Ni la ayuda humanitaria ni mejores condiciones laborales han llegado al Clínico Universitario

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Médicos, enfermeras, empleados y obreros del Hospital Clínico Universitario de Caracas reclaman que lo que perciben mensualmente es un “sueldo de miseria”. Exigieron mejores condiciones laborales y sanitarias, pues las actuales son deplorables, e hicieron un llamado a ir hacia el Ministerio de Salud el lunes 10 de junio a protestar.

Caracas. Han pasado más de cuatro meses desde la intervención del Hospital Clínico Universitario de Caracas (HUC), producto del apagón que ocurrió en el recinto el 12 de enero y dejó un saldo de dos pacientes fallecidos. La actualidad en este centro asistencial no difiere mucho de enero: la escasez de insumos y equipos médicos sigue siendo grave, los trabajadores no reciben remuneraciones adecuadas y acordes a la realidad económica del país y la directiva del hospital hace caso omiso a las demandas.

Beatriz Aguilera, empleada del área administrativa del Clínico, se levanta todos los días pensando en si ir o no a su lugar de trabajo. No duda por no tener compromiso con su labor, lo hace porque diariamente gasta Bs. 4000 en pasajes para ella y su hija, lo que se traduce en más de dos días de salario. Como gran parte de los trabajadores del puesto de salud, Beatriz gana “poco más del sueldo mínimo”, oficializado recientemente en 40.000 bolívares mensuales.

Reivindicaciones salariales y mejoras estructurales y de insumos en el referido hospital fueron las exigencias planteadas por médicos, enfermeras, personal obrero y administrativo del Clínico en una rueda de prensa realizada este lunes.

Mauro Zambrano, dirigente del Sindicato de Hospitales y Clínicas de Caracas, señaló que actualmente el personal del hospital “está ganando entre 40.000 y 60.000 bolívares mensuales”, cuando, según estimaciones de los dirigentes sindicales, deberían estar percibiendo “alrededor de Bs. 500.000“. De acuerdo con Zambrano, los directivos “toman decisiones unilaterales y le pagan a los trabajadores como les da la gana”.

El dirigente sindical denunció que las autoridades del HUC les “quitaron, aproximadamente, ocho cláusulas del contrato colectivo”, que elevaban el salario de los trabajadores entre 500.000 y 600.000 bolívares mensuales. “Nos quitaron, prácticamente, la prima por uniforme. Solamente nos pagaron Bs. 10.000 de los 500.000 que correspondían“, señaló.

El monto que perciben quincenalmente los trabajadores del HUC es tan irrisorio que muchos no se enteran o no le prestan atención a cuándo o cuánto les es depositado. Un empleado, que pidió reservar su nombre, afirmó que su asistencia al hospital ya prácticamente “se ha vuelto un voluntariado”.

Quien solo cuenta con este ingreso no ve luz. Aquí muchos resolvemos con lo que mandan nuestros hijos del exterior, vendiendo chucherías en la calle o en la casa o con uno que otro trabajo que se consiga. Con lo que ganamos nos morimos de hambre, afirmó el trabajador.

Nada que llegan los insumos y la ayuda humanitaria al Hospital Universitario

“No hay ascensores, no hay servicio de Rayos X, no hay reactivos para hacer exámenes de laboratorio, el agua medianamente llega hasta el piso 4”, exclama Denis Guédez, delegado del sindicato de trabajadores del Universitario. Según Guédez, el centro de salud está funcionando actualmente a 20 % de su capacidad pues “hay muchos servicios cerrados”.

Hace énfasis en que la ayuda humanitaria —cuya entrada fue aceptada por Nicolás Maduro y sería distribuida por la Cruz Roja venezolana— “no ha llegado al HUC. Al ‘Clínico’ no ha entrado ni siquiera una inyectadora”, advierte. Guédez menciona que el estado del hospital es tan crítico que “hay pisos en donde no se puede respirar” debido a los malos olores propiciados por la falta de agua, que además ha provocado infecciones urinarias en pacientes y trabajadores del recinto.

Asimismo, es la causa de que se retrasen constantemente las intervenciones quirúrgicas, aunado a que tan solo hay 2 quirófanos funcionado, de 12 que tiene la planta, detalló el sindicalista.

La magnitud de la emergencia hospitalaria —que afecta a la mayoría de los centros de salud del país— no parece hacer eco en las autoridades. Pablo Zambrano, secretario de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), señaló que “la ayuda humanitaria que trajo la Cruz Roja fue específicamente para centros manejados por ellos y algunos como el Periférico de Catia, el Pérez de León II y otro hospital en Guarenas”.

La ayuda humanitaria no fue enviada para distribuirla a distintos centros de salud, esa información nos la dieron la semana pasada cuando nos reunimos con el secretario general de la Cruz Roja. El petitorio que nosotros venimos haciendo es que, si llega la ayuda humanitaria, tiene que distribuirse en todos los centros de salud, porque todo lo que hemos dicho y denunciado ha sido la pura verdad y realidad de lo que se está viviendo en los hospitales, exclamó Zambrano.

La situación en el HUC no se diferencia al resto de los puestos asistenciales en el país, cada vez es más crítica. “No hay soluciones ni reactivos, los pacientes tienen que pagar todo eso afuera y traerlo, y el costo es elevadísimo. He visto pacientes que fallecen por falta de antibióticos, las infecciones llegan hasta el cerebro y falla el sistema nervioso central”, mencionó Raquel Franco, enfermera del área de neurocirugía.

“En Venezuela se invierte en armas, en compra de uniformes militares y en propaganda oficialista pero no se invierte en salud”, aseguró Pablo Zambrano. Asimismo, junto con el resto de dirigentes gremiales y sindicales de la salud presentes en el sitio, invitó a “tomar” el Ministerio de Salud el lunes 10 de junio. “Tenemos que levantarnos, tenemos que luchar”, gritaron algunos participantes y además extendieron la invitación al resto de trabajadores de la Administración Pública.


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