Roberto y su esposa Milagros de Mora llevan cuatro décadas dedicadas a la labor comunitaria. Fundaron la Oratoria Nuestra Señora de Guadalupe, que hoy en día es Patrimonio Cultural de la parroquia La Pastora

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. Roberto y Milagros de Mora se conocieron hace 44 años y desde ese mismo instante iniciaron un camino no solo como parejas, sino como baluartes de la cultura y de las tradiciones de la parroquia La Pastora, ubicada en las faldas del Ávila.

Milagros tenía 17 años en ese entonces y Roberto un poco más. “Pero ya él trabajaba en esto de la música desde hacía un año. Él tiene 45 y yo 44 en esta labor”, aclaró para dar inicio a la historia desinteresada de sus vidas.

Ambos, motivados por el tío Ángel Marino Mora, rescataron el tema de los aguinaldos y de las parrandas navideñas. Fueron por todas las escuelas de la parroquia a buscar talentos para el coro.

En un abrir y cerrar de ojos llegaron a tener 120 muchachos de todas las edades. “Ofrecíamos aguinaldos en las escuelas. Además Roberto les enseñaba a tocar el piano. Luego decidimos ampliar más e incluimos a las festividades navideñas el Rosario del Niño Jesús, que se celebrara del 1 al 16 de diciembre, luego pasaron la rescate de la Semana Santa y de la Cruz de Mayo”.

Los esposos Mora no tenían espacio fijo para entrenar al coro. Lo hacían en la calle o en las escuelas, si se las prestaban.

Pero allí no se quedó todo. El profesor Roberto, quien en estos momentos se recupera de una Accidente Cerebro Vascular (ACV), pudo contar que por los 90 fundaron el Oratorio Musical Nuestra Señora de Guadalupe y el Hogar de Niñas. Llegaron a tener 33 muchachitas bajo la figura de custodios provisionales.

Sin recursos y son mayores herramientas que la fe católica, la música y los buenos valores, rescataron a las menores y las indujeron a la música.

Hoy en día, con los ojos llenos de lágrimas y con mucha dificultad para moverse, recordó a Linda Suárez, quien llegó de cuatro años, y a Rolandy Colmenares, de tres. Ellas fueron las primeras en llegar a la casa hogar. La última fue Luz Aurora Barrios, quien todavía vive con ellos, es maestra y cuando tenía 9 años participó en el VII Concurso de Piano Ángel Sauce en el Teatro Teresa Carreño, y ganó la competencia en la categoría primer nivel.

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Esta es la capilla Ángel Marino Mora donde ensaya el coro

De sus niñas prodigios las hermanas Linda Suárez y Rolandy Colmenares, fueron las primeras en alzarse con el Premio Internacional Inacer.

Además de la casa hogar crearon un servicio de atención médica. Ya contaban con una casa de más de mil metros de terreno. “Un médico, Bruno Sequera, hacía su servicio comunitario aquí. Los vecinos venían a realizarse chequeos gratuitos”, dijo Milagros.

Patrimonio Cultural

La casa donde funciona el Oratorio Musical Nuestra Señora de Guadalupe, entre las esquinas Santa Isabel y Nazareno, es  todo un museo religioso.

Allí en un costado del pasillo de entrada está el nacimiento más emblemático de Caracas, hay pinturas de santos en paredes y techos y funciona la capilla Ángel Marino Mora, donde hay imágenes de todos los santos del calendario y vírgenes traídas de otros países.

En ese espacio es que ensaya el coro. Actualmente hay entre 30 y 40 niños. “Roberto, quien es el fundador y director, les enseña el piano. Nosotros tenemos varios instrumentos. Por las clases no cobramos nada. Esto es una vocación que tenemos y así queremos que perdure en el tiempo. Por eso nos gustaría que al profesor lo nombre Patrimonio Viviente de la parroquia. Él ha hecho un trabajo desinteresado. Imagínate, casarte con un hombre y que te diga que quiere tener 33 hijas…”, se rio Milagros, quien además explicó que tienen imágenes como el Nazareno de San Pablo y otras réplicas de Jesús que sacan en procesiones todas las Semana Santa.

Buscan la paz con la música

Los esposos Mora no se quedaron quietos en estos 44 años. Y aunque la música lo era todo, se idearon el Proyecto Unión América. Su fin era llevar un mensaje de paz a todos los países Latinoamericanos y del mundo, por medio de la cultura y la caridad.

Entre 1995 y el 2000 el Oratorio recorrió 24 países. “Nos recibieron los presidentes de Haití, Nicaragua, Cuba, Ecuador… Terminamos en el Vaticano. El papa Juan Pablo II bendijo el manto original de la Virgen de Guadalupe, que es el que llevamos siempre. Ahora tenemos el proyecto Paz por Venezuela. A la fecha hemos llegado a 20 estados. Nos quedan cuatro regiones que visitaremos antes de finalizar el año. Esperamos por la recuperación de Roberto”, contó Milagros.

A este matrimonio no es que le llueva la plata para hacer todo esto. “Las niñas recolectan dinero con los conciertos y así es que viajan. Y nosotros como somos viejitos pagamos menos y con lo que nos queda compramos boleto para otra. Por lo general vamos con cuatro niñas de la Casa Hogar y del Oratorio”, explicó.

Para la comida, la ropa de las muchachas y los útiles buscan ayuda en las empresas. “Nunca falta Dios y ojalá tenga más tiempo hacer más”, alcanzó a decir el profesor.

En la actualidad, del grupo de 33 niñas, solo 14 viven con ellos. Además tienen dos hijos propios que también ayudan con los proyectos, entre el que contemplan la donación de la Oratoria (que es Patrimonio Cultural de la parroquia) y de la Casa Hogar a la Conferencia Episcopal. “Esto es algo religioso y por eso quiero que mi legado lo continúe la iglesia”, señaló el profesor Roberto Mora.

Oratorio Musical Nuestra Sra de Guadalupe. La Pastora, Caracas. 14 de octubre de 2015. Angeliana Escalon / CronicaUno
Oratorio Musical Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en La Pastora

Fotos Angeliana Escalona


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