodología recomendada por la OMS en su guía para el control y producción de antivenenos.

El control de calidad del producto final para el aseguramiento de la calidad del antiveneno Labfarsca-Unefm indica que cumple con las especificaciones aprobadas por las normas que como fabricante plantea Labfarsca-Unefm y establecidas por la OMS para antivenenos de uso humano, y forman parte del registro de información para cada lote.

Un estudio publicado en la revista Bioética informa que estos resultados indican que el antiveneno cumple con los criterios de calidad estándar y potencia para su uso en la terapia antiofídica con criterios de eficacia e inocuidad, y representan una alternativa a la terapia con IgG cuya producción se ha vuelto cada vez más costosa.

Además de diversificar la producción de antiofídico, que solo hacía la Universidad Central de Venezuela, mientras que otros lotes provenían de Brasil y Colombia sin ensayos clínicos. Este antiveneno nacional demuestra ser muy útil para la población porque las especies de serpientes, aunque sean de la misma familia, cambian de una región a otra, igual que las características de sus venenos.

Ambas experiencias abren un campo terapéutico para la fabricación de otros antivenenos contra un amplio espectro de toxinas y también como probables herramientas de diagnóstico.

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