Más de $25.000 millones al año pierde el Estado por los subsidios, según estudio del IESA

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Aplicar una reforma de subsidios en el país “debe ser integral y gradual, pero continua, con prioridad en los combustibles fósiles y el sector transporte”, además de considerar un portafolio de medidas compensatorias para los sectores más vulnerables, recomiendan los expertos.

Caracas. Una investigación del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) junto con la Embajada Británica reveló que los subsidios que se aplican a los servicios de combustibles fósiles (productos refinados, GLP, gas natural), electricidad, transporte, telecomunicaciones y agua en Venezuela superan 95 % de lo que deberían pagar los usuarios y le genera pérdidas anuales al Estado de más 25.000 millones de dólares, 55 % se va en energía y si se le suma transporte alcanza 75 %.  El informe pone énfasis en el deterioro generalizado de los servicios y en el desmantelamiento de medir y revisar los precios a las tarifas.

Eliminar los subsidios a bienes y servicios que en los últimos años han alcanzado precios irrisorios, como es el caso de la gasolina que tiene un valor de 0,00001 y 0,00006 bolívares, en una economía en hiperinflación donde los precios de otros artículos suben en promedio 3 % diario, genera unas distorsiones que, de acuerdo con los investigadores, serán difíciles de corregir a corto plazo. En ese sentido, explican que una reducción de los subsidios cercana al 90 % tiene impactos severos sobre el bienestar de la totalidad de los hogares y una pérdida de bienestar superior al 80 %.

La medición comprende los años entre 2007 y 2014, motivado a la falta de información estatal. Las pérdidas de productividad de los proveedores de bienes y servicios se ubica entre 30 % y 60 %, mientras que las tasas de los subsidios superan 95 % en todos los casos. Uno de los casos que registran como “extremo” es el del servicio eléctrico al no facturar el equivalente a la totalidad de la generación térmica.

En siete años (2007-2014) el Estado se vio en la necesidad de hacer ajustes en las tarifas, debido a la reducción de las exportaciones petroleras, sin embargo, para la inflación que ya existía en ese momento los precios se mantuvieron por debajo de lo que correspondía. Los aumentos en ese periodo se comportaron de esta manera: gasolina 434 %, electricidad y gas 193 %, agua 416 %, transporte 512 %, telecomunicaciones 157 %. Otros productos que no eran subsidiados subieron en ese lapso alrededor de 601 %.

“Los subsidios son muy regresivos”, dice el PhD en Economía Ramón Key, quien coordinó la investigación. Eliminar los subsidios de la vida de los venezolanos implicaría otorgar transferencias directas de efectivo, de manera discriminada a los hogares más vulnerables, recomiendan los expertos. Además, agregan que deben existir ajustes de tarifas con precios duales “pensando siempre en el cierre de las brechas”.

El Estado venezolano pierde de 5 a 15 dólares en cada bombona de gas que subsidia. A juicio de Key la nación no puede seguir dando poca valoración a recursos naturales que hoy son parte de la agenda mundial. “El mundo no se paró en estos 20 años, nosotros sí nos paramos”, lamenta.

En cuanto al suministro eléctrico desde el año 2013 la caída en generación es de 10 %, mientras que la caída del PIB se ubica en 50 %. El informe revela que “las tomas no facturadas representan 35 % de la generación, lo que equivale a la totalidad de la generación térmica. La tasa de subsidio es cercana a 100 %”.

Según el informe aplicar una reforma de subsidios en el país “debe ser integral y gradual, pero continua, con prioridad en los combustibles fósiles y el sector transporte”. Además debe considerar un portafolio de medidas compensatorias para los sectores más vulnerables.

Proponen un esquema de reducción en la tasa de subsidios de 100 % (la actual) y llevarla a 15 % en 4 años. Los especialistas recomiendan empezar por una reducción de 65 % el primer año, en todos los servicios que están subsidiados por el Estado.

