Vecinos de Buena Vista, en el kilómetro 21 de la carretera Petare-Santa Lucía, denunciaron que los cables en los postes de la zona suelen emitir chispazos tan fuertes que temen que un día una de esas explosiones afecte las casas.

Caracas. Migdalia Fernández sintió miedo al ver las explosiones y chispas que, hace dos semanas, emitía uno de los postes eléctricos más cercanos a su vivienda, en el kilómetro 21 de la carretera Petare-Santa Lucía. Este último apagón duró más de 12 horas. La electricidad se fue un sábado y volvió el domingo.

Migdalia, de 60 años de edad, vive con dos nietos: una niña, de siete años de edad, y un niño de 12 años. Esa noche Migdalia subió a los niños sobre una mesa y los abrazó. La abuela se asustó tanto que pensó que esa sería la última vez y que nada los iba a salvar de morir quemados.

No es la primera vez que suceden este tipo de explosiones en los postes eléctricos del sector Buena Vista de Filas de Mariche. Según los vecinos, estas cortocircuitos son cada vez se hacen más frecuentes, sobre todo cuando llueve o hay sol muy intenso. Por las noches, los chispazos alumbran la zona con los destellos que emite el poste y el ruido de la tensión eléctrica no deja dormir a los vecinos.

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Foto: Tairy Gamboa

Nidia Díaz, vecina de Buena Vista y vocera comunitaria de Filas de Mariche, explicó que cuando hay apagones y al tiempo regresa la luz, las guayas emiten descargas muy fuertes. Hay casas muy cerca de todos los postes y tenemos miedo de que suceda una desgracia.


Luis Castro, otro vecino de la zona y quien también tiene su casa muy cercana a uno de los postes, calculó que desde hace cuatro meses empezaron a hacerse más recurrentes las fallas eléctricas en el sector. De acuerdo con sus estimaciones, el promedio de apagones en Mariche es de al menos dos por semana; son muy frecuentes en las noches. En el lugar pueden durar hasta más de 24 hora sin luz.

Se ve la candela muy fuerte. Hay temor de que esas guayas se puedan reventar y pueda haber una desgracia entre las casas que hay cerca.

El estado de los postes tampoco es bueno. Los tubos están corroídos desde las bases, debido a su antigüedad, que evidencia la falta de mantenimiento. La mayoría están torcidos o enredados entre la vegetación de la zona. Incluso, algunos están inclinados y apenas se sostienen recostados a las paredes de las casas.

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Los postes eléctricos del sector Buena Vista.| Foto: Tairy Gamboa

Los vecinos temen que durante una de las constantes explosiones terminen de ceder los postes y caigan sobre las casas.

Lo que vivimos fue horrible. No dormí porque pensé que todos íbamos a morir quemados, porque esos relámpagos que echaban estos cables eran impresionantes. Si se llegan a caer esos cables nadie se va a salvar.

Durante el día son muchas las fluctuaciones eléctricas en Filas de Mariche. Pero cuando hay una explosión fuerte, al tiempo acuden las cuadrillas de Corpoelec a la zona, se suben a los postes y vuelven a reactivar el servicio.

Pero estos arreglos no parecen ser una solución permanente —explicaron los vecinos—, pues cada cierto tiempo vuelven a repetirse los apagones. La comunidad de Buena Vista, a pesar de ser cercana a la parroquia Filas de Mariche, pertenece al municipio Paz Castillo, fronterizo con el municipio Sucre del estado Miranda.

Sistema Eléctrico Nacional

A mí se me quemó una nevera de tantos bajones y apagones. Y como a mí, a mucha gente, relató un vecino.

Una medición del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP),  detalló que 62,4 % de los encuestados evaluaron de forma negativa el servicio eléctrico en Venezuela. El estudio, publicado en mayo de 2022,s e basó en una muestra de 7.485 personas.

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Foto: Tairy Gamboa

En el informe explicaron que la valoración negativa entre la población entrevistada, sobre el servicio eléctrico en el país, se basa en las constantes fallas. Así lo manifestaron 51,5 % de los entrevistados.

El monitoreo sobre la inversión gubernamental en servicios básicos, publicado en julio de 2022 por Cedice Libertad, estimó que el presupuesto, hasta ese mes, en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), fue de 13.528.217 dólares, mientras que la inversión fue de 11.138.388 dólares.

La comparación entre las inversiones realizadas y las presupuestadas evidencia la dirección del gasto hacia la atención de mantenimientos y corrección de incidencias. Apenas 5 % de las inversiones están dirigidas a mejorar los índices de cobertura, calidad y continuidad en el suministro eléctrico, explicó el monitoreo de Cedice.

Según los cálculos de esa organización, 80 % de estas inversiones se destinaron a reparaciones y mantenimientos correctivos. Otro 15 % se asignó para obras civiles, como reparar o mejorar la infraestructura existente. Mientras que solo 5 % se adjudicó a nuevos proyectos de optimización del SEN.

A mediados de agosto, el ministro de Energía Eléctrica, Néstor Reverol, informó sobre la posibilidad de incorporar más megavatios al sistema eléctrico nacional, hasta lograr su estabilización. Pero sobre este anuncio no hubo detalles de cuántos megavatios serían incorporados ni cuándo.

En 2019, año del apagón que afectó a al menos 16 estados del país, Winston Cabas, ingeniero eléctrico y presidente de la Asociación de Ingeniería Eléctrica y Mecánica del Colegio de Ingenieros, aseguró a BBC Mundo que en Venezuela solo había disponible entre 12.000 y 13.000 megavatios, de una capacidad instaladas de al menos 34.800 megavatios en el país.


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