Las invasiones se han repetido de forma constante desde la llegada al poder de Hugo Chávez y ahora con la administración de Nicolás Maduro. Por ejemplo, el Frente en Defensa del Norte de Caracas, organización civil que documenta información sobre este tipo de hechos en el municipio Libertador, ha contabilizado al menos 30 intentos de invasión en lo que va de 2023.

Caracas. El edificio Mercantil El Comercio es una estructura emblemática de Quinta Crespo que, además, está cercana a RCTV. Pero este edificio se encuentra parcialmente invadido desde el año 2012. La denuncia la hace un grupo de copropietarios que han vivido en primera persona la llegada de los invasores. Historias de invasiones se siguen repitiendo en el municipio Libertador.

Casi 11 años después, la invasión continúa. Estos ocupantes construyeron de forma ilegal dentro del edificio, una infraestructura vieja que padece los típicos daños estructurales del paso de los años. En el edificio, entre propietarios e invasores, hay al menos 200 familias.

En 2012 los vecinos rumoraban sobre una gente que quería ingresar a la fuerza al edificio. Y pasó. Mercedes* recuerda muy bien esa noche. Nosotros teníamos varios días haciendo guardias. Y una mañana llegó un grupo de hombres vestidos de negro, acompañados de grupos familiares que decían no tener casa.

Cómo ocurrieron la invasión

Los hombres se identificaron como integrantes de grupos de choque financiados por el gobierno de Nicolás Maduro, también conocidos como “colectivos”.

Llegaron malandreando y amenazando a todo el mundo. Con las mujeres no se metían pero a los hombres era horrible como los agarraban por el cuello. Reventaron varias puertas mientras la gente corría y gritaba, contó Mercedes.

Foto: Tairy Gamboa

Esta situación se ha repetido de forma constante desde la llegada al poder de Hugo Chávez y ahora con la administración de Nicolás Maduro. Por ejemplo, el Frente en Defensa del Norte de Caracas (FDNC), una organización civil que documenta información sobre este tipo de hechos en el municipio Libertador, ha contabilizado al menos 30 intentos de invasión en lo que va de 2023.

Carlos Julio Rojas, coordinador de FDNC, explicó que las parroquias más afectadas por las invasiones o los intentos de invasión son San Bernardino, Candelaria, San Pedro, entre otras. Otro dato es que el 70 % de las víctimas de las invasiones son personas de la tercera edad, sobre todo mayores de 60 años.

También muchas de las víctimas tenían nacionalidad o ascendencia portuguesa, italiana o española, dijo Rojas.

Uno de los últimos casos reportados por el FDNC ocurrió este 28 de marzo en el sector Valle Abajo, en la parroquia San Pedro, donde denunciaron la invasión del estacionamiento de un edificio y áreas de un parque público.

Mercedes recuerda ese día como uno de los peores de su vida. Ella llegó hace más de 20 años al edificio Mercantil El Comercio, primero lo hizo como estudiante que vivió allí alquilada y luego como copropietaria de un apartamento que compró junto con su mamá.

Foto: Tairy Gamboa
Se fueron pero dejaron su semilla

Carolina*, otra vecina copropietaria dentro del edificio Mercantil El Comercio, explicó que estos grupos de choque abandonaron el edificio hace poco más de un año. Pero dejaron su semilla: es decir, que este grupo ingresó a otras personas de forma ilegal que continúan habitando el lugar y que han construido en la azotea del edificio.

Estas personas, presuntamente, habrían ingresado pagando en dólares a los miembros de los grupos de choque, quienes al parecer cobraban al menos 800 dólares por el alquiler de alguno de los espacios. Dentro de Mercantil El Comercio también hay locales comerciales. Dentro de las invasiones hay muchas personas involucradas, incluso funcionarios públicos. Es una trama donde se manejan grandes cantidades de dinero.

La historia que cuentan las vecinas incluye una visita del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) al edificio en 2022. Luego de esa visita, el líder del grupo de choque, presuntamente apodado Diablo, abandonó el edificio y dejó una carta donde hacía constar que él ya no tenía presencia en Mercantil El Comercio.

Estos invasores no colaboran y hay gastos de los que sí se benefician, como de la limpieza y el mantenimiento de los espacios comunes del edificio, para la que colaboramos solo un grupo. Ellos vendieron ilegalmente el espacio de la azotea con la promesa de que allí se podía construir”, dijo Carolina*, vecina de Mercantil El Comercio.

Foto: Tairy Gamboa
Las fallas del edificio

En el año 2000, la CSV Producciones, una empresa relacionada con temas de construcción, emitió un informe en el que determinan que las bases del edificio tienen fisuras. Sin embargo, los invasores igual construyeron y han roto el techo de los apartamentos del último piso.

En el primer piso de este edificio hay al menos 37 grupos familiares que están en estos espacios de forma ilegal, según los copropietarios.

Mercantil El Comercio, según la historia que cuentan los vecinos, primero fue un hotel muy reconocido en épocas pasadas, y cuyos dueños son personas de origen europeo que ya no se encuentran en el país. Años después, pasó a ser un edificio residencial. La arquitectura es de aire art decó. Es una estructura vieja, de pasillos amplios y de cuatro pisos y una azotea.

Ellos alegaban ser una fundación llamada Mundo Organizado y después dijeron que el nombre era Mártires de la Patria, dijo Carolina.

Foto: Tairy Gamboa
Otros datos

Las invasiones no son un hecho único en el Centro de Caracas. Es una situación que se ha repetido en otros edificios, incluso cercanos a Mercantil El Comercio.

Caso similar ocurrió en El Karam de la avenida Urdaneta (parroquia Catedral), un edificio de oficinas, donde hay varios pisos que están tomados de forma ilegal. También hubo ocupaciones en los edificios Don Joaquín, Hotel Terepaima, el antiguo edificio Sarela, Residencias Larsi y Torre Viasa, todos en la parroquia Candelaria.

El condominio del edificio Mercantil El Comercio funciona a medias, parte de los copropietarios quieren formar un nuevo condominio, pero la situación no lo permite. Hay un grupo de gente que se opone a que el edificio funcione con normalidad y los que se oponen no colaboran, dijo Mercedes. Con “colaboración” se refiere a los pagos que solicitan para la limpieza de las áreas comunes del edificio.

Los que sí pagamos a penas somos entre 40 y 50 familias, dijo Carolina.

Foto: Tairy Gamboa

*Mercedes y Carolina son nombres ficticios a petición de las entrevistadas


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