En la calle los usuarios no entienden de nuevas relaciones entre el poder y el sector privado y solo sienten que los aumentos constantes los asfixian. Susana Moreno, una usuaria de Digitel, dice que “la situación es muy fea”. “Yo siento que Digitel me está robando”. En esa operadora los montos mínimos para recargar van de Bs. 15 y saltan a Bs. 90.
Caracas. Usuarios de telefonía pasan del asombro al enojo con los aumentos –que llegan sin aviso– de las recargas mínimas que pueden hacer a través de sus bancos. En Digitel, por ejemplo, los montos van desde los Bs. 15, saltan a Bs. 90 y llegan a Bs. 2000. Hasta junio de este año las recargas, en esa misma empresa, iban de Bs. 10, Bs. 30 hasta llegar a Bs. 100 la recarga máxima.
Una persona debe tener como mínimo entre 2 y 11 dólares en su cuenta para poder recargar el saldo. En Movistar las recargas mínimas se ubican entre 8, 10 y 15 bolívares. En ambas operadoras los clientes manifiestan que el costo de los servicios ha aumentado de forma progresiva.
Lisbeth Hernández, una trabajadora de la administración pública, dice que estos aumentos afectan el presupuesto que las personas tienen contemplado para la semana o la quincena.
El costo del plan que tengo yo se ha mantenido. En Movistar los aumentos han sido progresivos, pero no notifican. Me ha tocado quedarme bastante tiempo sin saldo y debo esperar para recargar cuando llega la quincena”, comenta a Crónica.Uno.
Para Hernández las operadoras deberían al menos pasar un mensaje de texto para notificar que los planes o las recargas vendrán con aumentos. “Así uno ajusta sus recursos durante la quincena. Sin notificación, los recursos económicos se tambalean”, dice.
Luego de años de controles de precios, que según especialistas provocaron rezago en las empresas de telecomunicaciones, las tarifas han sido liberadas poco a poco, pero la discreción de Conatel es tal que estas tarifas no se hacen públicas por parte de las operadoras. Los planes que se conocen, a menudo, son colgados en portales de tecnología, lo que deja espacio para la desinformación y la confusión de los usuarios.
La ley de precios justos, que servía de marco para controlar los precios, ha sido archivada en los últimos años y hasta el Ejecutivo tiene una propuesta para que sea reformada este año. La mejora en las relaciones entre el sector público y privado también ha generado que las compañías cuenten con más espacio para ajustar sus tarifas.
En la calle los usuarios no entienden de nuevas relaciones entre el poder y el sector privado y solo sienten que los aumentos constantes los asfixian. Susana Moreno, una usuaria de Digitel, dice que “la situación es muy fea”. “Yo siento que Digitel me está robando”. La usuaria explica que si no se tiene dinero en el momento hay que conectarse a algún wifi libre, que tampoco abundan en la ciudad.
En la cuenta de Instagram de Digitel (empresa que abarca 25 % del mercado de telefonía móvil, mientras que Movistar es el mayor prestador de este servicio con 50 %), los clientes se quejaron por los nuevos montos y también manifiestan que los planes para navegar no duran.
Sara Castrillo es una de esas usuarias que manifiestan que hay algo que devora sus datos en Digitel, pero esto no es lo único a lo que no le encuentra explicación. Por ejemplo, desde febrero de este año indica que debe hacer dos recargas para que el plan se le active, “no sé si es una falla de mi línea o qué, pero cuando hago la primera, a pesar de que cubre el monto, no se activa”.
Los usuarios ya se saben las estrategias para ahorrar los megabytes. Sara dice que es imposible que pueda disfrutar tranquilamente de videos en Tiktok porque esto podría dejarla sin datos; aunque trata de evitar descargas y algunas conexiones a otras redes sociales, su plan solo dura 15 días por lo que debe recargar varias veces.
“La señal de Digitel es buena, pero los planes deberían durar más, deberían crear planes con más megas”, dice como una sugerencia de buzón a su prestador de servicio.
Kioscos que recargan
En la calle se consiguen kioscos que prestan servicios para recargar los celulares, así como las farmacias que también brindan esta opción. En esos lugares los montos mínimos se mueven igual que los que reflejan las plataformas bancarias.
Johan Flores, un comerciante que ofrece el servicio de recarga, explica que “hay días buenos y otros no –como todo negocio–”, pero que aquellas personas que no saben manejar las plataformas digitales de los bancos acuden allí.
El servicio que presta Johan funciona a través de la app Payall, allí la compra mínima que hace es de Bs. 100 para poder trabajar. Por cada recarga gana entre 30 % y 40 %. Si la gente quiere recargar Bs. 15 debe pagar Bs. 20.
El comerciante dice que el negocio tampoco da para mucho y que además “pasa de todo”, desde gente que pide una recarga y luego se da cuenta de que no cuenta con fondos suficientes, hasta los que prometen pasar luego con el pago.
Pero los usuarios no solo lidian con aumentos constantes, sino además con fallas en la señal, lo que hace que deban mantener hasta dos líneas telefónicas para estar conectados.
Yohana es una de esas personas que pasó de solo tener Movistar a contratar Digitel, pero con lo de las recargas dice que todo “le ha salido más caro” y que fue peor. “A veces quiero recargar menos porque no tengo más dinero y no puedo. Por ejemplo, en Bancaribe la recarga mínima es Bs. 15 con Digitel, ahora es una renta para mí porque compré un chip Digitel como alternativa para la mala señal de Movistar”.
Quienes tienen más de 15 años con sus planes, sobre todo, en la estatal Movilnet dicen que esta situación aún no les afecta. Nerio Flores tiene el plan Pégate con Más 700 desde hace veinte años, hasta hace poco pagaba Bs. 15 y lo aumentaron a Bs. 20. “Hasta el momento no me ha afectado esa situación, hasta el momento”.
Héctor Núñez, con un plan en Movistar desde hace casi 15 años, también manifiesta que es poco lo que paga y que además el tener wifi en su trabajo, le permite estirar los megas durante el mes.
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