Sin tener una certeza sobre qué fue lo que motivó exactamente la jugada del chavismo con el CNE, varios expertos ofrecen su opinión sobre lo que podría estar detrás de esta jugada.
Caracas. El panorama político venezolano cambió de golpe en menos de 24 horas, cuando el chavismo maniobró para dar inicio a una renovación total del Consejo Nacional Electoral (CNE) y obligó a la Comisión Nacional de Primaria (CNP) a tener que llevar adelante dicho proceso de forma “autogestionada”.
La maniobra en cuestión se cristalizó este jueves 15 de junio en la sesión de la Asamblea Nacional cuando el parlamento, tras recibir la renuncia de dos rectores principales y cuatro suplentes (los oficialistas) declaró un vacío total en el CNE y procedió a juramentar una comisión preliminar del Comité de Postulaciones Electorales para designar un nuevo directorio pleno, despidiendo sin argumentos a los otros dos rectores principales y tres suplentes (no alineados con el gobierno).
La acción, además de remover a los rectores Enrique Márquez y Roberto Picón, significó que el CNE entró en una pausa administrativa que se extenderá por meses, algo que hacer imposible que se pueda prestar ningún tipo de apoyo logístico a la Comisión Nacional de Primaria para la realización de la relección del 22 de octubre.
Sin que el panorama haya avanzado lo suficiente, no se puede tener claro exactamente qué lo motivó. Sin embargo, para muchos analistas existen condiciones sobre el campo político que permiten dilucidar al menos cuales serían algunos de los objetivos.
Un game changer para cambiar el discurso de la opinión pública
A juicio del politólogo Ricardo Sucre Heredia, la maniobra con los cargos de los rectores en el CNE no es algo que surgiera a último momento. En entrevista con Crónica.Uno, resaltó que era una acción que al menos desde enero de este año ya se manejaba.
“Hay que recordar que este no es un tema que salió de la nada. Se planteó en enero de este mismo año, lo planteó Nicolás Maduro y luego lo planteó Jorge Rodríguez”, comentó.
Para Sucre Heredia, esta jugada estaba “más que preparada”, por lo que él se enfocó en exactamente qué motivó que se hiciera justo en este momento.
“Uno de los motivos para hacer este cambio ahora responde a que el chavismo tiene una lógica: cuando ven que hay momentos decisivos buscan estas acciones game changers (inglés, que cambian el juego). Es algo que hacía Chávez y es algo que hizo Maduro, por ejemplo cuando en 2017 convocó a la Asamblea Constituyente”, explicó.
El académico también hizo énfasis en el deseo del chavismo de cambiar el discurso reinante dentro de la opinión política, algo que tiene mucho que ver con una situación del país que ha empeorado gradualmente desde enero.
Siento que ahorita el país está en una situación complicada que se manifiesta con la escasez de gasolina y los apagones, pero que comenzó en diciembre del año pasado con la devaluación de la moneda. La sensación de una supuesta mejora desapareció, en la calle se siente un aire pesado. Creo entonces que es un buen motivo para hacer esto. El problema no desaparecerá, pero ahora la gente hablará de un nuevo CNE hasta que finalmente se elija”.
En esa línea, el profesor Sucre Heredia afirmó que con la maniobra del CNE, el Gobierno prácticamente dio un salto en el tiempo y se puso ya en el último trimestre del año, algo que le conviene para evadir los problemas de la sociedad.
“Temporalmente es como ponerse en los últimos meses del 2023, de hecho, es como entrar ya en el 2024”.
Un espacio para la otra oposición y torpedear la primaria
Otro politólogo consultado por Crónica.Uno, Enderson Sequera, comentó que el objetivo alcanzado con el cambio de rectores del CNE es el obvio entorpecimiento del proceso de la elección que la Comisión Nacional de Primaria para el próximo 22 de octubre.
“Con esto lo que se hace es entorpecer y dilatar el proceso de la primaria. No es casualidad que la decisión de hacer esto venga justo cuando la CNP ya resolvió el debate de pedir la asistencia técnica. Se pasó esa página, se solicitó la asistencia y días después salió este anuncio”, explicó.
Sequera también tiene la hipótesis de que otro objetivo que se persigue, con el cambio de los rectores, es el de dar cierto estatus de relevancia a la Alianza Democrática, un sector que se define como opositor pero que no ha confrontado al oficialismo más allá de los debates en la Asamblea Nacional.
“Esto podría abrirle un espacio a la Alianza Democrática. No creo que sea casual que hace unos días vimos un discurso de Bernabé Gutiérrez en el que se desvinculaba de Trump y sus declaraciones, en el que decía que eran diferentes. Queda claro que el chavismo debe pagar una especie de cuota de poder a este grupo. No me sorprendería si la Alianza termina poniendo uno o más nombres en el próximo CNE”, comentó.
Sequera, también asomó la posibilidad de que el chavismo esté buscando un CNE con menos credibilidad, uno que haga que la gente dude al momento de acudir a ejercer el voto. “Sería sembrar dudas sobre el acto de votar, por eso quizás se busque un CNE totalmente parcializado con el PSUV”.
Tradición de apretar tuercas y reflejo de falta de apoyo popular
El politólogo Fernando Spiritto también ofreció a Crónica.Uno su lectura de lo que ocurrió con el CNE. Dijo que claramente hubo una inconformidad desde el chavismo con el funcionamiento de la directiva aún vigente y que posiblemente de ahí surgió la idea de cambiarla.
Independientemente de esto, Spiritto recordó que el chavismo tiene la tendencia de radicalizar sus acciones de forma paulatina a medida que se aproximan fechas electorales, algo que dijo es como “apretar las tuercas”.
A medida que se acercan las elecciones el chavismo históricamente ha apretado las tuercas. Es algo que se puede ver con esto y también cuando vemos a un Diosdado Cabello declarando ante medios que el chavismo no está dispuesto a ceder el poder bajo ninguna circunstancia”, dijo.
Otro posible motivo que Spiritto analizó es la ausencia de apoyo popular del chavismo que, años atrás, no hubiese tenido que recurrir a una maniobra como la del CNE, al gozar de amplio apoyo popular como el que tuvo durante la presidencia de Hugo Chávez.
“El dominio chavista hoy en día se limita a lo institucional y a las instituciones, no tienen el apoyo popular y por eso lo que les queda son solo esas instituciones las cuales usan para imponer su visión a toda cosa”, comentó.
Señaló que actualmente la oposición está muy debilitada por poco capital político y casi nulo control de activos en el extranjero, motivo por el que considera que lo mínimo que se puede hacer es trabajar en la construcción de una maquinaria electoral competente.
“Lo que creo que la oposición debe hacer ahora es coordinarse y tratar de articular una maquinaria electoral de mediano y largo plazo. Si del tema de la primaria se puede poner aunque sea la piedra fundacional de una maquinaria electoral de toda la oposición, eso sería extraordinario”, sentenció.
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