Aunque los principales afectados son los habitantes del barrio El Río, son más comunidades las que se ven en riesgo. Advierten que los gobiernos pasan y el problema queda, ya que son cuatro décadas que llevan esperando por una solución permanente.
San Cristóbal. Unas quinientas familias están en riesgo de quedar incomunicadas en Barrio el Río. Las vías de acceso a esta zona están siendo socavadas por la fuerza del río Torbes, que ya amenaza con aislarlos por completo, en cuanto vuelva a registrarse un aguacero en las cabeceras de los afluentes que le alimentan.
No solo en este barrio están en riesgo, sino que calle adentro están los barrios Rafael Moreno, La Playa, La Metalúrgica y San Sebastián y de colapsar la única vía que queda, tampoco podrán salir de este sector.
“La situación es muy delicada, ya que esa es la única vía de acceso que hay para esos barrios. Hemos hecho un llamado al alcalde y al gobernador para que atiendan la emergencia, pero han hecho caso omiso”, dijo Alberto Rojas, concejal de San Cristóbal.
La situación no es nueva: la montaña, elemento casi central del paisaje, muestra evidencia de que ya la erosión de los suelos por las construcciones no planificadas, así como el terreno arcilloso sobre el cual está construida gran parte de la ciudad, han causado estragos en esta zona.
Toda una vida
Más de 40 años llevan estas personas padeciendo por esta problemática que pareciera no tener fin, pues cada vez que llueve deben estar pendientes de una eventual crecida del río.
El edil advierte que de no atenderse la urgente necesidad de canalizar el río Torbes, un gran número de viviendas se verán afectadas, tal y como sucede en otros lugares.
Alerta que sumando todos los barrios, se está hablando de más de 2700 familias que están en riesgo. “Esa vía se llama avenida Ron Sandoval y si el río se la termina de llevar, nos vamos a quedar sin manera de ir a San Cristóbal. Van a quedar incomunicados. El río va a buscar su cauce natural”.
Exhortó a la población para que establezcan puntos de atención en estas zonas, a fin de que quienes resulten afectados por cualquier emergencia puedan ser atendidos oportunamente dentro de las mismas comunidades.
Por su parte, Marisol Rodríguez, residente de la zona, destacó que uno de los hijos del gobernador del estado, Freddy Bernal, fue quien visitó el lugar para constatar la situación.
Dijo que ese mismo día, el lugar por donde pasaban las motos se fue con una crecida del río, por lo que solo hay una vía alterna para el paso de carros y, dada la condición de la misma, están evaluando cerrarla para evitar una tragedia.
La lluvia agravó todo
Por su parte, el director del PC Táchira, Yesnardo Canal, explicó que dada la gran cantidad de precipitaciones caídas en la región, en especial en la zona de Montaña, las cosas se agravaron, sobre todo en zonas de riesgo aledañas al río Torbes.
El río Torbes es el de más caudal en el estado. Esto se debe a los diferentes afluentes que aportan. Estamos hablando de La Chivata, La Cordera, La maravilla. Todo esto va al Torbes de manera inmediata y generan la erosión de los diferentes taludes que protegen a las comunidades que están al margen del río”.
Explica que para la fecha no es posible hacer ningún trabajo de mitigación de riesgo, ya que esto debe hacerse en período de sequía. “Cualquier protección hidráulica que se haga se pierde si se hace en tiempo de lluvia”, dijo Canal.
Con el colapso de la vía, hay ocho casas que solo las separa el brocal del río, por lo que están en monitoreo permanente.
No hay casas
Advierte que para resolver el tema de las viviendas de estas personas que están en alto riesgo, no hay disponibilidad de casas, por lo que en caso de un colapso, estos damnificados irían a refugios solidarios, mientras las autoridades logran los recursos para construir viviendas para estas personas.
Para atender a esta población, se tiene un comité de riesgo que mantiene comunicación permanente con funcionarios ubicados en zonas altas de la montaña, quienes notifican de aguaceros o crecidas inesperadas para activar un plan de evacuación de estas personas, a quienes ubicarían en zonas seguras hasta tanto baje el caudal del río.
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