Transporte

En el subsidio al servicio de transporte el Estado destina casi la mayor parte: 70 %. “El transporte de pasajeros es básicamente gratuito. Además, hay una desinversión muy grande”, expresa Claudia Curiel, PhD en Ciencias Políticas y presidenta Mosaikho Analítica, C. A.

Indica que es prácticamente imposible sistematizar el transporte de carga, debido a que el Estado en los últimos ocho años tomó un papel más relevante, al asumir el protagonismo único en logística. “Está prácticamente desaparecido”. Hoy en la nación hay unas 15.000 unidades de transporte de carga, mientras en países vecinos la cifra se ubica en 700.000.

Hidrocarburos

Desde el año 2012 hasta 2018 la caída de la producción de crudo y su refinación supera 50 %, asegura la investigación. En 1998, cuando Hugo Chávez asumió el poder, la nación generaba más de 3 millones de barriles de petróleo diarios. En 2018 la producción cerró en menos de un millón y medio de barriles, para este año las proyecciones que hacen distintas consultoras temen que la fabricación de carburantes se reduzca a menos de un millón de barriles al día.

Servicio eléctrico

“Para ese momento Venezuela tenía otras características con una muy buena capacidad instalada para suplir la demanda eléctrica. Más que el subsidio es la tarifa la que permite que una operación sea eficiente y así tener un servicio sustentable y responsable. El sistema eléctrico requería 3000 millones de dólares al año para su mantenimiento”, explica Richard Obuchi, magister en Políticas Públicas y miembro de la investigación. A su juicio toda la discusión que había en torno al sistema tarifario se paralizó con la nacionalización del sistema eléctrico.

Agua

Los últimos grandes apagones que sufrió Venezuela en marzo pusieron en el tapete la crisis de agua. Quebradas, tuberías rotas y hasta alcantarillas son algunos de los lugares donde se ha visto a las personas buscar agua. La PhD en Ciencias Políticas, Claudia Curiel, explica que existe un “desorden institucional muy grave” donde, en el mejor de los casos, ni siquiera se conoce 70 % de la demanda de agua potable. Indica que en este momento el problema no es la brecha que hay en las tarifas, sino saber qué hay para establecer la brecha.

En 2017, 76 % de la población sometida a racionamiento solo recibió tres días de agua a la semana. La escasez ha disparado la venta de agua a través de camiones cisterna que hacen cobros en dólares de entre 50 y 200 dólares. Muy pocos son los que pueden acceder a ello, debido a que el salario mensual en Venezuela es de 5 dólares, aproximadamente.

Telecomunicaciones

Las tarifas en los servicios de telecomunicaciones comenzaron a sufrir un rezago en 2005 con la intervención de Conatel, recuerda Asdrúbal Oliveros magíster en Administración Pública y director de Ecoanalítica. “En sus mejores momentos hablábamos de 1000 millones de dólares anuales en inversiones en el sector de telecomunicaciones”, agrega.

El sector requiere actualmente $500 millones al año para recuperar la calidad de los servicios y equipararse a los estándares globales. La falta de inversión y las restricciones que enfrentan las empresas en el ramo llevaron a las plataformas de telefonía móvil y de internet a dar ofertas deficientes como las de hoy; mientras los precios en el sector de alimentos aumentaron hasta 1.000.000 % desde 2015, en las telecomunicaciones el alza fue de 2000 %. A su juicio, se requiere un cambio estructural en los modelos de negocio.

“Tienes las tarifas más baratas de la región y eso ha mermado la capacidad de inversión de las compañías. Hoy tenemos la velocidad de internet más lenta de América Latina junto con Haití, ya ocurre que dentro de la misma ciudad hay debilidades de las comunicaciones en llamadas”, sostiene Oliveros.

La insostenibilidad en el sector es tal que en febrero de este año Conatel permitió una serie de ajustes a los prestadores de servicio, pese a que los aumentos han sido agresivos, el experto asegura que son “extremadamente insuficientes” para mantener la calidad.


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