Jorge Arreaza, canciller de Nicolás Maduro, explicó que la decisión de permitir la estadía de la embajadora llegó luego de una llamada telefónica con Josep Borrell, encargado de las relaciones exteriores de la UE.

Caracas. Antes de que se cumpliera el plazo anunciado de 72 horas para la salida de la embajadora de la Unión Europea (UE) de Venezuela, la administración de Nicolás Maduro tomó la decisión de dejar sin efecto dicha decisión y permitir que esta permanezca como representante diplomática en el país.

Isabel Brilhante Pedrosa, embajadora y máxima representante del bloque europeo en el país, había sido expulsada por el mandatario chavista el pasado 30 de junio como respuesta a una serie de sanciones impuestas por la UE contra funcionarios y ciudadanos venezolanos acusados de “socavar la democracia”.

He decidido darle 72 horas a la embajadora de la Unión Europea en Caracas para que abandone nuestro país”, declaró Maduro el pasado 30 de junio en medio del acto de entrega de reconocimiento por el Día del Periodista.

Pese a este anuncio, este 2 de julio se realizó una llamada telefónica entre Jorge Arreaza, canciller del chavismo, y Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, en la que se acordó no expulsar a Brilhante Pedrosa.

Arreaza, en declaraciones a Telesur, señaló que la decisión parte del deseo de mantener buenas relaciones y un “diálogo constructivo” con las autoridades europeas y, ante la pregunta de si el bloque de naciones respondería a este recule removiendo las sanciones aplicadas a 11 venezolanos, este se limitó a decir: “Es complicado. La toma de decisiones en la UE es un asunto complejo”.

La UE, a través de la Comisión Europea y su Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil ha sido el principal financista de los planes y proyectos humanitarios en Venezuela durante el año 2020, aportando un 53,3 % de todos los fondos que el país ha recibido, un monto que se aproxima a los 64 millones de dólares.

Pese a esto, la UE y el gobierno de Maduro insistieron en un comunicado conjunto que la decisión de dar marcha atrás a la expulsión de la representante diplomática se debía a que en este momento “la cooperación entre ambas partes puede facilitar los caminos del diálogo político”.

“Ambos acordaron promover los contactos diplomáticos entre las partes al más alto nivel, en el marco de una cooperación sincera y del respeto al Derecho Internacional”, agrega el documento conjunto emitido por Caracas y Bruselas.


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